Camilia Aparicio aseguró que durante la noche del 17 de abril un grupo de efectivos policiales la agredió salvajemente en Salta. Los golpes le habrían provocado la pérdida del embarazo de 6 meses que cursaba.
Camila, junto a otros familiares, se encontraba en la puerta de su casa cuando un patrullero giró en la esquina a gran velocidad. Algunos niños de la familia jugaban en la calle, por lo que la camioneta debió frenar. Ahí fue cuando la chica embarazada les reclamó la imprudencia de manejar de esa manera.
Segundos después el tono de la discusión se elevó: "Cuando yo les reclamé a los policías ellos me respondieron de la peor manera, tratándome de puta y otras barbaridades", precisó Camila y pasó a relatar el momento de la golpiza.
"Entonces llegó otra camioneta de la Brigada y bajó un policía directamente a golpearme, ya que me agarró del cabello y me hizo chocar contra una pared. Todos le decían que me trate bien por mi notable embarazo y el policía le contestó 'no me importa', y me tiró al suelo. Me tenían boca abajo apretándome el vientre, allí fue que me patearon en la cintura", señaló.
Familiares e incluso su hermano intentaron intervenir, pero a todos los que la quisieron ayudar los golpearon, según el relato de la joven a El Tribuno.
Al referirse a las causas de la reacción violenta de los uniformados, Aparicio estimó que "no estaban en sus cabales" y que "estaban ebrios o drogados".
Al día siguiente Camila se presentó en el médico, donde fue derivada a un profesional materno infantil por las fuertes contracciones. "En el hospital estuve más de cinco días internada. Allí me advirtieron acerca del peligro de perder a mi bebé, pero nadie hizo nada", se lamentó.
Finalmente el sábado pasado perdió el embarazo luego de las contracciones inducidas por los golpes en la cintura.
Después de radicar la denuncia en la comisaria 10 de Salta, el miércoles pasado "pese a la gravedad del cuadro" fue a declarar "el tormento sufrido", y agregó que desde entonces nadie fue a verla.