Con las primarias abiertas de hoy se pone en marcha el proceso electoral provincial que debe finalizar con las elecciones generales del 29 de setiembre. En esta cita el voto ciudadano definirá, en los casos en que se disputan internas en frentes o partidos, las candidaturas a gobernador y vice y de legisladores provinciales en toda la provincia y a intendente y concejales en los departamentos que no adelantaron su elección municipal. En los casos de candidaturas únicas sólo se oficializan cuando obtengan un porcentaje mínimo de 3 por ciento de los votos emitidos.
Esta convocatoria tiene la particularidad de ser la primera que se realiza de acuerdo a una legislación local que fijó el desdoblamiento definitivo del llamado a las urnas. A partir de esa instancia, es el Poder Ejecutivo el que debe decidir y fundamentar una eventual unificación con el calendario nacional. En este caso, en los primeros meses del año, y en medio de una elevada cantidad de especulaciones propias de un proceso electoral complejo a nivel nacional, el Gobierno local dispuso mantener el calendario fijado por ley. Un gran contraste con lo ocurrido en 2015, año en el que hubo un desdoblamiento influido por la coyuntura política de ese momento, que dio lugar a una muy extensa transición de seis meses en medio de una grave crisis financiera de la Provincia.
En más de una oportunidad se ha señalado desde este espacio que la dirigencia mendocina tenía como gran deuda con la ciudadanía, en el marco del abordaje responsable de una reforma política integral tendiente a una superior calidad institucional, el desdoblamiento electoral definitivo, como una manera de mantener la discusión de los temas de Mendoza apartados de las especulaciones de carácter nacional. Ello finalmente se concretó y ahora se pone en práctica durante la jornada cívica prevista para hoy. Se trata de un detalle no menor, más allá de las lógicas influencias y alineamientos partidarios, ya que siempre existen hechos puntuales y prioridades que interesan a los mendocinos independientemente de las urgencias de la dirigencia política nacional. Con más razón en tiempos de dificultades para la economía argentina, como los actuales, que necesariamente deben hacer reflexionar a los votantes sobre lo que es responsabilidad del contexto nacional y lo que sí atañe a la labor de la dirigencia provincial.
En cuanto a la función de las elecciones PASO, el dato interesante que surge es que los dos sectores mayoritarios, tanto en el frente oficialista como en el que encabeza el principal sector de la oposición, presentan más de una opción para los cargos ejecutivos y legislativos.
El disenso, tanto en los sectores que gobiernan como entre los que aspiran a serlo, es importante para limar diferencias internas o cotejar estilos de gestión y propuestas. Y es ahí donde el voto de la ciudadanía ayuda a definir esas diferencias validando candidaturas que muchas veces los propios dirigentes no logran, o no se atreven, a resolver en el seno de sus partidos.