Al hacer un repaso por las distintas etapas que marcaron su vida personal y profesional, ella asegura que un hilo conductor las unió: su ímpetu por defender sus convicciones, mediante el autoconocimiento y la fuerza necesaria para siempre alcanzar los objetivos que se propuso.
Eliana Bórmida es de esas mujeres que no flaquea ante las adversidades y a su paso deja marcas que otros toman como ejemplo.
A su trayectoria como investigadora, docente y figura destacada de los mendocinos, se suma la de ser la arquitecta que ha dejado su impronta en numerosas bodegas de la provincia a través del estudio del que es socia, Bórmida & Yanzón arquitectos.
En el marco del octavo Ciclo de Encuentros realizado por Los Andes, el jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la reconocida profesional formó parte del grupo de tres invitadas, entre las que también estuvieron la vicegobernadora Laura Montero y la empresaria internacional Margareth Henríquez.
El escenario elegido para esta edición fue la Bodega Chandon (ubicada en Agrelo, Luján de Cuyo). Con un paisaje rodeado de viñas y en una charla distendida, Bórmida compartió su experiencia personal como mujer, madre y empresaria pero también compartió su visión sobre las temáticas en materia de género que hoy se plantean en el plano social.
-¿Qué espacio considera que ha logrado la mujer dentro del ámbito empresarial?
-Creo que depende del círculo donde uno se mueva. Hay lugares donde se comprende muy bien la igualdad entre los géneros y hay otros en los que eso aún no se ha logrado. Me refiero inclusive a estratos altos.
-¿A lo largo de su carrera profesional y laboral, vivió situaciones incómodas por ser mujer?
-Sí, no muchas. Pero sí viví momentos en los que me sentí frenada para dar lo mejor de mí o manejarme con naturalidad en directorios de instituciones académicas. No siempre, pero en casos muy puntuales llegué a sentir bullying, y de hecho he tenido que renunciar. En esos casos, creo que el hecho de ser mujer fue un factor. Recalco que han sido dos excepciones a lo largo de mi vida profesional.
-Los cambios actuales en materia de derechos femeninos han colaborado a visibilizar cuando esto sucede. ¿Lo ha notado al trabajar con equipos?
-Creo que se ha dado un paso enorme en este sentido. En general, hoy el 95% de las situaciones en que se trabaja con otras personas son amigables, uno puede trabajar bien en equipo porque las personas son muy receptivas. Se puede trabajar en un marco de respeto y confianza.
A lo largo de más de 40 años en los que el estudio que fundó con su actual socio y ex esposo, Mario Yanzón, se solidificó en la provincia, el país y el mundo gracias a la magnitud de las obras que logró en el plano vitivinícola, Bórmida aprendió que la equidad entre géneros debe ser una construcción diaria. Asegura que en su caso la situación fue particular: su socio y compañero de trabajo también era su esposo y padre de sus hijas.
Cuenta Bórmida que allá por 1972, cuando la pareja decidió formar el estudio de arquitectos, la condición masculina se concebía distinta a la actualidad. “Tuve mucho apoyo en un sentido y mucho bloqueo en otro. Pero siempre pude desarrollar mi carrera y mi trabajo. Si hubiese tenido otro compañero a mi lado, tal vez no hubiese podido hacer todo eso”, confía la destacada arquitecta mendocina.
-En los 70 aún había conceptos patriarcales muy marcados... ¿cómo logró reafirmarse?
-Sí, en aquella época el desempeño profesional no fue tan sencillo, por dos motivos: me habían enseñado a que no tenía que contradecir al hombre y cuando empecé a decir lo tomaban como una contradicción. Ahí empezaron roces y momentos complicados porque además se unía la vida de pareja.
-¿Cómo lograron el equilibrio?
-Cuando decidimos ser socios y no pareja. Es difícil trabajar juntos y ser pareja. Es algo que hay que trabajar mucho.
-¿Siente que en su estudio se trabaja con igualdad?
-Claro que sí. Es una característica. Hace más de 40 años que estamos y siempre hombres y mujeres han integrado equipos de trabajo. Creo que en este sentido es fundamental desarrollar dentro de los lugares de trabajo una microcultura, porque es en esos pequeños universos donde se pulen y practican valores, personalidades y visiones que luego se pueden ampliar a escalas mayores.
-¿Cuáles considera son sus mayores fortalezas?
-Creo que la mayor fortaleza de toda mujer es conocerse a sí misma. Uno tiene que conocer sus fortalezas y debilidades, porque es la mejor manera de perfilar la personalidad a lo largo de la vida. Sobre todo cuando uno va adquiriendo responsabilidades mayores, tomando decisiones de peso, es fundamental saber cuáles son las propias limitaciones para buscar equipos y afrontar las situaciones.
Conciencia femenina
Bórmida no es ajena a las problemáticas que atañen a la mujer. Concibe, de hecho, que hoy vivimos en una sociedad mucho más consciente en comparación a la de décadas atrás.
-Hoy, el tema del acoso sexual en diferentes ámbitos en que la mujer se desarrolla está más visibilizado. ¿Qué piensa sobre esto?
-Hay dos aspectos en lo relativo a la concepción de la mujer como mercancía. Creo que por un lado, hay toda una difusión de la mujer objeto y por el otro hay mujeres que trabajan en ese campo y saben cómo moverse. En esos casos, me parece que no se tienen que quejar porque es su campo de trabajo y saben a qué se exponen. En cambio, hay otros campos distintos donde no están preparadas para afrontarlo. Creo que las mujeres están muy conscientes de todo eso. Creo que a veces las personas magnifican. A veces en mi estudio soy muy exigente, espero que nadie diga que yo acoso.
-¿Cuál es su mensaje para las mujeres que quieren salir adelante con un proyecto personal y empresarial?
-Que se conozcan a ellas mismas, que se pregunten y chequeen qué es lo que les gusta, qué es lo que hacen bien y qué dones consideran que tienen. Nunca hay que abandonar lo que se considera que es una fortaleza y buscar ayuda en los aspectos en los que hay más debilidad. Creo que si alguien tiene talento en algo, alguien más lo va a descubrir. No hay que tener miedo y sí mucha confianza en sí misma.
Perfil
Profesión: Arquitecta con larga experiencia en el mundo del vino, enfocada en la región de Mendoza.
Trabajo: es la titular del estudio Bórmida & Yanzón Arquitectos, reconocido internacionalmente por sus proyectos de bodegas para importantes empresas.
Logros: es profesora emérita de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza y Cavaliere dell'Ordine della Stella della Solidarietà, conferido por la Presidencia de la República de Italia.
En 2012 su estudio recibió el premio Konex de Arquitectura y en 2014 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Mendoza.
