Nuevamente la dirigencia política mendocina plantea la posibilidad de llevar a cabo un desdoblamiento en el calendario electoral previsto para el año próximo. Esta vez la iniciativa corresponde al oficialismo.
Varios intendentes del PJ sugieren fijar una fecha diferente a la que se establezca para elegir presidente, legisladores nacionales y provinciales y gobernador. ¿La razón? Defender sus fortalezas territoriales ante un escenario electoral que se presenta complejo para el justicialismo en la provincia, según argumentaron, por la caída de imagen del gobierno nacional y su posible arrastre hacia la gestión local.
El jefe departamental de San Rafael, Emir Félix, fue quien reconoció ante este diario que en su comuna se están evaluando los aspectos legales a contemplar para poder llevar a cabo la iniciativa. Y otros intendentes coincidieron en el planteo, pero prefirieron mantener por ahora en reserva sus nombres para no generar algún conflicto en el partido o con el Ejecutivo.
Como responsable de la determinación de la fecha electoral, el Gobernador de la Provincia hizo conocer su punto de vista sobre la intención planteada por algunos jefes comunales de su partido.
A través de voceros, Francisco Pérez aclaró que la prioridad sigue siendo la convocatoria a primarias abiertas (PASO) y elecciones generales conjuntas tanto a nivel nacional, como provincial y municipal. Y ante la preocupación de algunos jefes departamentales, estarían admitiendo desde el Ejecutivo que una segunda posibilidad sería la de desdoblar las PASO provinciales y municipales de las nacionales, manteniendo la misma fecha para las elecciones generales tanto nacional, como provincial y municipal.
Queda en evidencia que también de parte del Gobierno hay especulación en la toma de decisiones, tal vez incluso en base a la mejor imagen que puedan llegar a tener los intendentes.
Esta nueva intentona electoral blanqueada por los jefes departamentales del PJ debería una vez más llamar a la reflexión a la dirigencia política provincial, tanto del oficialismo como de la oposición, sobre la urgencia de establecer reglas claras, definidas, con respecto a las fechas en las que se debe convocar a elecciones generales y ahora también al sistema de primarias abiertas.
Más de una vez se ha expresado desde estas columnas que la posibilidad de una separación entre la convocatoria a elecciones nacionales de las provinciales y municipales debe ser un tema a contemplar por la necesidad que tiene el electorado de evaluar y diferenciar debidamente las distintas gestiones y votar en consecuencia, valorando por separado los asuntos de índole nacional de los que incumben a la Provincia y al día a día del quehacer comunal.
Los ejemplos recientes de elecciones municipales separadas en Capital y San Carlos pueden servir como ejemplo. Pero de ninguna manera se puede seguir tolerando que la especulación sea lo que predomina a la hora de determinar qué día se debe convocar a las urnas.
Como en el caso de la pregonada reforma de la Constitución provincial, el sistema electoral mendocino necesita un trato más serio por parte de la política local.
