En la sección "Escribe el lector" del 29 de octubre bajo el título "La visita del canciller Faurie a la ciudad de Londres", una carta de Jorge Lidio Viñuela provocó mi más profunda indignación.
No quiero referirme a sus comentarios sobre los alcances de la visita de la primera ministro Teresa May para el G20 a la Argentina, ni de las componendas indignas que se están tramando, ni de la triste misión de entrega que empezó Malcorra y ahora ejecuta subordinadamente su sucesor.
Pero si exijo de usted, en mi condición de ciudadana argentina con solo ese título, al que debo agregar madre del primer caído en la heroica guerra de Malvinas, rectificación o por lo menos una caballeresca aclaración de una frase que expresa su desprecio absoluto hacia el hecho más relevante histórica, militar, diplomática e internacionalmente vivido por su Patria, la República Argentina en el siglo pasado y que transcribo textualmente: "Los tiempos de la balas y la violencia han quedado definitivamente atrás. Esa es la voluntad de los argentinos".
Si trató de una guerra donde murieron centenares de hombres, una guerra que dejó miles de hogares destrozados de uno y otro lado. Y sus secuelas siguen matando a veteranos. Si usted sólo considera que "fue un tiempo de balas y violencia", es que no tiene la más remota idea de lo que es su Patria, ni la del enemigo, ni lo que es el honor ni la dignidad. Se burla ud. de la "voluntad" de los argentinos haciendo pública una aseveración salida de su mullida posición de "ministro jubilado" y para la cual no tiene ningún derecho porque es evidente que nunca penetró el profundo sentido del honor, del valor, del deber, de la entrega que fue, es y será la guerra de Malvinas.
Triste misión la del canciller Faurie, pero más triste aún la de quienes reniegan de sus muertos.
María Delicia Rearte de Giachino
DNI 1.605.228
