Eliseo Verón: el señor de los signos

Fallecido recientemente, el nombre del escritor, filósofo, semiólogo y catedrático argentino se rodea de reconocimientos internacionales. Sus trabajos en semiótica y análisis del discurso son indispensables para todo aquel que se plantee los problemas de

Eliseo Verón: el señor de los signos

Le interesaba entender ese encuentro entre las lógicas de los sistemas mediáticos y las lógicas de los sistemas socioindividuales y de las personas. Es decir, lo que ocurre cada vez que alguien consume el discurso de un medio, mira un diario, un filme...

En 1969, Verón escribió "Ideología y comunicación de masas: la semantización de la violencia política" , un ensayo de análisis del discurso basado en el mismo caso que Rodolfo Walsh investigó en su libro "¿Quién mató a Rosendo?" .

En 1986, junto a la socióloga Silvia Sigal, publicó "Perón o muerte": los fundamentos discursivos del fenómeno peronista, un libro donde analiza el discurso de Perón en tres etapas de la historia argentina. En él, Verón plantea la idea de que el peronismo es un dispositivo de enunciación. Y, sobre todo, sienta las bases de su estudio del discurso político.

Ya en 1988 es el turno de "La semiosis social", una de las obras ineludibles en las carreras de comunicación que abre sus estudios en torno a la televisión.

Es claro que Eliseo Verón fue un pionero del análisis de medios a nivel internacional: dejó, entre muchos estudios, una extensa teoría sobre los discursos políticos, sociales y de los medios masivos.

Ya desde "Construir el acontecimiento" (donde se enfoca en la cobertura mediática del accidente en la central nuclear de Harrisburg), Verón postulaba que los medios producen cada vez más lo que entendemos por realidad y que los acontecimientos pasan a existir cuando son mediatizados.

Transdisciplinariedad: ese concepto planteaba en torno a los problemas de la comunicación. Allí, donde se cruzan las ciencias sociales y las ciencias biológicas, con aportes de disciplinas muy nuevas, como la neurobiología o la neuropaleontología, este intelectual abría (sobre todo en sus obras más recientes) su caja de herramientas especulativas y elaboraba novedosas categorías y modelos de análisis.

Claro que, como semiólogo, se aventuró en ese largo camino que se inicia con el origen del lenguaje, sigue con la invención de la escritura, la imprenta y otros momentos relevantes en la historia de la mediatización, hasta llegar a Internet y los desafíos del presente.

"Mal que les pese a los posmodernistas, hoy tenemos algunos Grandes Relatos que contar: uno de ellos es la historia de la semiosis humana", afirmó al anunciar los aportes más interesantes de su último libro, "La semiosis social 2" , una mirada histórica sobre la evolución de la semiosis y la indagación en los orígenes de la especie en busca de los primeros fenómenos mediáticos.

La apasionante cuestión del lenguaje

Su primer libro, "Conducta, estructura y comunicación" (1968), llevaba un epígrafe de "La ideología alemana", de Marx y Engels: "El espíritu (...) se manifiesta (...) bajo la forma de lenguaje. El lenguaje es tan viejo como la conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica, la conciencia real, que existe también para los otros hombres y que, por lo tanto, comienza a existir para sí mismo".

Entonces, ¿cuál es el origen de la semiosis?En una de sus obras, Verón cuenta que en el siglo XIX en Francia estaba prohibido preguntarse por el origen biológico del lenguaje. "La razón, creo, era que pensaban que sólo se podía especular filosóficamente sobre el tema y que no había manera de tratarlo científicamente.

Detrás había una concepción del lenguaje que duró hasta hace muy poco, según la cual el lenguaje o apareció todo de golpe o no se puede explicar. No podían comprender que hubiera evolucionado", explicó. Verón focalizaba en la semiótica de Pierce, es decir, en aquella que se interesaba por todos los procesos de signo.

"Es probable que otras configuraciones semióticas muy distintas sean anteriores al lenguaje, la gestualidad, una cantidad de otros signos. Entonces la evolución se plantea de manera distinta. La ventaja de Peirce, además, es que los tres tipos de signos ?íconos, índices y símbolos (los símbolos son el lenguaje)? son cualitativamente distintos, no se puede considerar que uno es el ancestro del otro. Esa teoría más compleja da más posibilidades para tratar de leer qué pasó".

Una hipótesis podría ser que las relaciones de proximidad, el contacto físico y la gestualidad que lo acompaña, hayan sido una de las formas primeras de comunicación. Ahora bien, lo que interesaba propiamente a Verón era la relación entre el surgimiento de la semiosis y la técnica.

