El Zenit de San Petersburgo, que empató 1-1 en Grozny, selló ayer su quinto título de campeón de la liga rusa tras el tropiezo del Lokomotiv de Moscú, derrotado 2-0 en su desplazamiento a Tula. El festejo del equipo de Driussi, Kraneviter y Mammana, fue horas después de su juego mientras viajaba en el avión.
Ya campeón nacional en 2007, 2010, 2012 y 2015, el club de San Petersburgo, que entrena Sergey Semak, cuenta ahora con 9 puntos de ventaja a tres jornadas para el final del campeonato.
El Lokomotiv ve ahora amenazada la segunda plaza, clasificatoria para la Liga de Campeones, por el FC Krasnodar y por otros dos clubes moscovitas, el CSKA y el Spartak.
El Zenit supo que era campeón matemático unas horas después del final de su partido en Chechenia, durante su viaje de regreso en avión. Gran respondabilidad de este empate tuvo el arquero Andrey Lunevdel por las paradas decisivas.
El brasileño Ismael Silva permitió al Grozny abrir el marcador en el minuto 55, pero el argentino Sebastián Driussi firmó el tanto del empate del Zenit en el 87.