Elaboran 41 vacunas contra el coronavirus y ya están en fase de prueba

Mientras el mundo se queda en casa para evitar la propagación, laboratorios trabajan para lograr un antídoto.

Elaboran 41 vacunas contra el coronavirus y ya están en fase de prueba
Elaboran 41 vacunas contra el coronavirus y ya están en fase de prueba

La aparición del coronavirus encontró a la población mundial absolutamente desprovista de respuestas, inclusive entre quienes tienen la tarea de trabajar para evitar enfermedades. La noticia de que hay al menos 41 vacunas que se están trabajando, sorprende y nos hace pensar que tal vez la respuesta estaba antes de que se produjera la pandemia. Entonces nos preguntamos -sin caer en teorías conspirativas- cómo es que hay laboratorios que ya tienen vacunas, cómo lo lograron tan rápido y cuándo estarán disponibles.

Las más avanzadas

De las 41 que se están investigando, hay al menos tres que ya están en fase 1, es decir que se están probando en seres humanos. Según algunos portales de ciencia, como nature.com, la más avanzada es ARN mensajero-1273, desarrollada por el laboratorio Moderna, que tardó solo 42 días en producir los primeros lotes de su vacuna. Si puede sortear con éxito las pruebas de seguridad y eficacia a mayor escala, los lotes de la ARNm podrían llegar a las clínicas a partir de 2021. Pero antes enfrenta numerosos desafíos en el desarrollo clínico y la fabricación hasta que esté disponible para la inmunización global.

La investigadora del IMBECU-CCT Conicet Mendoza, doctora María Victoria Sánchez, especializada en el desarrollo de nuevas vacunas antigripales, explica que "el concepto de vacunas ARN es bastante nuevo, es un tipo de tecnología en desarrollo de vacunas que ha avanzado drásticamente en apenas diez años, y funcionan muy bien para inducir una respuesta inmune protectora en animales".

Cuál es la diferencia

Para entender más acerca de qué las diferencia de las vacunas tradicionales y cómo hizo Moderna para desarrollar la suya tan rápido, la especialista explica: "Las vacunas en su mayoría están compuestas de proteínas (antígenos vacunales). Estas proteínas son capaces de inducir memoria inmunológica, o sea defensa, para que cuando la persona se encuentre con el patógeno pueda reconocerlo y atacarlo y no enfermarse".

"La mayoría de las tecnologías para producir antígenos, se basan en el cultivo del patógeno en células aptas para su crecimiento. Por ejemplo, para obtener los antígenos para las vacunas antigripales, se hace cultivo del virus de influenza en huevos; el virus se purifica, inactiva y luego se purifican los antígenos. Este proceso es un proceso muy largo, aproximadamente demora 6 a 10 meses", detalla.

En cambio la tecnología ARN es un proceso donde no se emplean células. El antígeno es producido de forma sintética con una plataforma biotecnológica y se puede tener una vacuna en tres semanas.

El ARN mensajero funciona como un caballo de troya dentro de la célula. "Es un código genético que utiliza la maquinaria celular para producir la proteína in vivo. Esta proteína hecha in vivo es reconocida por las células del sistema inmune de manera muy eficiente, induciendo una potente memoria inmunológica protectora", aclara Sánchez.

Sin embargo, la investigadora reconoció que el laboratorio a cargo de esta investigación (que se realiza en la ciudad de Seattle, Estados Unidos) "está haciendo una jugada bastante grande porque no se han realizado ensayos preclínicos, que implican la evaluación de la respuesta inmune en animales, lo cual significa que el laboratorio se salteó ese paso y fue directamente al ensayo clínico en personas (voluntarios sanos)"

Sin embargo, este tipo de vacuna ya ha sido evaluada en humanos, para otras enfermedades infecciosas o vacunas para cáncer, sin demostrar efectos adversos humanos, por lo que es probable que sea segura.

Según el portal precitionvaccine.com, la fecha estimada para la finalización de las pruebas del ARNm-1273 es el 1 de junio de 2021.

Sánchez explicó que otra de las investigaciones avanzadas es sobre la vacuna conocida como Ad5-nCoV. Se trata de un vector viral (adenovirus) que sirve como transporte de una proteína del coronavirus. "Este virus no se replica en el cuerpo humano, y es capaz de inducir una respuesta inmune potente porque es una partícula viríca".

Por último, la vacuna conocida como INO 4800 se basa en ADN, también un código genético que finalmente produce la proteína dentro de la célula. "Al igual que la tecnología de ARNm, se produce mucho más rápido. En cambio la de tecnología de producción del adenovirus es un proceso mas complejo y complicado", concluyó.

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