Una es kinesióloga. La otra, abogada. Las dos, apasionadas por el arte, la estética, el buen vivir, el humor, el juego.
"Estudiamos, logramos nuestro título y acá estamos", asegura Emilia, una de las célebres hermanas Pereyra Giamportone, las chicas que demostraron al mundo que ya no hacen falta agentes, ni cuerpos anoréxicos, ni alturas imposibles para vivir de la moda y marcar tendencia.
Mendocinas, viajeras, curiosas e inquietas, Emi (35) y Flor (37) hoy tienen 23.000 seguidores en Instagram, un blog que hizo historia, decenas de marcas que mueren por ellas, invitaciones a viajes, clientes que les piden manejar sus redes sociales, marcas de automóviles que les prestan últimos modelos para hacer "test drive" y admiradores en Argentina y países como Rusia y Estados Unidos.
Como Iris Apfel, la reina del estilo de Nueva York de apenas 97 años, o Ana Torrejón, la experimentada periodista y maestra del buen vestir de las argentinas, ellas lograron contarle al mundo desde Mendoza que la moda es jugar, es crear, es combinar como más te guste y que es para todos y todas. Es, nada más y nada menos, que ponerle onda al día a día.
Todo empezó con un blog
"Hace 8 años empezamos con el blog como un hobby. Cada una desde donde estaba, porque vivimos 9 años afuera", cuentan. Emilia en Francia y Sudáfrica. Florencia en Estados Unidos, Paraná y Buenos Aires. Emi, una temporada adelantada de Argentina. Flor, haciendo cursos de producción de moda después de lograr ser abogada y viajando por ciudades tan lejanas como Shangái.
"¿Y si hacemos un blog?" Esa pregunta fue la llave mágica a una vida que ni siquiera se atrevieron a soñar de chicas, cuando mamá Giamportone les enseñaba que tener un jardín lindo, pintar un mueble y ponerle amor a las cosas embellece la vida.
"Por eso le pusimos Giamportone's al blog. Es el apellido de nuestra madre. Lo hicimos para jugar, como divertimento", cuentan.
Vivir divirtiéndose
El divertimento empezó a sorprenderlas. "Íbamos a un casamiento, por ejemplo, y en el baño nos preguntaban si éramos las Giamportone. Allí nos empezamos a dar cuenta de que la cosa estaba creciendo", dice Emilia desde su estudio en la Quinta Sección, el barrio en el que crecieron.
Su hermana, mientras tanto, se saca fotos en las playas chilenas para mostrar nuevas tendencias en sombreros.
A ambas las invitan a viajes y son las embajadoras de reconocidas marcas que les dan bebidas, ropa, les piden probar tratamientos de belleza o las quieren en eventos top. Allí además dan workshops de moda y hacen memorables ferias americanas.
-¿Se imaginaron tener tanto éxito con el blog?
-Cuando arrancamos solo queríamos compartir entre nosotras looks y las compras que cada una hacía desde donde estaba, ya que vivíamos en diferentes países, con diferentes estaciones. Poco a poco empezamos a crecer
-Ahora todas sueñan con ser "influencers" y ustedes lograron vivir de esto, pero con mucha frescura.
-Es que hay muchos años atrás, mucho trabajo. Nosotras somos conocidas ahora por Instagram pero, si mañana no hay Instagram, seguimos teniendo cosas para decir. Somos un estilo de vida y lo que transmitimos viene desde larga data. Nuestros días son bastante agitados.
-¿Pensaron alguna vez en ser famosas, lo planificaron?
-No, todo nació como un juego. Ese es el secreto. Nos gusta el arte en todas sus expresiones. No nacimos como instagramers o influencers. La cosa se gestó por una pasión que fue creciendo desde abajo.
-¿Quién las inspiró?
-Nuestra mamá Giamportone y nuestra abuela, que era de avanzada. Las mujeres de la familia.
-La cuenta de Instagram es, sobre todo, divertida. ¿Qué quieren transmitir?
-Que ninguna persona es igual a otra. Que hay que divertirse. Que podés sentirte hermosa o hermoso seas quien seas. Que no hay reglas escritas sobre estética.
-¿Qué es lo más loco que hicieron?
-Instalarnos en un galpón en un fondo de Chacras de Coria, en un espacio que era… de todo. En Fellows había desde muebles viejos hasta ropa colgada y música, era un centro de reunión. Nada, fue una linda aventura que terminó.
-¿Cómo es un día en la vida de las Giamportone?
-Nunca es igual. Ahora estamos armando una cápsula de ropa y una jornada en Mendoza con Ana Torrejón. Nos fuimos juntas a Punta Cana invitadas por una marca de bebidas. Puede pasar cualquier cosa.
-Han recorrido el mundo, han vivido en todas partes. ¿Fantasean con irse de este pueblo?
-No. Nuestra idea siempre fue volver a Mendoza y vivir en Mendoza. Acá nos quedamos.
Perfil de dos “it girls”
Emilia y Florencia Pereyra son hermanas fashionistas, cada vez más conocidas en el mundo de la moda y del arte. Se definen como "influencers" y lo son: las marcas les pagan por postear que están aquí o allá, usando esto o aquello, o comiendo en tal o cual lugar.
"Somos dos hermanas mendocinas, viajeras, curiosas, fanáticas de la estética, el interiorismo, la comida rica y el buen beber. Adoradoras de la fotografía y de los instantes únicos, Admiradoras del arte en todas sus expresiones. Vivimos la moda", aseguran ellas.
Su logo es una G negra que titila con fondo amarillo. Una vez osaron cambiarlo y recibieron miles de reclamos. Sus seguidores están atentos al amarillo en Instagram para ver sus historias, siempre divertidas. Admiradoras de artistas como Federico Calandria, Josefina Guarracino o Luisa Freixas, usan su cuenta para difundir el trabajo de pintores y diseñadores.
Sus viajes son legendarios, porque los transmiten por Instagram, al igual que sus visitas a las Fashion Week de Buenos Aires. Les encanta el "cool hunting", es decir, captar moda por las calles y fotografiarla.
Las siguen desde niños y niñas hasta hombres y mujeres mayores que admiran su capacidad para combinar cualquier prenda o accesorio.