El Banco Central (BCRA) abandonará su objetivo de emisión cero para permitir que la cantidad de dinero en la economía crezca 2,5% mensual en septiembre y octubre. De esa manera, relaja la política monetaria para dar algo de aire a una economía que sufría por la falta de dinero.
Sin embargo, se fijaron nuevos pisos para la tasa de referencia con la idea de que con su baja no dispare a las cotizaciones paralelas del dólar. El FMI dijo que espera discutir pronto la nueva meta con las autoridades del Central.
Ayer la tasa de referencia cerró a 83,21%, la entidad no dejará que baje del 78% este mes y del 68% el mes próximo.
A través de un comunicado, el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCRA anunció que relajará su meta de base monetaria para septiembre y octubre. En contexto de controles cambiarios, la meta de base pasó a segundo plano como herramienta de estabilización, dado que el ancla ahora es cambiaria.
El BCRA explicó que luego de haber "tomado medidas para defender la estabilidad monetaria y financiera", en referencia a los controles de cambio, ha decidido adecuar su esquema monetario.
Los miembros del Copom entendieron que la cantidad de pesos en circulación se vio reducida no sólo en términos nominales, sino también por el efecto de la inflación en su valor. "La aceleración de la inflación producida por la depreciación del peso implica una reducción en la oferta real de dinero, mientras que el nuevo régimen cambiario permite proyectar una demanda real de dinero sostenida. A fin de evitar una contracción monetaria excesiva, en un contexto que ya presentaba una liquidez ajustada, se requiere actualizar las metas de base monetaria originalmente establecidas", dijeron en el comunicado.
Las nuevas metas contemplan un crecimiento de la base monetaria del 2,5% mensual en septiembre y octubre. En el caso de septiembre, explicó el Copom, la meta de base monetaria será de $ 1,377 billón, en promedio de saldos mensuales. Las ventas de divisas que haga el BCRA para contener al dólar generarán ajustes a ese objetivo.
El anuncio supone una relajación de la meta de base monetaria respecto del plan original que puede traer algún riesgo cambiario, sobre todo en las cotizaciones paralelas del dólar como el blue o el contado con liquidación. Por eso, aunque busque una relajación, la decisión de la autoridad monetaria además establece un piso más alto para la tasa de referencia, con la idea de que una baja demasiado abrupta de la tasa no genere nuevas tensiones cambiarias.
El piso para la tasa de referencia, la Leliq a una semana, pasa así del 58% actual a 78% en septiembre. Para octubre, este límite se establece en 68%. Las previsiones de inflación en esos dos meses están atrás de esos dos niveles.
"El Copom considera que estas medidas permitirán sostener una tasa de interés real positiva y retomar el proceso de desinflación a partir de octubre", dijo el comunicado.
Un leve alivio para las empresas
Para el economista Juan Manuel Pazos, de TPCG, las medidas del BCRA tienen como blanco relajar algo la política monetaria de manera tal de darle aire a una cadena de pagos muy golpeada por la falta de liquidez y las altas tasas. Pero, con la vista puesta en que las brechas cambiarias no se amplíen.
"Hoy no necesitás esa meta tan contractiva de base monetaria, pero tenés que ir administrando el trade off de que lo que liberás no te alimente la brecha. No necesitás la meta dura, pero no sabés en qué punto te pasás y te salta la brecha. Más con el vencimiento del Bopomo que se paga el lunes", dijo Pazos.
Si vos relajás un poco la meta de base, las tasas van a bajar. Si hay un poquito más de pesos primarios, acomodás un poco la cadena de pagos que viene muy golpeada, con empresas que la tienen muy difícil para su financiamiento de capital de trabajo, pagos de sueldos y demás", agregó.
En coincidencia con Pazos, Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, cree que con controles de cambio el ancla de la política monetaria es cambiaria. Y, aunque en su opinión la política monetaria no se relaja -por efecto de la inflación en el valor de la base monetaria-, si el BCRA hubiera mantenido la meta previa hubiera ahogado en exceso la economía.
"En este mar de incertidumbre, todo ancla suma. Aunque la importante, todos sabemos que es el tipo de cambio. Después de las elecciones pasará por otro lado. Será momento de que sean la política y el nuevo esquema de política económica quien ancle expectativas", dijo Caamaño.
El FMI no opina, prefiere dialogar
El FMI, a través de un vocero, no salió precisamente a respaldar la relajación de la meta de base monetaria, aunque dijo que esperan que las próximas reuniones con autoridades argentinas sean una oportunidad para discutir este tema.
"El BCRA anunció nuevas metas monetarias hoy. Esperamos que las reuniones con las autoridades argentinas en las próximas semanas sean una oportunidad para dialogar (sobre estos y otros temas). El personal del FMI sigue comprometido con Argentina y continúa trabajando con las autoridades para abordarla difícil situación que enfrenta la Argentina", dijo el vocero.
Por Matías Barbería