Ella o él: ¿quién quiere mecer la cuna?

Un estudio parecería revelar esta tendencia, sin embargo una lectura profesional profunda explica los números de una manera diferente.

Ella o él: ¿quién quiere mecer la cuna?
Ella o él: ¿quién quiere mecer la cuna?

Toda investigación en porcentajes representa eso: datos duros que apuntan a realidades concretas intentando fundamentarlas de alguna manera, aunque las mismas deban ser leídas por una mirada profesional que las explique y contextualice de manera integral. Una posibilidad de echar luz sobre aspectos que no son tan visibles detrás de estas cifras.

En este sentido, una encuesta realizada por la Facultad de Psicología y Relaciones Humanas de la Universidad Abierta Interamericana, a mujeres y hombres de todo el país, ubicarían por contraste en un nivel parejo o superior el deseo de los hombres de ser padres, en comparación con el de las mujeres.

De todas maneras, e hilando fino, cabe preguntarse: ¿será el término “deseo” el adecuado para hablar de estas cifras en ambos géneros, o existirán otras implicancias que las definan? Para ello la psicóloga vincular Paula Corso, responde y aclara ideas respecto al tema, con una lectura menos extrema.

Por su lado, la opinión de la socióloga Silvina Anfuso se suma como punto de reflexión.

Vientos de cambio

Se trata de los mismos que trajeron diversas modificaciones, cambios sociales, culturales, económicos y hasta políticos con la consecuente aparición de roles diferentes, para los que la mujer se había pensado, o se pensaba, destinada...

“Hoy a las mujeres se les han abierto otras posibilidades identificatorias, además de decidir si ser madres o no. En la modernidad aquellas que expresaban que no querían ser madres implicaba para quien las escuchaba algo totalmente extraño. El destino de la mujer entonces parecía el de casarse y tener hijos por ley natural. En la actualidad lo femenino se ha abierto hacia otras posibilidades y está pudiendo decidir abiertamente si quiere o no abrazar la maternidad. Poder expresar hoy este deseo en alto ya no representa un escándalo como en el siglo pasado.

- ¿Cómo se explicaría el dato de la investigación, de que el 55.4% de los hombres asegura que tiene pensado convertirse en padre en un futuro cercano, contra el 57.4% de las mujeres que rechazarían esta idea?

- En el hombre el tema de salir del mandato cultural no es tan fuerte, ni necesario como en la mujer. El avance del feminismo en relación al mundo masculino es mayor. Es decir la mujer tuvo que avanzar para ejercer sus derechos, y salir de situaciones que la tenían siempre detrás y apresada a supuestos de lo que debía “ser” o “hacer”.

El hombre, en este sentido, siempre fue un privilegiado por lo tanto nunca fue un conflicto para él tener o no hijos, nunca representó un cuestionamiento ni desde lo biológico (el cuerpo). Si esta encuesta se hubiera hecho el siglo pasado, a lo mejor brindaba números iguales o similares respecto al deseo de los hombres.

- ¿Qué opinión tenés respecto al rol de la mujer desde la clínica, dejando de lado la estadística?

- Hoy expresa, en términos generales, la posibilidad de identificarse con otros aspectos, y no con ser madre. Antes una mujer no decía “no quiero tener hijos” porque supuestamente ese era el destino que la esperaba. Es decir: estaba para ser elegida y amada por alguien, para luego casarse, tener hijos y cuidar el hogar.

Si alguna mujer no adhería con esta idea de realización era pensada como “rara” o “transgresora”. Eso hoy no sucede y todas tienen la posibilidad de decidir si quieren, o no, la maternidad en sus vidas; ya que lo femenino no se vincula como antes a ser madre de manera indefectible. En la actualidad ser mujer no implica tener hijos.

- ¿Vale decir que las cifras a nivel de los hombres siempre estuvieron, y en el caso de las mujeres fueron los cambios de paradigmas los que demoraron la maternidad, o permitieron la ausencia de esa posibilidad?

