Elías Sánchez: el barrio de la vieja Zona Alcoholera

El lugar está en Coquimbito, en el límite con Gutiérrez. Mejorará con el asfaltado de las calles transversales al carril Gómez.

Elías Sánchez: el barrio de la vieja Zona Alcoholera
Elías Sánchez: el barrio de la vieja Zona Alcoholera

Recorriendo el carril Gómez, pasando el canal Pescara y la ex Zona Alcoholera, en el límite entre General Gutiérrez y Coquimbito, pero centro de este último distrito, se encuentra el barrio Elías Sánchez.

La referencia para ubicarlo también es una gran cerealera -Procemex- que se enfrenta a la barriada a la altura del 1917 de la vieja cinta asfáltica, que une 2 importantes vías de comunicación de la zona: Maza y Urquiza, y luego sigue hasta llegar al canal Chachingo y General Ortega.

El barrio tiene unas 120 casas, con fondos generosos de 350 m2 y algunos hasta disponen de mayor superficie. Pero no es una barriada totalmente urbanizada, ya que hay una traza irregular en algunos sectores, y las arterias que lo componen, seis en total, son de tierra: Tiburcio Benegas, Tacuarí, 1° de Mayo, Joaquín V. González y Cirilo Torán.

La denominación barrial se debe a que los antiguos vecinos decidieron recordar al loteador y dueño de las tierras donde se levantaron las calles, Elías Sánchez.

La zona es antigua y tuvo su momento de esplendor, hace muchas décadas, cuando estaban en plena actividad fincas y montes frutales. Y también se destacaba la primera zona alcoholera.

Es lo que recuerda la vecina Ana Cruz Miceli (65), quien llegó a vivir al lugar con 3 años, de la mano de sus padres italianos, Rosolino Miceli y Rosalía Drago, que procedían de Sicilia (Italia).

Corrían los años '50. Ana no se movió nunca del lugar. "Íbamos a la escuela José Albino Gutiérrez caminando desde aquí; en los días fríos llevábamos un bracerito para calentarnos en el aula".

Su esposo es Alfredo Nicoletti, quien estuvo a cargo de la unión vecinal zonal y manifiesta que debe concretarse otra vez la unión de la gente para llevar los últimos avances al sector: pavimentación de las calles perpendiculares al carril Gómez, trazado de acequias y demás obras de urbanización. "Necesitamos más apoyo municipal", fue su comentario.

Una ambición es tener una plaza. Pero, los mismos interesados se preguntan: ¿Dónde hacerla sino hay terrenos libres?. La solución sería que alguien, con sentido altruista, hiciera  donación de un predio para un espacio verde y recreativo.

Otro vecino con muchos años en el lugar es Hugo Peralta (65). Vive allí desde 1962. Su padre tenía un contrato de uva, a principios de los '60. Por entonces había unas 40 casas. "Eran domicilios grandes, algunos de adobe, con patios amplios…". De esa época queda una vivienda, abandonada, de gruesos ladrillos de barro, que perteneció a la familia López.

Al fondo del barrio, al sur, está lo que fue la gran finca de los Sottano. Cuando esa propiedad rural estaba en producción había agua de riego que corría por las acequias, y se regaban los árboles. Ahora hay solo 2 calles con esa posibilidad y los vecinos temen por el desmejoramiento de los forestales.

Los chicos de por allí no tienen establecimientos educativos  a pocas cuadras, y se reparten entre las escuelas Procesa Sarmiento, de Coquimbito, José Albino Gutiérrez, del distrito homónimo, y la Cavagnaro, de Coquimbito de Arriba.


Transportistas
Por el área hay varias familias dedicadas al transporte de carga nacional e internacional. Entre otras las de Suden, Ruggeri, Boulet, Daminato y Olivencia.

Juan Carlos Suden (49) recordó que el sector tuvo un drama ligado a la inseguridad, cuando el 15 de setiembre de 1999 asaltantes mataron alevosamente al entonces joven empresario del camión, Jorge Boulet. Tenía 43 años.

En materia de transporte de pasajeros, la zona está servida por las unidades de la firma Maipú, de Valentín Luis Estoco. No faltó quien recordara la forma más "campechana" de transporte de décadas pasadas, cuando el servicio lo hacían los coches de El Favorito, de los Rauek, entre otros con un pintoresco Chevrolet 1946.

"Eran viajes muy simpáticos, los choferes no tenían las urgencias de hoy, y en ocasiones salían de recorrido para acercar a alguna señora cargada con paquetes o alguna persona mayor", evocaron los esposos Jesús González e Inés Roldán, dedicados a la preparación de comidas para fiestas familiares.

El papá de Jesús, Juan Manuel González (85), es uno de los más longevos de este rincón. "Yo estoy por aquí desde 1974; venía desde el centro de Coquimbito con un reparto de verdura, y luego me establecí con casa, así conozco mucho estos pagos", comentó.

Otro pionero es José Araujo (72), un dedicado apicultor, actividad en la que continua uno de sus hijos. Producen miel a escala familia en el domicilio y la venden a diversos clientes de las cercanías.

Aparte de las empresas de la ex alcoholera, este punto tiene diversos negocios, como un taller metalúrgico, una carpintería (de Tito Vigar), la panadería López, el vivero de Alberto Suden y un pequeño restaurante, en el que comen empleados y camioneros que están relacionados con la cerealera ya mencionada.

El barrio más cercano es El Rosal, hacia el oeste del canal Pescara y detrás del Elías Sánchez se encuentra el asentamiento Alberdi.

En la zona todavía quedan resabios de su pasado agrícola, con parcelas de olivos, algunas viñas (con variedades pinot y semillón), montes frutales y una pequeña quinta de almendras.

Finalmente cabe decir que con más aporte municipal, que según todos los indicios se concretará en 2015 a través del asfalto, la zona descripta mejorará, según afirman los pobladores del pintoresco sitio.

En el área se radicaron importantes industrias

Pegada al barrio está lo que queda de la primera zona alcoholera departamental. Según relata Julio Fernández Peláez, en su libro "Historia de Maipú", fue inaugurada el 23 de noviembre de 1935.

El gran complejo industrial funcionó en un terreno cercado de 14 hectáreas, con una sola puerta de ingreso rodeada por 4 calles. En ella se trabajaban los derivados de la fabricación del vino, el escobajo de uva, la semilla, derivados alcohólicos y ácidos tartáricos.

El historiador citado refiere una circunstancia que ya no es afín a la realidad actual: "Todas las industrias derivadas de la vitivinicultura y afines tienen hoy en la Zona Alcoholera lugar y ambiente propicio para trabajar y prosperar". Lo escribía en  1961.

Fuentes gremiales del Sindicato del Personal de Industrias Químicas de Maipú señalaron que ya no están allí los grandes establecimientos ICI Duperial (mudado a Palmira) ni la Compañía Química.

Si funciona Tarcol SA (ex Orandi y Massera), que según su página en internet produce a partir de la transformación de los subproductos de la industria vitivinícola, alcoholes vínicos y de vino, ácido tartárico, aceite de pepita de uva y abonos naturales.

Y también está emplazada en ese perímetro industrial Aceites Mendoza (que elabora el producto a partir de la uva), de capitales chilenos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA