Con la humildad que lo caracteriza, agarró la copa y antes de darle el primer sorbo, le dijo: “Apenas si puedo opinar de arte... Así que no me pidás que opine de vino y menos estando vos presente. Éste está en tus manos y yo estoy feliz”.
La frase cómplice de Julio Le Parc puso el moño a un proyecto que se gestó a finales de 2013 y para que el reconocido artista plástico tenga un vino con su nombre, que ha sido creado por el enólogo Mariano Di Paola y que será comercializado por la Bodega La Rural.
Esa misma noche, la del pasado jueves y en el restó Oviedo de Palermo, también se acordó que el nuevo producto será lanzado en los próximos meses y en Mendoza. Hay dos fechas tentativas que luego deberán ser confirmadas en base a la exigente agenda de Le Parc.
La primera opción es diciembre, pero ese mes se realiza el Art Basel de Miami Beach, una de las citas artísticas más importantes del mundo y que en las últimas ediciones lo ha tenido como protagonista. Si esa fecha no se puede, se pasará a febrero.
En los últimos años, y gracias al esforzado trabajo de su hijo Yamil, Le Parc vivió un reflorecimiento de su obra y su imagen. De pronto, nuevas generaciones de artistas y de espectadores se interesaron por su trabajo, que ya había sorprendido a los circuitos parisinos con su arte cinético expresado en el GRAV (Grupo de Investigación de Arte Visual), pero hace 50 años.
En 2013, este hijo de ferroviarios explotó el Palais de Tokyo con una muestra monográfica que batió récords de asistencia. Entonces, varias marcas se posaron sobre él, cómo Hérmès, que lanzó una colección exclusiva de pañuelos basados en su trabajo.
Sin embargo, a pesar de tanto reconocimiento, Le Parc comentó a Los Andes que nadie le había ofrecido hacer un vino con su nombre, una idea que no le desagradaba.
“Es más, hasta podría llevarlos a las muestras y compartirlo con los amigos”, decía desde su casa-taller en París. Entonces, se movieron algunos contactos y, el año pasado, el escultor empezó a probar las propuestas de Mariano Di Paola, quien además de su trayectoria como enólogo, también tiene un vínculo entrañable con Palmira, su ciudad natal. Aunque Le Parc no nació allí, vivió gran parte de su infancia.
No pasó mucho tiempo para que ambos “jarilleros” pegaran onda, lo que facilitó el proceso de creación del vino. Finalmente, será un malbec del Valle de Uco, con 30% de uvas extraídas de Altamira, 30% de Tupungato y 30% de La Consulta. El 10% restante se completará con Petit Verdot para lograr un vino joven muy frutado y concentrado, que a la vez sea redondo y suave en boca.
Cómo el vino es de Le Parc también debe expresar su arte. Por eso, las 3.000 botellas se trabajarán como obras seriadas del autor y llevarán la firma del artista y también de Di Paola. Incluso, en la contraetiqueta se hará mención a la raíz palmirense de ambos.
En esa línea, el producto se venderá en un estuche que se está delineando con el diseñador Santiago Sema y que podría estar inspirado en su serie Déplacement. Aún no se ha determinado el precio de cada unidad pero, debido a los detalles mencionados, se sabe que será una pieza de alta gama.
Mientras tanto, el escultor de 86 años sigue tan activo como siempre y ahora mismo está supervisando la exposición que inaugurará mañana en Curitiba (Brasil). “Don Julio -dice Di Paola- es un fenómeno. Para mí es un orgullo y algo increíble, el hecho de hacer un vino junto a una figura tan importante. Además, que sea de mi misma tierra, es algo muy especial. Todavía no lo puedo creer”.