A diferencia de la Cámara de Diputados, donde el debate sobre la legalización del aborto duró dos meses e incluyó 738 expositores invitados, en el Senado pretenden llevar el proyecto al recinto antes de las vacaciones de invierno, es decir en no más de tres o cuatro semanas.
Así lo hicieron saber a Los Andes fuentes parlamentarias, que indicaron que entre el lunes y el martes se realizará una reunión de jefes de bloque para definir el cronograma y los detalles del trabajo.
El proyecto, aprobado el jueves a las 10 de la mañana en Diputados después de 23 horas de sesión, aún no ingresó al Senado, pero lo haría en las próximas horas y ahí se definirá a qué comisiones será girado para su tratamiento.
El viernes, el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo (quien está en contra del proyecto), y el jefe del interbloque Argentina Federal, el justicialista Miguel Pichetto (está a favor), mantuvieron un encuentro del que no surgieron definiciones concretas sobre el curso parlamentario del aborto legal, pero sí acordaron realizar una reunión de los líderes de la Cámara para la semana próxima.
Pichetto ya anunció que el proyecto debe ser debatido a la mayor brevedad, atendiendo sobre todo al reclamo de las mujeres organizadas y con la discusión ya planteada y desarrollada durante el tratamiento de la iniciativa en Diputados.
Pero el planteo de Pichetto ya generó rechazos en otros senadores, como la radical tucumana Silvia Elías de Pérez, ferviente detractora del aborto legal, que participa de las marchas "pro vida" y también se opuso en su provincia a la ley de matrimonio igualitario.
"Es necesario un debate profundo en lugar de un trámite exprés, porque se trata de un tema de vida o muerte", planteó Elías de Pérez, quien se dice "convencida de que el aborto elimina una vida" y de que "el Senado debe revisar la media sanción de Diputados, porque no se puede permitir que un país avale la discriminación de un ser indefenso", en alusión al feto.
Pichetto, en cambio, pidió que los senadores de su partido, el PJ, "acompañen este cambio" como lo hicieron "con el general Juan Perón con el divorcio vincular en la década del 50, postura que se ratificó en la década del 80 durante la presidencia de Raúl Alfonsín".
Según cálculos realizados por este diario, hay 21 senadores que ya han manifestado públicamente su apoyo a la legalización del aborto, 26 que se expresaron en contra, al igual que la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y 25 indefinidos.
Entre los que están a favor se encuentran las dos senadoras mendocinas: la radical Pamela Verasay la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
Mientras que el tercer integrante por Mendoza de la Cámara alta, Julio Cobos (también radical) ya ha manifestado su rechazo al proyecto.
Cabe destacar que si hay empate será la vicepresidenta Gabriela Michetti, férrea opositora al aborto legal, la que deberá definir.
