Santa Rosa elige intendente y abre el año electoral

Los santarrosinos eligen hoy a la intendenta que completará el mandato de Salgado. Se enfrentan la radical que conduce ahora la comuna, Norma Trigo, y una ex reina vendimial, Flor Destéfanis.

Santa Rosa elige intendente y abre el año electoral

A partir de las 8 de la mañana de hoy, 13.469 santarrosinos irán a las urnas para definir quién será la intendenta que terminará con el mandato que dejó inconcluso Sergio Salgado. Por primera vez en la provincia dos mujeres son las únicas candidatas y por primera vez una de ellas será ungida por el voto popular como jefa comunal

Una de las mujeres es la presidenta del Concejo Deliberante a cargo de la Intendencia, Norma Trigo. La otra es la ex reina nacional de la Vendimia Flor Destéfanis. La primera es radical, la segunda representa al peronismo. En caso de ser Trigo la electa, será la primera vez desde 1983 que el radicalismo pone a alguien de sus filas en el sillón comunal de Santa Rosa.

Muchas primeras veces. Los santarrosinos son pioneros en varios aspectos de este proceso electoral, aunque algunas de esas primeras veces se produjeron en la Primaria Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO) del 11 de diciembre pasado.

Esa fue la primera vez que alguien en Mendoza votaba con una máquina que imprime in situ la boleta en la que consta el sufragio. Ahora será la primera vez que alguien en nuestra provincia es electo por ese sistema conocido como Boleta Unica Electrónica.

Por todas esas cosas la elección de Santa Rosa es interesante. Es una prueba para lo que vendrá: en las elecciones de legisladores provinciales y concejales que se vienen en toda la provincia, la mitad del padrón electoral deberá votar con Boleta Unica Electrónica. En Santa Rosa están pasando esa prueba que el resto de los mendocinos pasará en los próximos meses.

El secretario de la Junta Electoral de Mendoza Alfredo dice que ya concluyeron las capacitaciones de los presidentes de mesa, “a las que lógicamente concurrió menos gente porque ya pasaron la experiencia de la PASO”, expresó.

Más de 13 mil santarrosinos distribuidos en 42 mesas. Nueve de ellas en la Villa Cabecera, 14 en Las Catitas (el pueblo del que es oriunda Trigo), 10 mesas en La Dormida (el lugar donde Destéfanis se siente local). Las nueve mesas restantes están ubicadas en el resto de la geografía del departamento, lo más llamativo es que hay tres localidades con una mesa: Ñancuñan, El Marcado y La Cienaguita.

Puebla recuerda que son 43 mesas. A las 42 donde votan los santarrosinos hay que sumarle una de extranjeros que se ubica en la sede municipal del departamento.

Quizá la distribución de las mesas no parezca un dato interesante, pero algo de peso tiene en la elección. No es casualidad que las dos candidatas vengan de los pueblos con mayor cantidad de mesas; los lugares con mayor cantidad de habitantes en un departamento de una gran extensión, 8.510 kilómetros cuadrados (casi el 6% de la superficie de toda la provincia).

Según el censo 2010, en Santa Rosa hay 16.374 habitantes, casi dos mil más de lo que votan hoy. Esos números, comparados con los 56 kilómetros cuadrados de la Ciudad de Mendoza y sus 115.041 habitantes, de los cuales votan casi 100 mil en 307 mesas, hablan de votos, posibilidades y olvido.

En ese lugar dos mujeres compiten por llegar a la intendencia y ocupar el cargo por dos años. El 1 de abril del año pasado, Sergio Salgado firmó su renuncia al cargo en una celda de Contraventores, en el Palacio Policial de la Ciudad. Unos días después, Trigo se sentaba interinamente en la intendencia hasta que se llamara elecciones.

El llamado llegó. Primero las PASO del 11 de diciembre, para que los santarrosinos decidieran entre los aspirantes internos de cada partido. En esa fecha el Frente Santa Rosa Cambia se obtuvo casi 6.500 votos entre sus cuatro candidatos, el 66% de los emitidos ese domingo. De todos esos sufragios, Trigo obtuvo casi tres mil que la transformaron en ganadora de la primaria por el frente del oficialismo conformado por UCR, PD, Pro, Partido Socialista, Libres del Sur y Coalición Cívica-Ari.

Del otro lado, Destéfanis le ganó a los otros aspirantes del Partido Justicialista; espacio que por primera vez en más de una década dejó de lado la denominación Frente para la Victoria. El dato curioso es que los votos obtenidos por los cuatro candidatos del PJ sumaron casi tres mil votos, más o menos lo mismo que obtuvo Trigo.

Destéfanis sacó 1.600 votos que le permitieron ser la representante del peronismo en esta elección. Un peronismo, que tras las sucesivas derrotas de 2015, vio en esta votación una posibilidad de recuperarse, de revivir.

Otro dato de esa elección es que cada uno de los candidatos del Unión por Santa Rosa y Partido Obrero rondaron el 1,5% de los votos, resultado que los dejó fuera de la general. El límite que impone la ley provincial de PASO es el 3% de los sufragios.

Salgado, el otro protagonista de la elección

Sergio Salgado es figura principal de esta elección aún cuando no compite. Él comandaba los destinos de una comuna que prácticamente estaba en bancarrota.

Es más, uno de los motivos por los que estuvo preso durante ocho meses fue por haber emitido cheques sin fondo. Dicen que esos cheques fueron cambiados en “cuevas” para poder cubrir el agobiante rojo municipal.

Salgado fue electo en 2007; fue removido de su cargo por una rebelión del Concejo Deliberante, restituido por la Justicia, reelecto en 2011 y vuelto a elegir en junio de 2015. En noviembre de ese año los municipales desataron su furia: les adeudaban cuatro meses de sueldo y tomaron la Municipalidad.

En febrero, el fiscal Santiago Garay allanó las oficinas municipales. Por aquellos días pesaban sobre el entonces intendente una docena de denuncias, entre ellas una por violencia de género que actualmente está en juicio oral.

El 28 de marzo trascendió la orden de detención del fiscal Garay. El 31 de marzo fue finalmente detenido y alojado en Contraventores. Allí firmó su renuncia a la intendencia el 1 de abril; horas después fue trasladado al penal de San Felipe, de dónde fue liberado el 25 de noviembre. Estuvo 239 días preso.

En el fallo de la Suprema Corte que lo liberó, se indica que está libre porque no hay riesgo procesal (que pueda alterar prueba o testimonios) o de fuga; pero también afirman que el delito de administración fraudulenta está probado.

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