El Gobierno modificó el esquema tributario para pequeñas y medianas empresas. Así, se eleva 400% el monto mínimo a partir del cual se retiene ganancias y 135% en el caso del IVA, tributo que las pymes podrán pagar trimestralmente sin intereses.
“Hemos implementado una serie de medidas a favor de las pymes con el objetivo de promover la inversión y generar empleo a través de una reducción en la presión fiscal, simplificación administrativa, reducción del estrés financiero y más crédito”, señaló el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
El Gobierno nacional lanzó ayer un paquete de medidas impositivas para favorecer a pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores autónomos, en respuesta a los pedidos de los empresarios, que permite un alivio sustancial sobre la posición financiera de este sector que representa el 99% de la cantidad de empresas existentes en el país y el 71% del empleo argentino.
La decisión se corporizó a través de la AFIP que estableció la posibilidad de diferir el pago del IVA a 90 días de emitida la facturación correspondiente a cada operación.
El beneficio para los contribuyentes por el diferimiento del IVA ronda los $ 5.000 millones, que automáticamente se traduce en capital de trabajo disponible durante 90 días, estimó la AFIP.
Cabrera destacó que la minimización de los saldos, a favor de IVA y Ganancias, “permitirá bajar el nivel de retenciones, favoreciendo de esta manera a unas 280.000 pymes”.
En tanto, los autónomos podrán liquidar el saldo de ese impuesto en forma trimestral. La medida es para todos los responsables del impuesto según los niveles de facturación: para los servicios profesionales hasta $ 2.500.000 anuales; las actividades agropecuarias, si facturan menos de $ 100 millones anuales; en comercio, menos de $ 450 millones.
La presentación de la Declaración Jurada, no obstante, sigue siendo mensual y el beneficio, que se otorga por un año y puede ser renovado, decae ante la falta de presentación de tres declaraciones juradas mensuales o el no pago de un IVA trimestral.