El edificio donde funciona el
Ministerio de Turismo
es una de las postales del Centro. Al menos así lo manifiestan turistas y mendocinos que pasan por el inmueble de San Martín al 1143, quienes no dudan en alabar su arquitectura y diseño.
Sin embargo, los cien empleados que allí trabajan aseguran que la belleza que despliega el inmueble sólo se conserva en la fachada, ya que en su interior está
"totalmente destruido
”.
Paredes que se desmoronan, baños clausurados, basura, palomas y roedores forman parte del paisaje interior al que no se terminan de acostumbrar los empleados que hoy salieron a mostrarle a los mendocinos su preocupación por la situación edilicia.
Desde el Ministerio de Turismo reconocieron muchas de las fallas edilicias que se denunciaron e informaron que desde hace un tiempo están buscando otros espacios para mudar, al menos, toda la parte administrativa. “El edificio no se va a caer, pero queremos que todos (empleados y turistas) estén más cómodos”, dijo Martín Silva, jefe de Gabinete de la cartera que conduce Javier Espina.
La casa del terror
Esta mañana, los empleados de Turismo nucleados en ATE, en una improvisada “visita guiada” por el inmueble, destacaron su preocupación por “conservar un edificio que es patrimonio de todos los mendocinos”.
“Las paredes se desmoronan, los techos se caen y la basura nos tapa”, graficaron los trabajadores, quienes manifestaron que hasta el momento no ha sucedido nada grave en el interior pero dicen que no quieren “esperar a que suceda una tragedia” para que la gente se entere cómo está el edificio.
“No estamos reclamando una mejora salarial, ni nada sindical, sólo queremos que la gente sepa lo destruido que está este edificio”, dijo a Los Andes Hugo Gamboa, delegado gremial.
Gamboa expresó su preocupación, y la de sus cien compañeros de trabajo, por las condiciones en las que trabajan y en las que reciben a los miles de turistas que allí llegan en busca de información sobre Mendoza.
“Es una vergüenza. Por ejemplo, cuando vienen mujeres a solicitar información turística y piden ir al baño, les tenemos que decir que no, ya que los sanitarios femeninos están clausurados y hay serios problemas con las cloacas”, comentó.
Además de esta situación, el edificio no está preparado para atender a gente con discapacidad. No hay rampas para que se desplace una persona en silla de ruedas y sólo pueden ser atendidas “gracias a la buena voluntad de los informadores que bajan a la calle San Martín y allí los atienden”.
“El patio es una mugre, está lleno de basura y las ratas andan por todas partes. Hay un olor nauseabundo todo el tiempo”, agregó el representante de ATE, quien organizó una recorrida por el edificio para que los periodistas constataran la situación (ver fotogalería). Por otra parte, el viejo edificio también presenta varias fallas en sus redes de gas por lo que el frío se siente con crudeza.
“Funcionan sólo 3 de las estufas a gas, por lo que utilizamos muchas eléctricas que generan reiterados cortes de luz”, manifestó el empleado.
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Respuesta oficial
Lejos de negar la situación, el jefe de Gabinete de Turismo reconoció muchos de los problemas expuestos por Gamboa y aclaró que están trabajando para solucionarlos.
“El edificio es muy viejo y por eso tenemos problemas con el gas y sí, es verdad, muchas veces se corta la luz por la sobrecarga que se hace sobre la red eléctrica. Pero hemos pedidos presupuestos y ya hay licitaciones para mejorar estos servicios”, comentó el funcionario y agregó que también están pensando en cómo mejorar el acceso para personas con problemas de motricidad.
Sin embargo, los empleados aclararon que más allá de las malas condiciones en las que trabajan, su mayor anhelo es que desde el Gobierno se arregle y se cuide el patrimonio. “Las paredes, las escaleras, el mobiliario todo está a punto de colapsar. Queremos que se arregle y se conserve este edificio que es parte de la imagen y la cultural provincial”, aseguró Gamboa.
La mudanza, una opción
Martín Silva reiteró que en los últimos meses, y ante toda esta situación edilicia, desde el Ministerio han comenzado a buscar un nuevo edificio para mudar la parte administrativa de las oficinas. “Queremos que la parte de información turística se quedé acá en la calle San Martín, pero para evitar el colapso y la incomodidad de quienes trabajos acá, esta sería un opción”, argumentó. Sin embargo, reconoció que los precios de los inmuebles que han visto son muy caros y que por el momento no cuentan con ese presupuesto.
Al respecto, Gamboa, en representación de los trabajadores, se manifestó en contra y abogó por otra solución: “No queremos que se gaste plata en alquileres, sino que eso se invierte en la restauración de este patrimonio”.
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