Ayer al mediodía, mientras la Policía Federal allanaba su propiedad en Puerto Madero, Néstor Otero -detenido desde el lunes- era trasladado a los Tribunales de Comodoro Py para ampliar su declaración indagatoria en la causa de los cuadernos de las coimas.
El empresario dueño de la concesión de la Terminal de Retiro y también de la de San Rafael, en Mendoza, negó los cargos en su contra como partícipe de la asociación ilícita y su abogado, Andrés Casas, pidió la prisión domiciliaria atento a su edad, 79 años, y su cuadro de salud.
Mientras, en un allanamiento realizado en su casa, la Policía Federal encontró dos cajas fuertes. Al no contar con la clave, obtuvieron la autorización para romperlas. Dentro encontraron fajos de billetes: había aproximadamente 1 millón de dólares y 1 millón de pesos.
Al no obtener la excarcelación, Otero -conocido como el "zar de Retiro"- regresó al penal de Marcos Paz .
El empresario ya tiene otros expedientes en la justicia Federal: fue encontrado responsable de haber pagado dádivas al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, a quien le abonaba el alquiler del apartamento en el que vivía el ex funcionario K.
En este nuevo expediente de sobornos K, Otero quedó vinculado al figurar en los cuadernos de Oscar Centeno: el 3 de junio de 2015, siempre según las anotaciones del chofer arrepentido, le habría entregado a Nelson Lazarte -ex secretario de Roberto Baratta-, 250.000 dólares. El pago, de acuerdo con la acusación, habría sido en efectivo en las oficinas de Retiro.
Ante la imputación en su contra como "partícipe necesario" de la asociación ilícita que se dedicó a la "recaudación de fondos ilegales" que se aplicaron al enriquecimiento ilícito de sus principales organizadores y a "la comisión de otros delitos", Otero negó las acusaciones.
Entonces, negó que, como se consignó en los cuadernos, el dinero haya sido recaudado en las oficinas de la Terminal de Retiro, ya que según sus dichos él estaba de viaje en Paraguay.
Su nombre está vinculado a Mendoza como concesionario de la terminal de San Rafael, que lleva el cuestionado nombre "Néstor Kirchner" desde 2011.