De pequeña, amaneceres y atardeceres la inspiraron. Luego de una encrucijada entre luz y dibujo para animación, eligió profundizar en la luz y a partir de allí nunca se detuvo. Su pasión y su perspectiva se entremezclan con su trabajo, lleno de experiencias de viaje, enseñanza, desafíos y aprendizaje.
Eli está convencida de que “la luz es efectiva para movilizarnos, provocarnos emociones, sensaciones. A mí la luz me suelta lágrimas”. Este año lleva más allá su pasión, a nivel latinoamericano, contó: “este año quiero dedicarme más a asentar el rol profesional en este país y lograr un grupo latinoamericano fuerte, cosa en la que ya muchos diseñadores de iluminación de habla hispana en diversos países venimos trabajando”. Una mujer que apuesta a la luz, que es de lo que vive y se alimenta.
Eli es arquitecta, se especializó en diseño de iluminación y es profesora nacional de Grabado y Dibujo. Actualmente enseña en la Universidad de Buenos Aires y en el Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA). Grandes y pequeñas salas son su lienzo, pinta luces y escenografías para ópera y teatro, en lugares como el teatro Colón de Buenos Aires o el espacio cultural Julio Le Parc de Mendoza.
Embebidas en su creatividad lumínica se han sumergido varias compañías de danza como Nucleodanza, El Escote (con las que realizó giras por Europa, Asia y América), el Ballet Argentino y el ballet del Teatro Colón.
Aún falta lo mejor. Cuando Eli visitó por primera vez el espacio cultural Julio Le Parc durante Vendimia, se empezó a gestar una idea. Esta idea se concretó en el convenio que el Ministerio de Cultura de la provincia ha realizado con el IUNA. Con el objetivo de vincularse con el área de técnica (iluminación, escenografía, etc.) en lo actoral y en el ámbito del contenido, durante los dos años de gestión. Un puntapié inicial para la circulación de artistas locales y producciones del IUNA.
Eli estará en la provincia por estos días (el 31 de julio) para hacerle honor a este convenio, con seminarios acerca del diseño lumínico.
Una vida a velocidad luz
- ¿Cuál es el origen de tu interés por la luz?
- En mi infancia sólo tengo recuerdos de amaneceres y atardeceres. Veía mucho cine arte y me llamaba la atención la fotografía de las películas. Hasta pensé en algún momento seguir dirección de fotografía en cine. Pero descubrí la luz como lenguaje y su potencial haciendo un seminario con Ernesto Diz.
- ¿Cuáles son esas sensaciones, esos estados y emociones, a los que te remite la luz?
- La luz remite a todo. Somos devoradores de luz. Comemos luz, somos seres de luz. Así que hay algo inherente a nosotros de manera esencial. Y por eso la luz es tan efectiva para movilizarnos, provocarnos emociones, sensaciones. A mí la luz me suelta lágrimas. Una puesta de sol, un amanecer me emociona. Un color. Me fascina despertar de madrugada y encontrarme con el color, el contraste, la forma que da la luz a las cosas en ese momento, y cómo muta minuto a minuto hasta develarse en el paisaje y escena cotidiana.
¿Cómo es el proceso para crear un mensaje artístico con la luz?
- Hay mucho de intuición. Me encuentro con un ensayo, un objeto, algo donde provocar una escena lumínica y de pronto imagino la forma en que querría que sucediese, cómo mostrarlo, cómo cambia en el tiempo o no, qué sensación se asocia a eso que quiero hacer y cómo activar la sensación a través de la luz. A veces esa intuición la tengo que consensuar con un director o un escenógrafo, o con un estudio de arquitectura, pero cada vez me preguntan menos y me dejar hacer más.
- ¿Cuál es la propuesta más ambiciosa que has abordado?
- Si hoy pienso en la pregunta, creo que el show multimedia de San Ignacio, porque las condiciones climáticas de trabajo nocturno, en un área tan grande y tan inhóspita, fueron complicadas.
El show multimedia de San Ignacio del que Eli nos habla, es un espectáculo que tiene como escenario la Misión Jesuítica de San Ignacio Miní. La imagen, el sonido, la tecnología de vanguardia y la escenografía (las ruinas del parque) componen este ambicioso show. Se proyectan imágenes en paredes de bruma generadas artificialmente, hay actores virtuales, efectos multimedia y un deslumbrante despliegue artístico y tecnológico. Todo un viaje al pasado construido desde el presente.
- ¿Qué te ha dejado la trayectoria profesional de éstos años?
- Me he dedicado mucho a enseñar, además de aprender de cada una de las puestas que hice. La luz es una sustancia poderosa y se manifiesta de esa manera. Entendí su potencial y aprendí y sigo aprendiendo a manipularlo y controlarlo, y eso es también lo que enseño. Pero siento que lo que más rédito tiene siempre es lo humano. Emocionar al otro, hacer al otro transitar determinados recuerdos, usarlo como caja proyectiva.
- ¿Cuáles son tus proyectosfuturos?
- Dedicarme un poco más a la escritura y la investigación sobre la luz. Avanzar con asentar el rol profesional en este país y lograr un grupo latinoamericano fuerte. Este año se van a hacer las terceras jornadas del Encuentro Iberoamericano de Lighting Designers (EILD) en Medellín y estamos todos muy entusiasmados con eso. Para todos esos proyectos tengo que parar un poco la máquina hacedora, pero para mí no es fácil: ya tengo la agenda casi completa para este año, entre viajes y compromisos ya tomados.