Elena Schnell: “El teatro es transformación”

La actriz le cuenta a los lectores de Estilo sobre este nuevo camino que comenzará en España, donde residirá luego de presentar “Mi humo al sol”. Sus principales vivencias, sus proyectos y su compromiso con el teatro y la Salud Mental tienen voz.

Elena Schnell: “El teatro es transformación”

Cuando tenía 14 años, iba con un grupo de adolescentes al Seminario de Jolie Libois en Córdoba. Así fue mi primer acercamiento al teatro, que me llamó la atención desde el principio por el juego de la representación, el trabajo con el otro...

Es que siempre he sido quizás un poco más solitaria en mi vida privada, como cuando era niña y quería jugar: En el teatro encontré el grupo para desarrollar ese juego.

En el teatro siempre es uno mismo el que se transforma, en el juego de roles, de personajes, del espacio. El arte de la transformación de uno mismo, donde se prueba que uno puede modificar desde su postura, su voz, su gesto, pero modificarse también con los otros.

Pero esto no lo pensaba cuando empecé, sino que lo reflexiono ahora, después de haber transitado tantos años, después de haber hecho del teatro mi querida profesión.

Estuve en Córdoba hasta mis 26 años, que fue cuando me fui a Europa. Pero antes, me llevé el aprendizaje de grandes maestros como Graciela Ferrari, que fue integrante del famoso Libre Teatro Libre: ella me marcó la disciplina del arte, la constancia, el método antropológico, que era el que traía ella después de haber vivido en Europa, exiliada en los años ‘70. Allá, en Europa, estuve hasta los 30 años, y en el ‘95 llegué a Mendoza.

Uno vuelve siempre...

Acá empecé a hacer teatro después del 2000, porque al principio tenía mis hijos chiquitos. Ingresé a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo y la idea fue organizar ahí la experiencia que ya tenía, poder sistematizar mi conocimiento.

Paralelamente, formé con dos compañeras de estudio “Trama de aguas”: éramos en un principio tres actrices, que nos organizamos, creamos dramaturgia propia, con textos e ideas que queríamos hacer, siempre situadas en el universo femenino. Ahí trabajamos textos de Rodrigo García, uno a los que más acudimos, además de textitos de Milan Kundera y Tennessee Williams.

Seguí trabajando allí y, antes de "Mi Humo al Sol", conformamos el elenco Ven que te tiente Teatro, donde seguimos el trabajo y la temática de mujeres: un grupo de actrices que salimos de la facultad y que decidimos que Roberto Aguirre (Buenos Aires) nos dirigiera.

Así hicimos “Querer a las hermanas”, “Las troyanas” y “Petra”, con las que tuvimos reconocimiento, pero yo no podía quedarme quieta, porque siempre me gustó mucho incursionar en cosas nuevas (como la vez que hice “El vuelo del dragón” con Ariel Blasco, que fue una experiencia hermosa, muy divertida).

Así llegó “Mi humo al sol”, que antes del estreno, en 2013, estuvimos ensayando un año entero con Marina Occhionero, con la que convocamos a Manu (García Migani), que la empezó a escribir.

Fue un trabajo muy minucioso, muy bien dirigido por él. Y eso que yo en algún momento me resistía, porque yo venía de trabajar a “lo clásico”. Imaginate, yo hacía de Hécuba, hacía obras de García Lorca o Albert Camus, que me encantaban, y ahora era meterme en algo tan simple, tan cotidiano, sufrido, marginado... todo eso me costó en principio, sí, pero después me dejé escuchar (siempre me ha costado trabajar con directores, lo tengo que confesar).

Pero Manuel hizo un trabajo muy minucioso y yo traté de escucharlo y poder transformarme. Era algo totalmente nuevo, porque Sonia, la protagonista, ni siquiera es el antihéroe: esta pobre mujer lo único que busca es vincularse nuevamente después de tantos años con su hija.

Así empezamos a andar con esta obra, y ya estamos entrando en el quinto año de representación. Hoy nos preparamos con la Miranda (Sauervein), yo me pongo el saquito largo y ella el casco, respiramos profundo y ya sabemos que entramos en el universo de “Mi humo al sol”, que habla de un vínculo tan sentido y sufrido.

