Es todo un hito. El próximo martes 14 de mayo todas las miradas del país estarán puestas en el Auditorio Ángel Bustelo, donde se entregarán los Premios Gardel. Será la primera vez que estos premios, que otorgan la CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas), salgan de Buenos Aires a explorar otros mapas: más cercanos, más federales. La sorpresa llegó, sin embargo, por partida doble.
Es que, entre todos los nominados, hay dos discos producidos en esta provincia. Son mendocinos, y hechos además por mujeres.
Ellas estarán presentes ese día, entre otros 400 artistas, que llegarán para la gran ceremonia de la música nacional. Nos referimos a Las Hermanas Abraham (Marianela y Betiana, por "Atemporales", nominado como Mejor Álbum de Grupo de Folclore) y a Beatriz Plana (por "Sola flauta sola", como Mejor Álbum de Música Clásica). Las conocemos a continuación.
La tonada se renueva
"'Atemporales' nos llegó a las manos el 28 de diciembre del año pasado", recuerda Marianela Abraham. "De ahí en adelante, estuvimos en la temporada de festivales y, si bien hemos hecho adelantos del disco, todavía no lo hemos presentado oficialmente. Estábamos armándola cuando nos llegó la noticia del Gardel", dice. Emoción pura en la voz.
Cuenta que, si bien se presentaron a la convocatoria casi sobre la hora y con mucha buena energía, no se lo esperaban. "Seguimos con la temporada de festivales y toques particulares, y de golpe una noche veo que me etiquetan en el Facebook felicitándonos. Así nos enteramos, por una etiqueta de Facebook", recuerda sobre ese momento, al que le siguió acto seguido la llamada del secretario de Cultura, Diego Gareca.
-¿Pero ni un presentimiento había?
- Más que presentimiento, fue decretar las cosas. Poner una afirmación en el deseo. Después nos olvidamos y dejamos de pensar en los premios. Una cuestión lógica, porque sabíamos que siempre se hacía en Buenos Aires, que se presentaba gente de todo el país y que había miles de propuestas. Pesa mucho incluso el sello discográfico, y lo nuestro es totalmente independiente. Por eso también está bueno por que se ha abierto el juego, las posibilidades a los artistas que hacen las cosas de manera independiente. Hay mucho talento en el país que quizás no tiene la suerte o la posibilidad de cerrar con una discográfica”, explica.
“Atemporales” es un disco muy pensado y con un repertorio elegido cuidadosamente. “Se llama así porque, si bien hay una canción homónima (una zamba compuesta por mi hermana), sentimos que todos los temas son de esos que van a seguir estando de generación en generación. Van más allá del tiempo”, dice sobre el repertorio, donde incorporaron a las tonadas arreglos con instrumentos atípicos en el género, como batería, bajo y tiple latinoamericano.
-¿Qué creen que fue lo que les gustó del disco?
-No puedo estar en la cabeza de los jurados, pero creo que han valorado el hecho de hacer versiones de canciones clásicas, pero innovadoras. Con instrumentación diferente, con arreglos vocales distintos, con una vuelta de rosca. Además, quizás el hecho de tener canciones propias fue un plus para que pudieran elegir el disco en la terna, que en realidad es una quintina.
Marianela cierra diciendo llena de orgullo: "En el rubro nuestro, somos las primeras mujeres mendocinas nominadas al Gardel".
“Atemporales” competirá como Mejor Álbum Grupo de Folclore, junto a “Patio” (de Juan Quintero y Santiago Segret), “Instinto” (de Destino San Javier), “Un lugar antes de la lluvia” (de La Llave) y “Perspectiva interior” (Los Chaza).
La flauta, con aire latinoamericano
Beatriz Plana, o "Beti" para los que la conocen, es un nombre muy citado en el ámbito de la música académica. Ya sea por sus presentaciones, por la docencia o por su intenso trabajo como investigadora, esta flautista se ha ganado un lugar dentro de los máximos intérpretes de la música clásica mendocina. Y ahora nacional.
Es que los Premios Gardel no solo honran: también proyectan. Y "Sola flauta sola", un ramillete de piezas de compositores latinoamericanos de acá y acullá, compite en
el rubro de Mejor Álbum de Música Clásica al lado de grandes nombres como Horacio Lavandera, el Estudio Coral de Buenos Aires, Diana Lopszyc y el dúo de Sebastián Tozzola y Anaïs Crepes.
"La edición física es de Ediciones del Urú (N. del R.: sello creado por Plana y el guitarrista y compositor Polo Martí, su esposo, hace 20 años), pero apenitas salió Javier Tenenbaum, reconocido productor musical argentino, integró el disco a su catálogo, Los Años Luz. Fue para mí un privilegio que mi disco forme parte de su prestigioso catálogo. A partir de ahí, se subió a Spotify y las distintas plataformas virtuales. Fue la manera de poder compartir el disco, de poder llegar a distintos lugares, porque la edición física es difícil de distribuir", explica la flautista.
“La verdad es que fue una alegría, una sorpresa hermosa recibir la noticia. Yo no tenía idea qué día se conocían las nominaciones y recibí una llamada de Javier Tenembaum de que había sido nominada. Al ratito recibí la de Diego Gareca”, recuerda.
¿Cómo vive estos momentos previos la flautista? "Lo siento como un privilegio y me siento muy honrada. Lo vivo como un reconocimiento y con todo mi agradecimiento", dice.
Y continúa: "Para mí fue un proceso muy hermoso desde el comienzo la gestación de este disco. Todo fue hecho en Mendoza, lo grabé en el estudio de Luis Vidal gracias a un subsidio del Inamu. Es de pura cepa, si se puede decir".
Y destaca que cada una de las composiciones que integran el disco son músicas de autores latinoamericanos que se dedicaron a la flauta, y que ella cultivó desde una investigación profunda de cada poética. “Sola flauta sola” es, en efecto, un disco con texturas e historias.
Son músicas de Cergio Prudencio (Bolivia), Mozart Camargo Guarnieri (Brasil), Diego Luzuriaga (Ecuador), Adina Izarra (Venezuela) y de los argentinos Gerardo Gandini (referente de la música contemporánea), Marcelo Toledo y el propio Martí.