Ellas, radiantes y al natural

La mujer actual es multifacética. Sale a trabajar, va al gimnasio, se reúne con amigas, se ocupa de la casa, está con sus hijos y su pareja.

Pero al mismo tiempo, la mujer actual también es simple y su concepto de belleza ya no es el de transformarse. Ella busca la mejor expresión de sí misma y hace del momento del maquillaje un ritual, un encuentro consigo misma, de disfrute y de cuidado.

Hoy la piel está de moda. La nueva tendencia es que la piel sea la base de todo y que luzca radiante y cuidada. Para lucir así solo basta escoger una base adecuada para cada tipo de piel y reconocer el corte de rostro para que podamos tapar imperfecciones y resaltar puntos fuertes.

Para saber el tipo de piel se debe observar que si brilla y tiene poros dilatados, es oleosa. Si es opaca, tiene zonas escamadas y algunas líneas de expresión, es seca. Y si el rostro reúne ambas características, es decir presenta la zona de la T más oleosas y las mejillas más deshidratadas, la piel es mixta.

Verónica Mendoza, maquilladora oficial del Buenos Aires Fashion Week y de Natura, resalta que es muy importante que la persona reconozca su tipo de rostro para después jugar con las tonalidades claras (que dan volumen, agrandan y resaltan) y oscuras (que afinan, achican y profundizan) para lograr un look ideal.

Pero… ¿cómo lo reconocemos? “La medida que se utiliza es la de la frente, que se toma con los dedos horizontales. El tamaño de la frente tiene que entrar en tu rostro tres veces. Si entra las tres veces, la armonía del rostro está perfecta”, reveló Mendoza.

Ahora bien, “si la frente no entra en la zona de la nariz es que ésta es más larga por lo que se debe oscurecer un poco la punta para acortarla. Si la medida de la frente no entra en la parte del mentón, se sigue el mismo procedimiento y, si la frente es más grande que las otras dos medidas hay que hacerle correcciones oscuras de contorno”,  explicó Vero.

La base está

La maquilladora comentó también que lo esencial de la base en el rostro es que empareja el tono de la piel para que luzca impecable y que el It de la temporada es llevar una “buena piel”: “Si vos tenés una base incorrecta y un delineado de ojos perfecto y una boca divina, se desluce todo. La base es lo que sostiene al maquillaje, sin ella lo demás se cae y pierde fuerza”.

Como secreto para vernos aún más radiante, Verónica aseguró que si la piel está cuidada, todo lo que se le ponga arriba va a verse mejor. 
Una vez que la base del maquillaje esté listo, Vero Mendoza le propone a las mujeres usar lo que le guste en los ojos y como guía para ellas dijo que las paletas de la temporada son los grises, el azul y los colores tierra.

La maquilladora oficial del Bafweek formuló tres looks con los que la persona puede bajar la tendencia de la pasarela a su día a día. Ella buscó que la mujer “pueda llevarlo, que se sienta identificada y que se lo pueda hacer”.

“Los colores de la temporada van bien con todas las mujeres y pueden usarse todos los días y a cualquier hora del día. Hoy el look del día y la noche se fusionaron. Ahora es lo que me animo a usar, lo que me realza, lo que estoy dispuesta a llevar, si quiero destacarme o pasar desapercibida...”, apuntó Mendoza.

Las opciones de maquillaje

1) Frescura otoñal: Inspirado en los matices del otoño, es un look que realza los ojos combinando sombras en tonalidades terrosas, la piel se ve suave con un efecto mate natural, los pómulos se definen delicadamente con el rubor bronce, el color rosa en los labios aporta el toque justo de frescura.

2) Sur audaz: La paleta de tonos fríos es infaltable esta temporada. La atención de este look se concentra en los ojos mediante una fusión de colores que va del azul al violeta y al negro, destacando las pestañas, y a su vez, el lagrimal es iluminado con un toque de sombra clara. El resultado: una mirada cautivante.

3) Noche metalizada: look intenso y contrastante que focaliza tanto ojos como boca mediante una paleta desaturada y oscura. La mirada es enmarcada con delineador negro mientras las sombras le dan profundidad con una terminación metalizada que resplandece bajo el reflejo de las luces nocturnas.