El vino sigue siendo la bebida preferida en el país

Un estudio interesante permite establecer cuál es la tendencia del consumo de vinos en la Argentina. Un aspecto destacable es que, a pesar de los problemas económicos de la población, el consumo se ha visto afectado, pero en una medida que puede ser rever

El vino sigue siendo la bebida preferida en el país

Los números dados por una consultora privada permiten establecer que el vino sigue siendo la bebida preferida de los argentinos, alcanzando 25,6 litros, aunque la cifra no coincide con la del INV: 23 litros, igual que el año pasado.

Si nos atuviésemos a los datos históricos, los valores están muy lejos de los alcanzados en 1960/70, en que el consumo llegó a 90 litros per cápita, pero desde aquella época hasta el presente hubo cambios sustanciales, como el ingreso masivo de bebidas sustitutas -cerveza, jugos, amargos y agua saborizada-; se modificaron los hábitos de la población, que dejó de almorzar en su casa y ahora tiene una sola comida en familia, mientras para algunos uno de los problemas se centró en la decisión de establecer, por ley, el envasamiento en origen.

Cabe señalar que la caída es una tendencia mundial. Y señalamos específicamente el término tendencia porque para los actores de la industria el vino se mueve por tendencias y no por modas: “mientras la moda es corta y cambia, la tendencia permanece en el tiempo”.

En ese esquema también cabría destacar que los cambios en el consumidor se mueven no sólo por la cantidad sino por el tipo de vinos.

Hasta no hace mucho, se consideraba que el vino blanco podía tener un futuro más promisorio porque era el preferido por la mujer, pero los hechos demostraron que también la mujer se vuelca por el tinto, tal como lo señala la encuesta realizada en nuestro país, que indica que 74% de los consumidores prefiere el tinto, 23% blanco y 3% rosado.

Otro de los aspectos que considera la encuesta se relaciona en la forma de consumir el vino. Así por ejemplo, 47% lo toma solo, 29% lo diluye con hielo, 21% con soda, 12% con gaseosas y 4% con jugos.

Para los expertos, cuando la gente toma el vino puro está disfrutando de la bebida y los que lo diluyen lo toman como refrescante. Quedó casi en el olvido también aquella tendencia de los mayores que les mezclaban a sus chicos un poco de vino en el vaso y le agregaban mucha soda.

Y también es interesante el aspecto que indica que 82,5% del mercado se centra en los vinos de precios medio-bajo, finitos y tetra brik, lo que en valores significan dos de cada tres pesos vendidos.

En relación con el futuro, gran parte de lo que puede suceder con el consumo está relacionado con la situación económica por la que atraviesa el país. En la Argentina la variable es directa -la caída también alcanza a otras bebidas- mientras en otros países la tendencia es más fija.

Con los números en las manos, los empresarios podrán diagramar con mayor facilidad la política a encarar, aunque también resulta necesario que se estabilice la situación económica, que exista mayor previsibilidad y que no vuelvan a presentarse las variables que afectaron a la industria, especialmente en los últimos cinco años.

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