La actriz colombiana Sofía Vergara rompió su silencio al asegurar que no ha hecho “nada equivocado” con los dos embriones que congeló junto a su ex novio Nick Loeb, quien la acusa de querer destruirlos, y señaló que un hijo necesita unos “padres que se quieran”.
Loeb demandó el 1 de abril a la estrella de la serie “Modern Family” ante un juzgado de Los Ángeles alegando que ella quiere “destruir los embriones femeninos” fecundados con él poco antes de romper su relación a finales de 2013. La actriz ha negado rotundamente esta acusación a través de su abogado, según publicó a mediados de abril la revista People.
Pero el empresario, de 39 años, afirma en los documentos judiciales que no logró ponerse de acuerdo con Vergara, de 42, sobre el destino de sus embriones, por lo que se vio “forzado” a tomar acciones legales.
“Siempre he creído que la vida comienza en el proceso de fertilización y que cada embrión es una vida en su camino hacia el nacimiento”, aseguró Loeb en un comunicado enviado a People por su abogado, Abram Moore. “Creé estos dos embriones femeninos con el propósito de darles curso y no destruirlos, porque siempre he soñado con ser padre”, puntualizó.
La disputa entre la ex pareja se ha convertido en las últimas semanas en uno de los temas de conversación preferidos de Hollywood, aunque los términos de la discusión permanecen confusos.
El abogado de Vergara, Fred Silberberg, dijo en un comunicado a People que la actriz “nunca quiso destruir sus embriones”, contrariamente a lo que asegura Loeb. Ella “está contenta con dejar sus embriones indefinidamente congelados y no tiene deseos de tener hijos con su ex, lo cual debería ser comprensible dadas las circunstancias”, añadió el abogado.
Finalmente, tras un largo silencio, el lunes en la noche la actriz colombiana mencionó el tema en una entrevista con el conductor de radio estadounidense Howard Stern.
“Yo estoy tranquila porque estoy haciendo lo correcto. No hice nada equivocado sólo porque alguien ha cambiado de opinión -aseguró-. Un hijo necesita unos padres que se quieran”.
Borrón y novio nuevo
Vergara, muy celosa de su vida privada, contó en esta ocasión que ella y Loeb firmaron un contrato cuando fecundaron los embriones y que su ex pareja está rompiendo los términos que pactaron.
“Si (este tema) era tan serio para él, cosa que respeto totalmente, entonces tendría que habérselo tomado más en serio como yo hice” en su momento, señaló. “No puede reaparecer un año después (de la ruptura) y cambiar los términos” del acuerdo, agregó.
La colombiana y el empresario mantuvieron una relación de varios años, durante la que se comprometieron e intentaron tener hijos en dos ocasiones mediante una madre de alquiler, según la revista estadounidense InTouch.
Posteriormente congelaron dos embriones femeninos en un centro de fertilidad de Los Ángeles, pero rompieron antes de llegar a implantarlos.
Vergara ya ha hecho borrón y cuenta nueva de la relación con Loeb. Desde principios de 2014 sale con Joe Manganiello, uno de los actores más deseados de Hollywood, con el que se comprometió la pasada Navidad.
En una entrevista publicada en abril por la revista Vanity Fair, la artista reconoció que su nuevo novio, de 38 años, tiene ganas de ser padre, aunque eso signifique repetir maternidad dos décadas después. “Mi hijo Manolo (nacido de su primer matrimonio) tiene 23 años, por lo que sería raro tener otro hijo. Pero Joe quiere niños”, afirmó entonces.
La polémica alrededor de sus embriones congelados ha tomado a la actriz en plena promoción de su última película "Hot Pursuit" (comercializada en Latinoamérica como "Dos locas en fuga"), en la que comparte protagonismo con la oscarizada Reese Witherspoon.
El próximo jueves recibirá además su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
¿De quién son los embriones?
Los dos embriones congelados de la pareja fueron creados a través de la fertilización in vitro de dos óvulos de la actriz fecundados con el esperma de Loeb. Ahora, permanecen congelados en una clínica de Beverly Hills a la espera de que sus propietarios decidan qué hacer con ellos.
Cuando optaron por la fecundación in vitro, Vergara y Loeb firmaron un acuerdo en el que se estipulaba que los embriones serían destruidos con el visto bueno de ambos o en caso de fallecimiento de uno o los dos miembros de la pareja. Lo que no preveía el documento es qué sucedería con los embriones en caso de ruptura.
En cualquier caso, sí indicaba que ambas partes tenían que estar de acuerdo para implantar los embriones en una donante para que naciera un bebé, por lo que, según los expertos, es difícil que Loeb pueda obligar a Vergara a ser madre en contra de su voluntad.
El empresario asegura en su demanda que el acuerdo no es válido porque la clínica de fecundación in vitro no les dio otras opciones a considerar, como la donación de los embriones a otra pareja o individuo.