¿Habrá algo autobiográfico ahí? Puede que sí. Por ejemplo, hay una escena donde Sonia se acerca a su hija y le hace una trenza. Cuando en aquel momento sugerimos y mostramos ese acercamiento, a mí me hacía acordar a cuando yo, de adolescente, me levantaba y a las siete de la mañana mi madre me peinaba, ¡y yo ya era una adolescente, no una niña!

Es uno de los recuerdos más bellos que tengo. Muy emocionante, porque yo también tengo una hija: sé cómo se siente. Es una de las escenas más bellas, y más simples, y profundas, que haya actuado.

Además, preparé este personaje con mucha observación. Es que la observación, la mirada, son elementos importantes en el teatro. De hecho, ahora les estoy hablando desde la explanada del Hospital Carlos Pereyra, que es el lugar donde trabajo desde el año '95. Acá hago un taller de teatro y trabajo en rehabilitación, poniendo los métodos y las técnicas de teatro al servicio de un taller terapéutico para personas que están internadas o en tratamiento ambulatorio.

Muchos, muchos años trabajando ahí (tengo un libro escrito y trabajos de investigación sobre teatro y salud mental).  Aquí empecé a trabajar en los talleres con la estructura del método antropológico teatral, donde se trabaja a partir de la corporalidad: todo tiene que ver con el gesto, la postura, el equilibrio, el apoyo, todas cosas físicas.

Así, de a poco, de a poco, después de transitar tanto tiempo, esos talleres estructurados que tenía se fueron transformando en un devenir, donde tengo que estar muy atenta a todo lo que pasa. En las personas que vienen  a este taller, un gesto, un comentario, una acción, algo mínimo que pueda suceder en ellos es señal de transformación.

Algo pasa en la transformación de estas personas, que entran, a veces sin ganas, a veces somnolientas o con algunos de sus tratamientos y después de transitarlo, de ponerse en acción, algo se modifica, algo pasa: ¿y dónde lo notás? En la mirada. Tengo un trabajo de investigación, todavía en curso, sobre la mirada de las personas y la mirada en el teatro, que como ya dije es un elemento crucial.

Uno de mis propósitos en este viaje, en el que vamos a presentar “Mi humo al sol” en España, es también, después de tantos años trabajando acá en el “campo”, haciendo proyectos de arte e inclusión con la facultad, especializarme en esto allá, conocer experiencias y contar las mías.

Veré qué puedo aprender allá, me quedaré un tiempo. Y sí, claro que voy a volver, tengo en Argentina a mis hijos y a mis padres. Es como dice la canción: “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”. Quizás por eso también es que ahora vuelvo a algunos rincones de Europa donde descubrí, de alguna manera, la felicidad.

De acá me llevo muchos recuerdos, muchos mejores recuerdos. Creo que hay algo especial que me une con Mendoza, algo que me hizo venir acá. Pero lo más de lo más, lo que mejor resume mi paso por Mendoza es tener un hijo nacido acá. Nació hace 20 años, producto de mi amor por esta tierra, y también de un gran amor.

Sobre la gira

“Mi humo al sol” se mantuvo en escena cuatro temporadas y hoy tendrá su última función (ver ficha). La obra relata el encuentro inesperado entre dos mujeres que, aparentemente, no se conocen, aunque parecen hablar un lenguaje común: un pasado, un momento, vacíos inconfesados.

Es la cuarta obra escrita y dirigida por Manuel García Migani (dramaturgo, director y actor sanjuanino radicado aquí), y obtuvo numerosos elogios de la crítica especializada de Mendoza, Buenos Aires y Santa Fe y (entre sus diversos premios) se destacan Mejor obra, Mejor actriz protagónica -Schnell- y Mejor texto mendocino en el Festival de Estrenos de Teatro de 2013 y en los Premios Escenario.

En España, la gira (gestionada de forma independiente por las actrices) empezará en Madrid (Teatro de la vida; el 28 de febrero), luego Asturias (Teatro Sala Loreto; el 3 de marzo) y terminará en Barcelona (Comediarte; 5 y 7 de marzo).

La ficha

"Mi humo al sol", función despedida

Dramaturgia y dirección: Manuel García Migani.
Actúan: Elena Schnell y Miranda Sauervein.
Fecha y hora: Hoy, a las 21.30. 
Lugar: Teatro El Taller (Granaderos 1964). 
Entrada general: $100. 
Reservas: 155-430625.

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