La estrategia de la defensa de la periodista Estefanía Heit y su pareja, Jesús María Olivera, acusados de
haber secuestrado y abusado a Sonia Molina
a la que mantuvieron cautiva durante tres meses, argumentará que la mujer insistía en vivir con ellos. De esta manera, la defensa intentará demostrar que la pareja nunca mantuvo privada de la libertad a Molina.
Además, argumentará que la mujer había llegado golpeada a la casa de Coronel Suárez, donde vivían la periodista y el falso pastor.
Así lo hicieron saber los propios imputados antes de prestar declaración indagatoria, que luego fue suspendida por sugerencia de los abogados defensores.
En tanto, la fiscal de Delitos Sexuales María Marta Corrado agravó la situación procesal de la pareja, que en un principio era de "privación ilegal de la libertad y abuso sexual" -en el caso de Heit como "partícipe primario"-, y les sumó "tentativa de homicidio y estafas reiteradas".
Luego de la extensa y detallada declaración de Molina, la defensa de la pareja buscará dar respuestas a cada una de las acusaciones contra sus representados.
Según el relato de la fiscal ante la prensa, Olivera abusaba de Molina y luego le contaba lo que había hecho a Heit, e incluso sostuvo que en ocasiones era la propia periodista la que filmaba las agresiones.