La Séptima Cámara del Crimen se trasladó al Valle de Uco para iniciar el juicio contra Sixto Cruz Huanca, acusado de haber asesinado a su mujer, Alejandra Janko (31), quien estuvo 11 días desaparecida y luego su cuerpo fue encontrado en un arroyo en San Carlos.
Sixto Cruz está imputado por el delito de homicidio agravado por femicidio, por premeditación y por relación de pareja. Por lo tanto, la única pena posible -de ser encontrado culpable- es la de prisión perpetua.
En un primer momento quedó también imputado por el mismo crimen Iber Mora, hermanastro de Cruz. Pero luego fue sobreseído porque no hubo pruebas consistentes en su contra.
El debate comenzó en los Tribunales de Tunuyán -para facilitar que declaren los testigos- y el viernes continuará en Mendoza.
Alejandra Janko vivía con su pareja y sus tres hijos en la finca Arequipa, de la calle Coronel Videla de Capiz.
Solía ayudarle a su marido en la chacra y ocuparse de la casa y los chicos (una bebé de 1 año, un niño de 4 años y una nena de 8).
Los primeros en declarar fueron los hermanos de la víctima, quienes explicaron que Alejandra era sometida constantemente por su pareja a situaciones de violencia machista.
Según Yolanda y Serapio Janko, Cruz la golpeaba y la amenazaba porque el mantenía una relación con la hermana de su cuñada.
También le contaron al tribunal que, desde la cárcel, Cruz les ha contado que su amante estaba celosa de su esposa y que él la mató golpeándola con un palo.
Desaparecida
El 10 de diciembre del 2016 se denunció su desaparición y comenzó la búsqueda por averiguación de paradero.
En ese momento había muchas versiones del caso: que se había ido a hacer trámites a Mendoza; que había desaparecido la noche del 9, luego de bañar a los niños y se había llevado 150 mil pesos; otros decía que había viajado a Bolivia, país donde había nacido.
Lo cierto es que el cuerpo de Alejandra fue encontrado, en avanzado estado de descomposición, flotando en las aguas del arroyo Cerro Yaucha, a pocos kilómetros de la finca donde vivía, dentro de la geografía de Capiz, en el departamento de San Carlos.
Y si bien originalmente el cadáver aparecía como irreconocible, la ropa que vestía -campera y zapatillas violeta y pantalón azul- era similar a la denunciada.
Un llamado alertó a la Policía sobre la existencia de un "bulto" en un cauce y movilizó a los efectivos, que, por lo dificultoso del terreno, debieron llegar al lugar con un káyac.
Tras el traslado del cadáver al Cuerpo Médico Forense, a media tarde los familiares de la mujer confirmaron que se trataba de Alejandra.
Las pericias realizadas en el Cuerpo Médico Forense determinaron que la mujer murió por unos golpes que recibió en la cabeza.