"Ese es un tema interesante, viene por el lado de un hecho neurológico y es que el centro de control de la mano y el de la boca están muy próximos en el cerebro: la boca que es el lugar del lenguaje y la mano que es el lugar de la técnica. Algunos autores ´yo también´ piensan que hay una relación muy estrecha entre el surgimiento de los primeros fenómenos técnicos y el surgimiento del lenguaje.

Por eso señalo que la emergencia de las industrias líticas, la construcción de útiles de piedra, constituye el primer fenómeno de la semiosis humana. Es algo muy antiguo. Como el proceso del lenguaje duró millones de años sin escritura, no se puede saber cuándo el sapiens empezó a hablar. Pero las pruebas indirectas indican que cuando empezaron a fabricar útiles, ya algo hablaban. La transmisión de las técnicas se facilita si se pueden nombrar ciertas cosas.

Algunos teóricos señalan que la complejidad de las secuencias de conducta que hay que aprender y reproducir para terminar en una punta de flecha es una complejidad comparable con una frase. Ahí habría una especie de parentesco", explicó en una entrevista a Clarín.

Los discursos en la red

Claramente, la historia humana se aceleró cada vez que hubo un dispositivo técnico de comunicación que adoptó. "Es una constante de la mediatización. Pasó desde la fabricación del útil de piedra, la imprenta, el cine, la TV y, ahora, Internet".

Verón pensaba que la red no era el culpable de la crisis de los diarios ni del fin de la TV, sino que respondía a un proceso anterior, el fin del consumo programado. "Internet destruyó las fronteras entre todas las audiencias. Ahora el consumo de los medios se parece al consumo de cualquier cosa. Ya no se sabe muy bien quién está consumiendo qué y cuándo. Curiosamente, las audiencias son mayores que antes pero están dispersas en el mundo: en YouTube un video es visto por cinco millones de personas en 48 horas. Hay una creciente divergencia entre los consumidores y la oferta. Es con lo que están luchando los grupos de comunicación", consideró.

Por otra parte, está el poder de los usuarios. "Yo puedo subir a Internet algo y ponerlo a disposición del planeta. El planeta puede no interesarse, pero si le interesa, es un discurso público", concluyó.

Las páginas de su vida

Nació en Buenos Aires en 1935. Fue, en los ?50, miembro del Grupo Contorno, junto a Ernesto Laclau, que falleció el domingo 13.

Verón se graduó en Filosofía en la UBA en 1961 y ese mismo año obtuvo una beca del Conicet con la que viajó a cursar un seminario de Antropología Social en el Collège de France con Claude Lévi-Strauss. De hecho, Verón fue el traductor de "Antropología estructural" al castellano. Un año más tarde, asistió al seminario que dictaba Roland Barthes en la Ecole Practique de Hautes Etudes. Verón se aproximó entonces a la lingüística de Ferdinand de Saussure, aunque luego desarrollaría toda su teoría en base a la semiótica de Charles Sanders Peirce.

De regreso en el país, dirigió el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Di Tella y el Departamento de Sociología de la UBA. Fundó la revista LENGUAjes y publicó el libro "Imperialismo, lucha de clases y conocimiento: 25 años de sociología en la Argentina".

En 1970 regresó a Francia. Allí, dictó clases en las universidades de Burdeos, Bayona y París. En 1985 se doctoró en la Universidad de París, en la especialidad de Lingüística. Allí fue director de la Maestría en Ciencias de la Información y Comunicación.

A fines de los '70 fue nombrado presidente de la Asociación Argentina de Semiótica. Pronto, comenzarían a publicarse sus textos de análisis.

Volvió a la Argentina en 1995 y continuó su trabajo académico: dirigió la carrera de Ciencias de Comunicación de la Universidad Bar Illán, creó en Brasil el Centro Internacional de Semiótica y Comunicación y, desde 2000 hasta 2006, dirigió la Maestría en Periodismo del Grupo Clarín, la Universidad de San Andrés y la Universidad de Columbia.

Ganó el Premio Konex en 2006 y fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Rosario.

Pero además de su prolífica carrera académica, Verón trabajó como asesor de medios y de empresas, tales como la revistas francesas Paris-Match, Elle y Marie Claire, para el Grupo Le Monde, para L'Oréal, para Renault y para Apple. En la Argentina, asesoró a su vez al Grupo Clarín y a varias privadas. Incluso, fue contratado por la productora Endemol para un estudio sobre la recepción del reality show Gran Hermano.

Fue asesor de campaña de Eduardo Duhalde durante las Elecciones presidenciales de Argentina de 2011. El 28 de agosto de 2013, participó como amicus curiae, con argumentos a favor de la actora, en el juicio sobre la Ley de Medios, en la audiencia de la Suprema Corte de Justicia.

Falleció el 15 de este mes, a los 78 años de edad.

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