Desde prensa del Poder Judicial se informó que el llamado "triple femicidio del barrio Trapiche" fue elevado a juicio oral por el fiscal Gustavo Pirrello. El caso, en el que fueron asesinadas Lorena Arias (30), Marta Ortiz (46) y Silda Díaz (90) y que tiene como único imputado a Daniel Zalazar (30), ocurrió el 23 de octubre del año pasado.
Lorena había sido pareja de Zalazar; mientras que Marta Ortiz era tía de ella y Silda Díaz, su abuela. Las tres fueron asesinadas a puñaladas.
En diciembre pasado la jueza Érica Sánchez dictó la prisión preventiva contra Zalazar, quien se desempeñaba como profesor de taekwondo hasta que ocurrió la masacre.
Su abogado defensor, Eduardo Annibaldi, no se opuso aunque pidió la nulidad de las pericias psiquiátricas realizadas a su defendido por el Cuerpo Médico Forense. La magistrada negó la solicitud. Esos estudios indicaron que el hombre no es alienado mental y tiene el juicio crítico conservado, es decir, que es imputable.
Desde octubre, Zalazar espera en una celda del pabellón 5 de Boulogne Sur Mer que la Justicia termine de sellar su destino. Hace poco fue el vocero de presos por violencia de género que hicieron una protesta.
Las pruebas en su contra son muchas y contundentes: el relato de los hijos de Claudia (el que resultó herido y el que se escondió en el baúl); los mensajes y llamados de los teléfonos que marcan el periplo del hombre; los cuchillos y la tijera usados en los tres crímenes; la ropa secuestrada y los ADN.
"Los estudios de ADN permiten ubicar a Zalazar en la escena del crimen", explicó una fuente judicial consultada. Frente al complejo panorama que había en la vivienda, los peritos tomaron muestras de sangre de una reja, de una heladera que estaba en el patio, de los dos cuchillos, de la ropa, del auto.
En todos los casos se encontró el perfil genético del imputado.
Además, se halló material genético de Zalazar y del niño agredido en un cuchillo y en una zapatilla de Zalazar que dejó una huella ensangrentada. En la tijera (encontrada en un contenedor con otras pertenencias del sospechoso) había rastros de ADN de Claudia y de su tía.
La causa ha sido radicada en la Quinta Cámara del Crimen y todavía no hay fecha de inicio del debate, aunque el imputado tiene la posibilidad de apelar ante una Cámara.