Tras el apoyo del oficialismo para modificar el receso de la Justicia, distintos abogados locales se manifestaron a favor. Los criterios para la reforma varían, pero muchos coinciden en que el receso dificulta los procesos judiciales.
La propuesta comulgó en un principio con las ideas del gobernador Alfredo Cornejo sobre un Estado más eficiente. Ayer quien habló fue Dalmiro Garay, ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, para decir que había que actualizar un receso que pudo funcionar bien hace 100 años.
Ocurre que la Constitución de 1916 estableció el tiempo de un mes pero hoy se debería considerar la saturación del sistema y los días agregados de invierno.
“Tenemos que ir a un proceso mixto donde o se elimine o se acorte sustancialmente la feria. Yo apostaría a que la propia Corte lo reglamente de acuerdo a la legislación”, opinó el ministro y además abogado.
Desde la Asociación Xumek, Paula Logotteti apuntó que uno de sus principios es que “el servicio no debe interrumpirse”. Si bien aclaró que procesos vinculados a la privación de la libertad, trabajo con menores de edad y temas de género no se interrumpían durante la feria, en otros casos costaba pedir la habilitación para seguir trabajando.
Una opción que ve Logotteti es tener un sistema rotativo como el de los escribanos, en el que unos descansan en enero y otros en febrero.
Igual, en Xumek dejaron en claro que deben trabajarse “otros puntos como las condiciones carcelarias y el uso excesivo de prisiones preventivas”.
El constitucionalista Víctor Ibáñez entiende que a priori no haría falta tocar la Constitución ya que al manejarse el orden con una norma de tipo procesal podía reformularse con otra ley. “A nivel nacional se reforma con una ley nacional y para el proceso local basta con una provincial”, definió.
Vale aclarar que la Nación aplica un código distinto que afecta a los procesos federales. A nivel nacional y en el resto de las provincias la feria también es en enero, pero cada órbita tiene su propio ordenamiento en su jurisdicción. Cada una debería, entonces, modificar por separado la legislación local.
Para la abogada Nelly Simón, la feria en enero es una costumbre muy arraigada que trae algunas complicaciones. En su experiencia, los problemas empiezan antes por los feriados y las Fiestas: “Lo que no te salió 15 días antes de la feria no te sale hasta febrero. Y en julio pasa lo mismo, una semana antes te cuesta horrores”.
Desde el anonimato, otro abogado estuvo a favor del cambio argumentando que era una cuestión de costumbre y que los letrados tenían posibilidad de alternar. “Es bastante maleable, no veo grave modificar la feria”, afirmó.
Al elaborar esta nota fue incluso llamativo la dificultad de conseguir la opinión de abogados, precisamente, por la feria.
En más de un estudio respondieron que no había nadie y unos cinco letrados tenían apagados sus teléfonos.
Qué dice la ley
El descanso de los magistrados está en el artículo 46 de la Constitución provincial. Allí se habla sobre días feriados y se especifica: “El feriado judicial será de un mes por año, en la forma que la ley establezca”.
El Código Procesal Civil de Mendoza establece que no son hábiles los fines de semana, feriados, todo el mes de enero y diez días hábiles a fijar entre el 10 y el 31 de julio. Además, los jueces podrán habilitar alguno de esos días “siempre que se trate de diligencias o actuaciones urgentes”.
De todas formas, la idea no ha sido que la Justicia quede vacía y por ello el artículo 82 del Reglamento del Poder Judicial estipula que, antes del comienzo de las ferias, la Suprema Corte designará los jueces y el personal que actúen durante ella.