"Viaje Turístico". Así denominó el club el servicio de traslado que negoció con la empresa de ómnibus Vía Bariloche, sponsor de la institución, para que los socios de River que sacaron su entrada para la final de la Libertadores en Santiago de Chile tengan la chance de llegar hasta Lima. Los pasajes ya están en venta en el local de Vía Cargo ubicado en el estadio Monumental.
El valor de cada butaca, semicama, es de 17.000 pesos y sólo puede comprarse el servicio completo, de ida y vuelta, sin excepción. Y lo mejor es la forma de pago, ya que se puede abonar hasta en 12 cuotas con tarjeta de crédito. Eso sí, debe presentarse el DNI actualizado en el momento de la compra o la autorización correspondiente en el caso de los menores de edad.
Los socios de River ya se bancaron la incertidumbre y ansiedad para poder conseguir el bendito pin, obtener el código del ticket en la web de la Conmebol y el sufrimiento del incómodo cambio de sede a Lima que alteró considerablemente todos los planes. Ahora, además, los que emprendan esta aventura de viajar a la final de la Copa en micro van a tener que armarse de paciencia y de una importante ración de alimentos para soportar un recorrido de 4.300 kilómetros durante más de 50 horas.
La salida está programada para la primera hora del miércoles 20, a la 1 AM. Y la llegada a Lima, para el sábado por la mañana. Sí, apenas unas horas antes de la final contra Flamengo, a las 15. O sea que los pasajeros también van a tener que rezar para que el micro no sufra ningún problema durante el camino o para que los controles de frontera de Chile y Perú no se demoren mucho con los trámites de migración.
El regreso también será a las corridas, ya que está previsto que sea apenas finalice la ceremonia de cierre de la primera final única de la Copa Libertadores. Por lo tanto, los fanas de River tendrán que festejar el título o llorar la derrota dentro del micro y en la ruta.
De todas maneras, la pasión por River no conoce límites y se banca todo tipo de sacrificios. Este equipo de Marcelo Gallardo se merece mucho más que tener que tolerar un viaje en micro de casi 60 horas.