Empezó el operativo rescate del Fader

El edificio de 140 años quedó seriamente dañado por un sismo ocurrido en junio de 2012. Hasta fin de año especialistas realizan estudios técnicos en su estructura para determinar su estado y el método de recuperación. Están cerradas al público varias sala

Empezó el operativo rescate del Fader
Empezó el operativo rescate del Fader

El Museo Emiliano Guiñazú - Casa de Fader vive por estos días un proceso histórico. Es que, luego de llevar casi 140 años en pie y de haberse transformado en uno de los principales hitos de la cultura y la historia mendocina, por primera vez está siendo objeto de un profundo estudio estructural y de infraestructura donde se determinarán los daños reales que presenta y sus peligros, conclusiones que serán fundamentales para definir la restauración y revalorización de la construcción en la que vivió el artista Fernando Fader entre 1903 y 1913.

El sismo del 18 de junio de 2012 dejó daños visibles y evidentes en las paredes de las distintas salas. Y esto fue el detonante para que desde el Gobierno se encare el mencionado estudio tan trascendental para el lugar, en coordinación con especialistas de la UTN Mendoza.

"El estudio empezó en marzo y se estimó un plazo de 150 días en promedio. Pero como se trata de un edificio patrimonial emblemático e insertado en el sentimiento, contemplamos que se pueda extender unos días más. Acá lo importante es llegar a una decisión sobre qué se tiene que hacer antes de empezar a meter a ingenieros, arquitectos u obreros. La gravedad del estado se va a saber una vez terminados los estudios", especificó el director del museo, Gastón Alfaro. Desde hace unos meses y hasta que se culmine el estudio, las visitas han sido restringidas para algunas salas y en reducidos grupos (entran de a 15 personas por turno).

Las paredes de la histórica casa no sólo han sufrido las consecuencias del sismo del año pasado, sino que también llevan huellas del gran terremoto de 1985 y del fuerte movimiento que azotó al departamento de Luján en 2005.

Acceso restringido

"Se decidió hacer el estudio después del sismo del 18 de junio de 2012. Y justamente esta semana (el miércoles), que fue 19 de junio, tuvimos otro sismo. El del año pasado fue a las 6.30 y el de ahora a las 18.30", comenzó Alfaro, de forma anecdótica y resaltando las coincidencias, con el recorrido junto a Los Andes por el histórico edificio patrimonial.

Aquel temblor de 5,6° del año pasado afectó a distritos de Luján de Cuyo, especialmente la zona de Drummond, donde se levanta la Casa Fader que se llevó la peor parte: daños visibles y hasta desprendimiento de mampostería.

"Inmediatamente se tomaron todas las medidas de prevención y se cerró durante una semana el museo para hacer los trabajos de limpieza y ver cuáles eran los daños. Vino gente de Patrimonio Cultural y de Infraestructura y se elaboró la resolución interna para determinar cómo íbamos a seguir trabajando", indicó Alfaro en el hall de entrada al salón principal.

Justamente allí se encuentran algunos de los murales más importantes de Fernando Fader y se perciben algunas grietas. Y fue ese el primer lugar que se restringió, quedando sin acceso al público durante unos 40 días.

"Históricamente ingresaban entre 300 y 400 personas por día al museo. Habilitábamos muestras con entradas libres, muchas de ellas ajenas al museo. En este mismo hall se hacían shows musicales con artistas provinciales y nacionales. Pero luego del último sismo se suspendieron esas cosas".
 
"Ahora sólo ingresan grupos de 15 personas que se van turnando para explorar la casa, se han suspendido las visitas para cursos de las escuelas primarias y se suspendieron también los talleres, teniendo en cuenta que son todas situaciones que se tornarían complicadas en caso de que haya un temblor en el lugar", explicó el director.

Estas medidas de prevención han sido fundamentales para permitir que el edificio no tenga que cerrar mientras se realizan los estudios técnicos.

"Inevitablemente una vez que se decida iniciar los trabajos de puesta en valor se va a tener que cerrar al público el museo. Pero ahora nos estamos anticipando, para ir adelantando trabajo y avanzar así permanece cerrado solamente el tiempo que sea necesario", continuó Alfaro durante el minucioso recorrido por el lugar.

El museo hoy

Tras permanecer poco más de un mes cerrado después del sismo, el museo se fue habilitando por partes. El hall central estuvo restringido durante varios meses, ya que estuvieron en observación los murales del lugar.

"Nos preocupamos mucho y nos ocupamos con gran velocidad porque, si bien ya pasó un año, desde agosto de 2012 estamos con las evaluaciones. Priorizamos los murales de la entrada de la casa de Fernando Fader, que son del año 1905 y 1906, y se convocó a especialistas.

Esperemos que no haga falta, pero si no queda alternativa y van a sufrir algún tipo de riesgo, ya se ha encontrado un método para retirarlos y salvarlos", detalló el director.

Si bien el panorama general se conocerá con exactitud ni bien termine el estudio estructural, a simple vista ya está determinado que las zonas más damnificadas son los torreones que se encuentran en la fachada del edificio (tanto la planta baja como la alta), la sala de pileta y las que fueron las salas verde y roja.

"Una vez listo el estudio vamos a saber qué tipos de trabajos se necesitan, pero no se puede comenzar ahora y meter a gente que trabaje si no sabemos exactamente en qué condiciones están las salas", se explayó Alfaro.

Uno de los problemas con que se han encontrado los técnicos y profesionales del Ceredetec (organismo de la UTN que interviene, comandado por Graciela Maldonado) es que 80% de las salas del lugar están revestidas con durlock. Según indicó el actual director, fue por decisión de las autoridades de la Dirección de Patrimonio del momento en que las colocaron, en 1994.

Es que estas placas no se agrietan con los movimientos pero ocultan las grietas de las paredes.
"En la ex sala verde y la ex sala roja ya se han retirado las placas. Los técnicos hicieron el cateo de la sala y retiraron el revoque de las paredes de la ex verde hasta llegar al ladrillo. Y encontramos que no todas las paredes tienen ladrillo trabado, algo que no hubiésemos podido detectar si no se sacaba el durlock. Lo mismo ocurre con la humedad", continuó Alfaro.

Entre los trabajos que ya se han hecho se destacan también los estudios de suelos, para los que se hicieron cinco pozos (dos en la base de los torreones norte y sur, dos en la obra de ampliación y uno en la cava) y se extrajo material para analizarlo y saber sobre qué tipo de piso se ha construido. "También se hicieron dos perforaciones en el techo", cerró el titular del museo.

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