Las elecciones en los Estados Unidos, el referendo del Brexit en el Reino Unido, las últimas elecciones en Brasil y las próximas en la Argentina, tiene un denominador común: los jóvenes son los que empujan cambios drásticos en la política tradicional a través del voto y las manifestaciones públicas.
La irrupción de los nacidos entre 1990 y el 2000, impuso nuevos paradigmas que implican inmediatez en la vivencia de una realidad relativa y efímera.
Esto se refuerza frente a los adultos mayores de 40 años, con posiciones conservadoras que persiguen la tranquilidad y la seguridad, con una relación tribal con los medios tradicionales de comunicación y los símbolos del poder y del consumo.
Utilizando la última encuesta de Synopsis de la primera semana de octubre (una encuestadora independiente y confiable que utilizo para mis análisis), con 1358 casos telefónicos en las principales ciudades del país y con un margen de error de +- 2,7% para los totales, estudié el comportamiento electoral del segmento de 16 a 29 años, de ambos sexos.
Destaco los siguientes totales nacionales, que se describen por sí09 solos:
* En la evaluación del gobierno del presidente Macri al 66,0% de los jóvenes le parece muy malo/malo y para el 9,2% regular. Solo el 21,8% los evalúa como muy bueno/bueno.
* Si las elecciones fueran hoy el 63,0% votaría a otra fuerza política; 26,1% a Cambiemos y un 11,0% no sabe.
* Si se presentaran diferentes espacios políticos el 39,6% votaría al kirchnerismo; 26,0% a Cambiemos; 10,5% progresismo; 10,1% al peronismo no K; un 3,4% a la izquierda; y el 10,5% a otro o no sabe.
* En un escenario de Macri vs. CFK, y si tuviese que definir el voto ahora el 61,7% votaría a Macri y el 38,3% a CFK.
* En un escenario de CFK vs. María Eugenia Vidal, y si tuviese que definir el voto ahora el 73,7% votaría a Vidal y el 26,3% a CFK.
* El sentimiento que generaría que el kirchnerismo vuelva a ser gobierno en 2019: para el 44,0% sí le gustaría; 36,1% no le gustaría; para el 16,9% le es indiferente y 3,0% no sabe.
* La situación económica del país dentro de un año, 56,7% cree que será peor y para el 25,6% mejor; para un 12,7% será igual y el resto no sabe.
Suponiendo que CFK no se presentara como candidata, se daría una situación complicada para el gobierno del presidente Macri porque tendría que competir, debilitado en imagen y credibilidad, contra el peronismo y otros partidos que muy probablemente se agruparían alrededor de un candidato -más o menos creíble- que ganaría en una segunda vuelta. Con una significativa participación del voto joven de los sectores medios y bajos, con mayoría en el conurbano bonaerense.
Esta posibilidad produce miedo en los llamados "mercados", que son uno de los principales enemigos del gobierno. Estos, unidos con grupos de poder influyentes, podrían buscar desplazar a Macri para imponer a otro candidato para Cambiemos, mejor posicionado para competir. Como decía Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, recientemente: "Los mercados no le creen más a Mauricio Macri".
Las diferencias de los votantes, sus ideas y preferencias, comienzan a verse claramente en la disonancia que tienen los jóvenes por su forma de pensar y de ver la realidad, más vinculada a las emociones que a lo racional, frente a lo que dicen y cómo se muestran los políticos y el gobierno, que suele ser desagradable por las necesidades evidentes de la gente.
En general, los votantes jóvenes salen a buscar nuevas ideas, soluciones y propuestas atractivas, que se expresen de forma rápida y simple o, si no, se hacen a un lado y dejan de interesarse en la política.
Se observa en las encuestas que se está dibujando, a medida que avanza el ajuste, un espacio extenso de incertidumbre e indecisión; de ese no-saber-qué-hacer de los votantes jóvenes.
Esta situación puede ser aprovechada por fuerzas políticas con posiciones que se presenten como renovadoras. Pero lo que realmente se necesita son propuestas innovadoras, para generar un proyecto de país debatible y no sólo medidas "emparchadoras" que buscan ganar los votos de la desesperación. Porque, en definitiva, la innovación es progresismo. Y un país es exitoso por la calidad de sus instituciones, la inclusión y la educación sobresalientes.
Desde el marketing, no hay nada tan negativo como tener una marca que significa un beneficio deseado y que no cumpla la promesa. Seré reiterativo, pero Cambiemos no tuvo un programa, una estrategia, un plan, un relato, un líder, para barajar y dar de nuevo. El cambio debe llevar al perfeccionamiento de lo ya hecho, y no sucedió así.
¿Es posible, en este país, construir una nueva forma de hacer política? Seguro que es posible. Hay que tener el valor para hacerlo porque la mayoría lo quiere, especialmente los jóvenes. Por ejemplo, en Chile está tomando fuerza el Frente Amplio, constituido con diversas ideas políticas y con una mayoría de gente joven. El Frente quiere ser una opción al bipartidismo chileno de añares. Es en lo superficial un desorden, se pelean, discuten, pero van lentamente, formando una alternativa renovadora, diversa y competitiva.
Churchill decía que "el problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles, sino importantes". Es de esperar que los jóvenes dejen de pensar así.
Nota del autor
El análisis de información de encuestas de opinión pública, que busca explicar tendencias en el comportamiento y actitud del electorado, depende mucho de la calidad metodológica, el tamaño de la muestra, el error muestral y la estructura de las preguntas. Estamos recargados de encuestas y los políticos terminan siendo rehenes de las mediciones. Las encuestas, como los otros métodos de investigación, tienen una validez relativa al momento de su realización, y las respuestas están cargadas de percepciones.