El yerno de Correas debió renunciar

Presionado por la reacción social, el director general de Escuelas anunció la dimisión de la pareja de su hija. Admitió que cometió un error, aunque defendió los méritos del joven para ocupar el cargo. “Perdí en el primer round”, graficó.

El yerno de Correas debió renunciar

Paulo Belloso, el funcionario yerno del titular de la Dirección General de Escuelas, no duró mucho en el cargo y tampoco era conveniente que siguiera, teniendo en cuenta la temperatura del debate por la paritaria docente trunca.

Después de conocido masivamente el vínculo de Belloso con Jaime Correas, empezó a caer de maduro la renuncia, porque la permanencia era un arma para quienes resisten el “ítem Aula”.

“Me piden que lo haga renunciar para quedar bien”, había admitido a la mañana temprano a Radio Mitre y graficó la situación: “Perdí en el primer round. Estoy tirado en el piso con los ojos morados. Ya tengo una condena”.

Así es que minutos antes de las 14, Correas anunciaba la salida de su yerno de la Dirección de Políticas de Integración Digital de la DGE:

“Estamos realmente tratando de cambiar la educación. Esto evidentemente es un traspié porque se debilita el equipo. Asumo el error de haber nombrado a alguien que produce una reacción tan grande en la comunidad”.

Belloso fue nombrado en un cargo político con clase 075, es decir que no estaba nombrado en la planta permanente del Estado. Es de uso que los cargos políticos los ocupe gente de confianza y a priori Belloso parece tener la experiencia y el conocimiento para ocupar ese cargo.

El problema es que el debate por el acceso a los cargos está en carne viva desde el festival de de pases a planta permanente a fines del gobierno de Francisco Pérez y Alfredo Cornejo llegó al sillón de San Martín condenando esa práctica. Más aún, Cornejo y su director de Escuelas arrancaron una dura pelea contra los docentes “chantas” que no están frente al aula y su arma para terminar con esa práctica es el “ítem Aula”.

Lo simbólico suele ser muy poderoso. En la mañana de ayer Correas hizo el intento de sostener a Belloso: habló por todas las radios mendocinas jurando que hubo buena fe en la designación y la prueba de ello es que “hace tres meses se hizo la presentación del Gabinete con fotos a cara descubierta”.

Reconoció también que “si hubiera imaginado esto no lo habría hecho porque no tengo porqué irritar a la opinión pública. Lo que estoy reivindicando es que lo hice de buena fe y con razones que creo que son de peso”.

La mañana discurría y el humor social se mostraba cada vez más virulento. Los medios electrónicos daban cuenta de cataratas de mensajes defenestrando el nombramiento de Belloso y su sueldo de casi 33 mil pesos en mano. Ya no había forma de detener lo inevitable.

Correas en soledad salió a anunciar que su yerno había presentado la renuncia. “Realmente lo lamento porque creo que es una gran pérdida. Creo que se le hace un daño personal porque renunció a otro trabajo para venir a trabajar con nosotros. Creo que era la persona adecuada en el lugar adecuado, pero debo aceptar, si hay una reacción social y a través de los medios tan grande, que he cometido un error que asumo como propio”, decía Correas ante la prensa.

Entonces el titular de la DGE volvía a montar una teoría conspirativa acerca de cómo surgió el dato del nombramiento: “Evidentemente estamos tocando intereses importantes. Esto no contribuye y por eso es que rápidamente queremos subsanarlo”.

Hablando de conspiraciones Correas decía que su yerno había presentado la renuncia porque “él tiene muy claro que vamos bien. Por primera vez en la provincia en muchos años se habla de educación”.

Correas quiso minimizar el nombramiento frente a los problemas del sistema educativo mendocino, a los que debería prestarse más atención. “A mí me parece que éste es un tema absolutamente menor. Asumo como un error personal porque no puedo desconocer la reacción social que ha tenido. Podemos seguir discutiendo sobre infraestructura, sobre calidad educativa, sobre formación docente, sobre carrera horizontal docente. La educación no mejora con un funcionario más o un funcionario menos”.

También relativizó el sueldo que tenía Barroso: “El bono de sueldo es de 30 mil pesos de bolsillo. Hay muchos docentes y directivos que también tienen un bono como ése y además es lo que ganan los funcionarios. Tenemos un problema gigantesco que es que nuestros chicos no aprenden a leer y escribir y se ha armado un lío con este tema menor”.

El proyecto que cautivó a Cornejo y su mujer

“Yo estoy acá gracias a él. Yo me acerqué a temas educativos por las buenas experiencias que él me mostró”, dijo ayer el titular de la Dirección General de Escuelas Jaime Correas. La explicación es sencilla: hace varios años que Paulo Belloso y la hija de Correas están juntos y conviven al menos desde hace tres. Como informamos ayer, el joven trabajaba en el Centro de Capacitación para el Trabajo Ramón Lemos de Luján de Cuyo.

El relato indica que Belloso invitó a su suegro a conocer la experiencia de la escuela Lemos. Correas se sorprendió, llevó a Lucía

Panocchia, la esposa de Alfredo Cornejo y, entre ambos, llevaron al actual gobernador, quien llegó a decir que la Lemos era su modelo de escuela técnica.

Correas es profesor de Letras y tiene muchos conocidos en el ambiente de la educación, pero él mismo admite que la experiencia de la escuela Lemos que conoció por su yerno lo hizo redescubrir los temas educativos y con ese descubrimiento Cornejo se animó a confiar en él para la DGE.

Cuentan que Belloso era uno de los destacados en los equipos técnicos de Cornejo en el área educativa, cuando Cornejo aún era un aspirante a la Gobernación. No era raro que terminara en un cargo en la DGE. Venía trabajando en el portal web de la DGE y era la pata mendocina del programa nacional Conectar Igualdad.

Uno de los problemas del programa que reparte las netbook entre los alumnos secundarios del país era que el servicio técnico de las máquinas que se rompen se hace en Buenos Aires, por lo que las reparaciones solían dejar a los chicos sin su netbook durante varios meses. Belloso estaba armando el equipo para hacer el servicio en Mendoza.

Pero la tendencia social es inapelable; los clanes familiares en las dependencias estatales despiertan la furia ciudadana, sin importar los currículums.

“No tengo por qué someter a este gobierno a esta situación. Yo voy a seguir dando la lucha. Estoy al lado del Gobernador y mientras él me considere adecuado allí seguiré”, prometió Correas.

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