Con las conclusiones frescas de Hábitat III (la conferencia de las Naciones Unidas sobre desarrollo urbano sostenible que se realiza cada 20 años y que tuvo lugar en 2016 en Quito), llegó esta semana a Mendoza Elkin Velásquez Monsalve, director regional de ONU-Hábitat para el Caribe y América Latina.
Establecer las bases para el desarrollo sostenible del futuro de las ciudades en el mundo es el objetivo principal de ese encuentro y lo que surgió a partir de allí fue, justamente, la importancia de una nueva agenda urbana, tema que también desarrolló en la provincia en una conferencia realizada en la UNCuyo, por iniciativa de la Municipalidad de Godoy Cruz.
-¿A qué se refiere con una nueva agenda urbana?
-Una agenda urbana no es un tratado vinculante; es un planteamiento colectivo, un mínimo común denominador que asumen los países frente a un fenómeno que ya es tendencia y que es la urbanización creciente, acelerada. Sobre todo en países de Asia y África, donde estamos pasando del 50% de la población mundial al 67% aproximadamente, de aquí a 2050.
-¿Cuáles son esos principios de trabajo a tener en cuenta?
-Dos y muy importantes. Primero, si nuestras ciudades se desarrollan con criterios de sostenibilidad, esto impacta en la reducción de la desigualdad y la pobreza. El segundo principio tiene que ver con el buen diseño: cuando una ciudad está bien planificada genera riqueza, genera valor.
-¿Hay un interés en la nueva agenda urbana?
-Precisamente de eso se trata nuestra articulación en toda la región: a demanda de cada una. Eso es muy interesante; si hoy estoy en Mendoza es porque el gobernador y el intendente (Tadeo García Zalazar) quieren que empecemos a discutir sobre formas específicas de acompañar los procesos que ya están desarrollando en esta parte de Argentina.
-¿Conocía Mendoza?
-Estuve hace 20 años más o menos, pocas horas, de paso. Sólo cené y tomé buenos vinos. Prácticamente, éste es mi primer viaje aquí.
-¿Cómo ve a la ciudad?
-Cuando uno mira alrededor, se da cuenta de que está frente a lo que llamaríamos una ciudad a escala humana. Estoy seguro de que ésta es una ciudad donde uno hace la siesta, almuerza en casa. Hay calidad de vida. Es un activo que hay que tratar de mantener. A la vez, sabemos que existe un porcentaje de la población que vive en condiciones complejas, como sucede en América Latina en general.
Sabemos que hay un momento de decrecimiento económico, de desaceleración; ahí es donde las ideas y metodología de trabajo, y la nueva generación de proyectos de desarrollo urbano, pueden ayudar a consolidar los logros que ya existen en una ciudad.
-¿Existe una ciudad ideal de urbanismo sostenible?
-Como modelo o ideal, no hay. Hay buenos ejemplos, como Manhattan. ¿Qué hizo bien Manhattan a principios del siglo 19? Hizo un ensanche, estableció una trama urbana que, a partir de ahí, lo que facilitó fue que cualquier inversión hecha allí era una inversión que generaba progreso. Si uno diseña bien una ciudad o un barrio la está predisponiendo a que entre en un sendero de progreso permanente.
Pero si uno se equivoca en el diseño, se la está condenando a una exclusión permanente. Lo que hizo Manhattan en su momento fue el diseño apropiado de la separación entre el espacio público y privado que es de lo que se trata el diseño urbano: diseñar la red urbana, la trama de calles, el espacio público y la identificación de las áreas donde se debe desarrollar la ciudad.
"Estoy seguro de que Mendoza es una ciudad donde uno hace la siesta, almuerza en casa. Hay calidad de vida. Es un activo que hay que tratar de mantener".
-Sin embargo, la tendencia en Argentina es aspirar a vivir en un barrio privado...
-El modelo de urbanización en buena parte de América Latina se basa en esa lógica de countries y barrios amurallados donde no se está en contacto con el otro. Por el contrario, vivir en una sociedad urbana implica la necesidad de relacionarse con el otro en el espacio público. Así, se genera un impacto negativo porque se la está segmentando y una ciudad segmentada tiene menos condiciones de crecer.
Tiene efectos negativos en otro tema que tiene que ver con la responsabilidad generacional más grande que tenemos, que es luchar contra el cambio climático. Resulta que cuando se van desarrollando countries, con grandes jardines, se necesita consumir muchísimo suelo.
Entonces, la ciudad se va desarrollando de manera muy extendida, con baja densidad y con costos altos para poder ofrecer servicios públicos para poder extender las redes de todos los servicios públicos.
-Aquí es donde se vuelve urgente la necesidad de una nueva agenda urbana...
-Sí. La buena noticia es que sabemos cómo se podría hacer bien: retomar la senda de una ciudad y un sistema sostenible. Para esto, hay cuatro principios: ciudades compactas (utilización más eficiente del suelo urbano, que no es renovable), conectadas, integradas e incluyentes.
-Habrá casos exitosos...
-Roma no se construyó en un día. Las decisiones que uno toma pueden impactar hoy o en 20 años. En América Latina lo interesante que uno puede encontrar es una ruta del buen desarrollo urbano. Es el caso de Curitiba, que nos enseñó la buena planificación de la ciudad compacta en torno al sistema de transporte; o de Quito, que nos enseñó la buena recuperación de espacios públicos en centros históricos.
Medellín es otro ejemplo: nos enseñó cómo lograr buenos proyectos urbanos integrales y cómo la buena planificación y gestión tuvieron un impacto en la reducción de la violencia. Era la ciudad más violenta del mundo: logró una transformación de la noche al día en cuestión de 15 ó 20 años.
-¿Se pueden imitar estos modelos o cada ciudad tiene sus particularidades?
-Todos estos son casos que hemos analizado, sistematizado y que nos inspiran. Cuando llego a Mendoza mal haría en decir hay que hacer tal cosa o lo que hizo tal ciudad.
Aquí hay una especificidad y necesita un traje hecho a medida, una solución hecha a medida. Lo interesante es que los mendocinos entren en conversación e intercambio con esas ciudades y que se inspiren y eviten errores que otros cometieron.
Perfil
De Colombia a Francia: nacido en Medellín (Colombia), Elkin Velásquez Monsalve estudió Administración Pública en Francia. Se doctoró en Planificación y Política Territorial en la Universidad de Grenoble (Francia) y se graduó en Ingeniería en la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente reside en Río de Janeiro, ciudad sede de ONU-Hábitat.
De Brasil a Mendoza: aquí, Velásquez encabezó el foro "Por qué una Nueva Agenda Urbana para América Latina", y firmó un convenio con el intendente Tadeo García Zalazar. Luego, realizó un recorrido por diferentes zonas de Godoy Cruz.