Un reciente informe, dado a conocer por un organismo especializado, da cuenta de los errores "estratégicos" cometidos por el kirchnerismo al priorizar los contenidos políticos por sobre los comerciales a la hora de establecer estrategias en política exterior. Dice, por ejemplo, que de los 50 países que tuvieron mayor crecimiento en los últimos años, la Argentina sólo cuenta con embajadas en 15 de ellos, con un hecho no menos inquietante, como lo son las llamativas misiones comerciales hacia países que disponen de escasas posibilidades económicas -por el bajo poder adquisitivo de sus habitantes- para importar productos argentinos.
Años atrás, un ex funcionario de la Cancillería chilena durante la gestión de Ricardo Lagos, señaló que su país prioriza tanto las cuestiones políticas como las comerciales a la hora de designar a sus embajadores, a punto tal que en aquellos en los que el intercambio comercial es intenso, esa tarea está destinada a los agregados comerciales, también designados por el gobierno.
Chile, más allá de los gobiernos que se han sucedido desde la recuperación de la democracia, ha mantenido una política exterior estable, a punto tal que ha resignado su integración a los bloques económicos (es sólo miembro adherente al Mercosur) para priorizar sus acuerdos bilaterales de modo individual, como ha sucedido con Canadá, México, Centroamérica, Unión Europea, Estados Unidos, China y Australia, entre otros, mientras paralelamente envía misiones comerciales hacia otros mercados importantes, como sucede con Brasil, a los efectos de lograr ventajas aduaneras.
Una situación muy diferente es la que se vive con la política exterior de la Argentina. Sus últimas misiones comerciales, encabezadas por Guillermo Moreno, tuvieron como destino países como Mozambique, una ex colonia portuguesa que posee una población de 21,6 millones de habitantes, con una economía empobrecida que genera una esperanza de vida muy baja y una mortalidad infantil entre las más altas del mundo; hacia Angola, otra ex colonia portuguesa de 12,2 millones de habitantes, con una esperanza de vida de sólo 37 años y un ingreso per cápita entre los más bajos del mundo, y hacia Azerbaiján, un país de la región del Cáucaso con una población de apenas 8 millones de habitantes.
En todos los casos esas misiones estuvieron acompañadas de una profusa publicidad oficial y hasta se dio el hecho llamativo de que en algunos de los casos se entregó ropa a los habitantes de sectores más pobres, con una inscripción que hacía referencia a las diferencias que mantiene el gobierno con un importante diario de distribución nacional.
El estudio realizado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, señala también, entre otros aspectos, que el Gobierno opta por concentrar su accionar en determinados países con alianzas más de tipo político que de abrir una verdadera estrategia de tipo comercial.
Expresa como hecho llamativo que la presidenta Cristina Fernández convirtió al canciller Timerman en el ejecutor de su política de desguace de la camada de embajadores de entre 50 y 65 años, la mayoría de ellos empujados a renunciar, y que en la actualidad la tendencia es enviar ministros y consejeros a las jefaturas de las sedes diplomáticas donde, en los hechos, manda Guillermo Moreno.
Los mercados internacionales son cada vez más exigentes. Para que un país sea confiable debe contar con reglas claras y permanentes en su política comercial y con embajadores y agregados comerciales que "vendan" en el exterior.
En los últimos años la Argentina ha sobresalido por su accionar en decisiones políticas, especialmente dentro del ámbito de la Unasur, pero ha debilitado su estrategia en el aspecto comercial. Los frutos comienzan a estar a la vista. No sólo no hay inversiones extranjeras (nuestro país fue superado por Chile, Colombia, Perú, México y Brasil) sino que, en lo que a exportaciones se refiere, comienzan a sentirse las consecuencias, especialmente en las economías regionales, a las que Mendoza no está exenta.
