Luego de no haber podido cambiar la pole y el éxito en la serie por la victoria en la carrera decisiva de Uruguay, fue a buscar revancha a Buenos Aires. El triunfo no llegó por poco. Sin embargo, volvió a subir al podio para convertirse, junto con quien lo antecede en el torneo, en el piloto con más trofeos en la vigente temporada del TC 2000.
De yapa, los puntos que cosechó en el autódromo Oscar y Juan Gálvez de Capital Federal fueron vitales en función de meter presión a Gianfranco Collino, el líder del torneo que antes de la quinta cita tenía una diferencia de 14 puntos y ahora comanda con 10 de ventaja.
La regularidad de su Peugeot 408 lo ha llevado a ser respetado en cada presentación. Con protagonismo, Emmanuel Cáceres se convierte cada vez más en serio candidato a la corona. Sobre el circuito número 9 del Coliseo porteño arribó tercero después de haber marchado como escolta durante gran parte de la prueba hasta que la caja de velocidades empezó a fallar.
Apenas llegó a Mendoza quiso compartir su brillante momento con Más Deportes para hablar de la carrera y sus chances. Entrada la noche y vistiendo un buzo de Escudería Fe, Peluche lució la copa obtenida en el circuito que justamente lo vio debutar allá por 2007.
-Cuando viste que en la planilla de tiempos estabas noveno en clasificación, ¿pensabas que se te podía dar lo del podio?
-Sinceramente no porque tenía rivales muy complicados delante mío. La veía muy difícil pero sabía que podía mejorar en la serie porque el auto había funcionado bien desde los entrenamientos y yo me había equivocado al malgastar las gomas antes de la sesión decisiva
-El buen resultado conseguido en la batería sirvió para estar a la expectativa en la final
-Terminar tercero en la serie fue muy bueno porque pude sumar puntos y me permitió salir sexto en la final. El Peugeot tenía ritmo.
-Si Facundo Della Motta no te apretaba al empezar la prueba y Antonino García no te tocaba en la horquilla, ¿ganabas?
-Me parece que la ganaba porque Carlos Merlo no tenía más auto que yo, aunque hubiese sido difícil en las últimas vueltas con el problema en la caja de cambios. El auto venía muy bien, pero me perjudicaron mucho los toques que tuve al principio. A (Franco) Morillo le había descontado bastante cuando él venía en el primer lugar.
-La diferencia con Collino es de diez puntos pero podría ser menor si llegabas segundo. ¿No se pensó en el campeonato cuando Marcelo La Manna te pasó?
-No tuvimos comunicación con el equipo. Solamente hablé de mi problema con la caja y nada más. Buscaba terminar como fuera y no quería complicar el buen avance de Chelo; él me descontaba cada vez más y no lo quería frenar. Llegué de casualidad porque primero no entraba la sexta velocidad y después ya se saltaban casi todos los cambios. El final lo hice lento.
-¿Qué se siente al estar en el podio de un circuito histórico?
-Es algo único. Correr en el Gálvez es diferente a otras carreras y haber subido al podio mucho más. Aparte logramos el 2-3 para la Escudería Fe y La Manna se merecía un buen resultado después de hacer la pole y tener el problema en la largada de la serie. En el equipo estaban contentos por lo hecho.
¿Imaginabas un presente tan auspicioso en estas cinco fechas?
-La verdad que no. Sabía que, antes de empezar el año, estaba en un buen equipo porque ya los conocía de la temporada anterior. La idea era pelear por el campeonato pero nunca pensé que subiría al podio en tres de las cinco carreras.
-Ahora sólo falta la victoria.
-Sería muy bueno porque estamos haciendo las cosas bien. Los muchachos del equipo trabajan día y noche en los dos autos pero no me quiero desesperar porque lo primero es sumar la mayor cantidad de puntos y después ver qué pasa.
-Los números indican que, si bien aún no entran al ecuador del torneo, sos serio candidato al título. Aparte, tuviste la suerte de campeón en Buenos Aires.
-(Se ríe). Vamos por el buen camino. Pienso que si seguimos así, podemos pelear el campeonato. De todas maneras hay muchos pilotos que son candidatos en cada fecha.
Los corchos, su karma en cada festejo
Su primer podio fue el año pasado en Rosario, cuando ganó junto a Oscar Fineschi como invitado. “Nunca había descorchado champán y no pude abrir la botella”, recuerda Peluche entre risas.
Pero la misma situación se dio en La Plata y Buenos Aires, debido a que “otra vez me costó sacar el corcho. En el Mouras fue imposible porque llovía y en el Gálvez me ayudaron”. Vale decir que en Uruguay fue tercero pero no subió al podio, aunque aclaró que “a Della Motta lo sancionaron pero recién en Buenos Aires me devolvió la copa, así que me traje dos”.