- En el hombre nunca fue un conflicto ser padre, ya que desde lo biológico y muchos otros aspectos no estuvo atado a ningún tipo de determinismo cultural ni social. La paternidad es muy probable que no haya cambiado en el deseo y seguramente ese porcentaje sea el mismo en ellos desde siempre. En cambio la mujer, a través del tiempo, puede que haya ido poniendo límites a esos destinos de maternidad, que no necesariamente hoy son los únicos para el universo femenino, como lo fueron antes.

- ¿Sigue pasando factura la sociedad a las mujeres que cerca de los 40 aún no han sido madres?

- Sí, pero la diferencia es que  no todas las mujeres sienten que ése es su único destino. De hecho sienten que pueden elegir, sin sentirse frustradas. Los cambios no son de un día para otro, pero el mandato no las toca como en otras épocas de manera determinante.

La investigación como disparador

Una encuesta realizada por la Facultad de Psicología y Relaciones Humanas de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), a mujeres y hombres de todo el país, es la que dispara nuestro análisis.

En ella además se llegó a la conclusión de que las personas cada vez desean menos convertirse en padres o madres. El 54% de los encuestados expresó que no quiere tener hijos en un futuro cercano porque impiden el desarrollo profesional (31.3%) o por no sentirse preparados para ello (29.7%).

La edad promedio entre quienes sí tienen hijos (63% de los encuestados) es entre los 24 y los 27 años (33.2%). Por otra parte, cabe mencionar que el 76.1% de los jóvenes entre 18 y 25 años no tiene hijos.

¿Quiénes quieren tener hijos?

El 55.4% de los hombres asegura que tiene pensado convertirse en padre en un futuro cercano. En cambio, el 57.4% de las mujeres rechaza esta idea. Al observar las edades, los resultados son lógicos: a mayor edad, menor es el deseo. Así, el 63.6% de los encuestados de entre 18 y 25 años anhelan convertirse en padres en un futuro no tan lejano; lo mismo ocurre en el 51.8% de las personas de entre 26 y 33 años.

Los motivos esgrimidos para no ser padres son variados, pero prima la idea de que los hijos impiden el desarrollo profesional (36.8% en los hombres, 29.5% en las mujeres) y el no sentirse preparados para ser padres (30% en las mujeres y 28.6% en los hombres). Entre los más jóvenes el motivo principal tiene que ver con la imposibilidad de desarrollo profesional para el 40.3% de los encuestados de entre 18 y 25 años y para el 36.8% de quienes tienen entre 26 y 33 años.

¿Qué motivos tienen quienes sí quieren tener hijos?

El 37.6% de los hombres pretende agrandar la familia y al 37% de ellos le gustan los chicos. En tanto, el 29.8% de ellas expresa que le gustan los chicos y el 27.1% busca agrandar la familia. Con respecto a las edades, el 47% de los encuestados del primer rango etario, y el 41.2% del segundo, pretenden formar una familia. El 50.6% del tercer rango asegura que le gustan los chicos. Finalmente, el cuarto (59%) y quinto rango (53.5%) pretenden agrandar la familia.

¿Qué ocurre con las mujeres y los hombres que trabajan? ¿Y quienes no trabajan?

El 52.2% de las mujeres que trabajan no desean tener hijos en un futuro cercano. No así el 57.2% de los hombres que manifestaron su deseo de convertirse en padres. El porcentaje de mujeres que no quiere ser madre aumenta entre quienes no poseen trabajo: el 64.8% de ellas no tiene pensando tener hijos en un futuro cercano. En cambio, dentro de los hombres que no poseen estabilidad laboral quienes quieren ser padres son mayoría: el 51.1%.

¿Qué sucedería si, llegada una cierta edad, los hijos aún no llegaron?

El reloj biológico parece apurar más a las mujeres. Si bien el 33.3% de ellas manifestó que no tomaría ninguna medida, el 34.3% recurriría a técnicas de fertilización asistida y el 27.2% adoptaría.

En cambio, el 45% de los hombres aseguró que no haría nada; aunque el 25.5% recurriría a técnicas de fertilización asistida.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA