Las ráfagas calientes comenzaron a sentirse alrededor de las 11.30. Primero tímidamente, pero con el paso de los minutos alcanzaron en algunos sectores los 50 kilómetros por hora. Así se confirmó el pronóstico y el Zonda se instaló en el Gran Mendoza, San Martín, Malargüe y San Rafael. A su paso dejó voladuras de techos, incendios, árboles caídos y al menos 15.000 personas sin electricidad.
Desde Defensa Civil coordinaron a unos 1.000 hombres, entre policías, bomberos y operarios del servicio eléctrico, para solucionar rápidamente los imprevistos que se fueron generando. “Hemos realizado 200 intervenciones en las que se ha trabajado para restablecer el servicio de luz, incendios, árboles, cableado y postes caídos”, informó Marcelo Dapas, jefe de Defensa Civil, cerca de las 21.
“Hemos puesto refuerzos y hemos coordinado con las instituciones que cooperan en situaciones de este tipo para el abastecimientos de agua y que todos los servicios funcionen correctamente”, manifestó. Afortunadamente no se tuvieron que lamentar heridos ni personas descompensadas por el viento.
Uno de los departamentos más afectados fue Guaymallén, donde se cayeron 15 árboles, uno de los cuales se precipitó sobre una casa de familia y otro sobre un vehículo particular. Sumando el resto de los departamento del Gran Mendoza, el Este y el Sur, en total se registró la caída de 90 forestales, mientras que los incendios fueron 62.
Con respecto al Protocolo de Manejo de Fenómenos Meteorológicos Extremos, recientemente convertido en ley, Dapas informó que funcionó correctamente ya que se le pudo dar respuesta rápida a las solicitudes de los mendocinos.
Por su parte, Elian Japaz, director del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE), aseguró que se trabajó intensamente con los operarios de los distintos departamentos para solucionar los inconvenientes eléctricos. Al cierre de esta edición el servicio eléctrico ya estaba restablecido en la mayoría de los hogares afectados, salvo en casi un millar de viviendas rurales en las que se continuaba trabajando.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional, Fernando Jara precisó que el Zonda se sintió ayer en la zona norte de la provincia, San Martín, San Rafael y Malargüe. La máxima temperatura fue de 30 grados a las 14.15, mientras que en San Juan el termómetro llegó a marcar 37 grados.
Según el meteorólogo, el viento se retirará definitivamente entre las 9 y 10 de la mañana de hoy. “Por la mañana va a estar entrando un frente frío del sur, sureste, que va a hacer que se confunda un poco el Zonda”, explicó Jara, a la vez que detalló que la mínima de hoy será de entre 6 y 7 grados y la máxima de 18. “El cielo va a estar parcialmente nublado con viento moderado y descenso de la temperatura”, adelantó.
Para el comienzo de la semana continuará bajando la temperatura, que se estabilizará con mínimas de 5 grados y máximas de entre 16 y 17.
Mendocinos que lo vivieron y padecieron
Una extensa nube de humo negra en el cielo de Corralitos, Guaymallén, a la altura de la calle Severo del Castillo, fue la imagen que le quedó a los vecinos de uno de los 62 incendios que se registraron ayer en toda la provincia debido al Zonda.
Mirtha Zani, frentista de la avenida principal de ese distrito, contó que ya está acostumbrada a este tipo de siniestros. “Son incendios intencionales que se prenden para limpiar el terreno”, relató envuelta en una nube de humo y tierra. A ella el viento le impidió dirigirse a su trabajo y, aunque no sufrió inconvenientes materiales, tuvo que disponer varias horas para remover las ramas y hojas que quedaron tiradas en su vereda.
Mientras varias dotaciones de bomberos se dirigían al lugar y dividían sus esfuerzos, otra vecina se quejaba del peligro que le generaban las llamas en su vivienda. “Vivo al lado de esta finca y con las ráfagas de hoy se me podría haber quemado la casa”. Para ella, las personas que trabajan en ese campo aprovechan los días ventosos para que el fuego se expanda con rapidez y les ahorre tiempo de quemado. “No se dan cuenta que dañan el ambiente y nos contaminan a todos”, expuso indignada la mujer.
Por su parte, Ángel Azor, director de Defensa Civil de Guaymallén, explicó que se trabajó en los incendios junto a los bomberos voluntarios de su departamento, Capital, Godoy Cruz, Policía de Mendoza, preventores y personal de Recursos Naturales. “Los incendios los hacen las mismas personas para limpiar los campos, el problema es que el fuego se ha desplazado a pastizales donde está todo seco, lo que pone en peligro la vida y los bienes de las personas”, remarcó.
Al cierre de esta edición los focos se encontraban en franca disminución. “Gracias al trabajo mancomunado se lograron salvar tres viviendas que por pocos metros no fueron alcanzadas por las llamas”, aseguró Azor.