Fue uno de los primeros en descender del tren bala en el andén 22 de la estación Shin-Osaka. Habían llegado en horario: a las 17.13. Y el “¡Muñeco! ¡Muñeco!” fue una verdadera explosión. Tanta demostración de amor y de cariño de los hinchas de River para con su técnico hicieron emocionar a Marcelo Gallardo.
Al DT se le pusieron brillosos los ojos y nadie va a desmentir que hasta una lágrima se escapó por sus mejillas. “Te amo, Muñeco”, “Gracias por todo”, “Por vos estamos acá” “Vos sos nuestro Dios” y el ya clásico “De la mano del Muñeco vamo’ a Japón...” fueron unas grageas de todo lo que los hinchas de River sienten por el ídolo de este momento.
Porque el mayor referente del plantel no está dentro de la cancha. No es Mora, ni Sánchez, ni siquiera Barovero. Es el que está de la línea de cal para afuera con saco gris o azul y el escudo de River en el bolsillo superior. Gallardo es el ídolo de este River que aterrizó en la ciudad de casi tres millones de habitantes que hoy pondrá a rodar la pelota en el inicio del Mundial de Clubes. Y que el miércoles tendré como protagonista al equipo del Muñeco.
Un centenar de hinchas esperaron al plantel con banderas y cantando y saltando como si estuviesen en la Sívori, allá en el Monumental. Había banderas de Córdoba, de San Pedro, de La Plata y de Mar del Plata. Y hasta una bandera argentina sostenida por un puñadito de militantes de La Cámpora con la leyenda “No fue magia. Gracias Cristina”.
Entre tanta algarabía, los camporistas entonaron: “Tomala vos/damela a mí/el que no salta es de Clarín”. Fue un canto contra la empresa Clarín. No molestaron a los enviados de este diario. Nadie dijo de dónde sacaron el dinero para viajar hasta acá. Cuestiones de la militancia, tal vez...
Otro de los momentos más calientes de la llegada de River a Osaka fue cuando se acordaron de “los primos”. El ya clásico “Boca/Boca/ compadre...”, “lo ves por televisión” y “bostero estás afuera de la Copa para que llore toda la Boca” se escucharon tan fuerte que los japoneses se estremecieron y abrieron sus ojitos achinados más grande que nunca. Tanto como los hinchas gritaron: “Barsa no chamuyes más, Barsa no chamuyes más, te esperamos en Yokohama, para ver quien se la banca más...”.
Después de Gallardo, fueron bajando del tren todos los jugadores. Hubo apoyo para todos. Especialmente para Mora, el goleador que ilusiona. ¡Y que viva el fútbol, Pisculichi! Le gritaron al enganche. Feliz cumple, Javi fue el deseo de una hincha para Saviola. Y hasta una señora japonesa le entregó una bolsa con dulces a Pity Martínez para que repartiera entre sus compañeros.
En un micro se fueron al hotel Agora Regency, en la zona de Sakai, a pocas cuadras del Nagai Stadium, donde el miércoles arrancará esta aventura mundialista. Atrás había quedado la fantástica experiencia de haber viajado en el tren bala a 270 kilómetros por hora en 2 horas y 33 minutos desde la capital (Tokio) unos 515 kilómetros de distancia pasando por 17 ciudades.
Un búnker lleno de lujos
River ya dejó Chiba y se instaló en Osaka, más precisamente en el Hotel Agora Regency Sakai. Una instalación con lujo, historia, cultura local y mucha comodidad. Por ejemplo, cuenta con seis restaurantes (con comida china e internacional), un bar, una pileta de 25 metros de largo, jacuzzi, spa, gimnasio, sala de conferencias (con capacidad para 1.530 personas) y hasta una sala de karaoke. Las habitaciones varían entre suites A y B, Royal Suite, Deluxe Twin y Hollywoood Twin.
Según los sitios especializados en hospedajes, el Hotel Agora Regency es de los top. Tripadvisor, por ejemplo, le dio el Certificado de Excelencia y lo sitúa en el segundo lugar entre los de estilo japonés en Sakai. Y Booking lo puntúa con 8,3. Además, está ubicado a 6 kilómetros del Nagai Stadium, donde River debutará el miércoles en el Mundial de Clubes.
