El Vendimia tiene dos nuevos ganadores

El premio literario más importante de la provincia ahora sumó a los premiados en literatura infantil y en dramaturgia.

El Vendimia tiene dos nuevos ganadores
El Vendimia tiene dos nuevos ganadores

De a poco vamos conociendo quiénes son los ganadores del Certamen Literario Vendimia 2018. 

Después del anuncio de que Sabrina Usach se llevaba el premio en la categoría Poesía, por su libro "Magnética", supimos que a la lista se sumaba el narrador Juan Manuel Montes, quien con su novela "El plan Salmón" tenía la distinción en el rubro Infantil Juvenil. 

En las últimas horas nos enteramos también de que "Gaslighting", de Marcos Martínez, era la pieza elegida en Dramaturgia. Y el autor marcó así un hito en el certamen, puesto que lo ha ganado tres veces.

Juan Manuel Montes, literatura sin edad

El sábado pasado se celebró por primera vez el Día Provincial del Libro Infantil y Juvenil. La fecha es sensible, ciertamente, porque el 21 de julio Liliana Bodoc habría cumplido 60 años.

Ese día, Juan Manuel Montes (33) aún tenía fresca la noticia de que había ganado con su novela "El plan Salmón" justo en esa categoría: Infantil y Juvenil. Un género que está en gran auge editorial, además.

Y el recuerdo a Bodoc no es, entonces, gratuito: él evoca los talleres que ella dio en la Facultad de Filosofía y Letras y a los que él asistió, y admite que incluso uno de sus primeros trabajos monográficos como estudiante se lo dedicó a ella.

"Era una referente de la literatura, no la quiero circunscribir solo a la infantil y juvenil -dice-. Si hay algo indiscutible, además de que escribía como todos queríamos escribir, es que ella era una gran persona".

-¿Y qué reconocés haber aprendido de ella, ya sea desde la escritura o desde tu ética de escritor?

-No sé si lo aprendí o me gustaría aprenderlo: la belleza con la que utilizaba el lenguaje. Es muy difícil en la literatura infantil y juvenil el uso de ciertas metáforas. Y ella las utilizaba muy bien. Era concreta, pero de vez en cuando te tiraba dos o tres y te dejaba obnubilado.

Es probable que algo de esa poética admirada y deseada se vierta en “El plan Salmón”, de la que el jurado destacó su “agilidad narrativa, los aciertos en la construcción de los personajes y la comicidad en las situaciones”, entre otras cosas.

Desde sus inicios literarios,bien también es docente de Letras) se ha interesado particularmente por el microrrelato. Ha formado parte de varias antologías de ellos. Sin embargo, admite que cuando decidió escribir para niños y jóvenes tuvo que re-aprender a escribir.

Y lo hizo dos veces antes de esta novela: antes escribióbue se editará próximamente en Bambalí y que trata sobre la inclusión de una niña sordomuda en una escuela común.

Similar chapuzón de actualidad se ve en “El plan Salmón”, que nos cuenta la historia del pequeño Ausonio (alusión al poeta latino), un niño que apenas entrando en la adolescencia tiene que afrontar la separación de sus padres. Y si bien la médula argumental es esta, la intención es mostrar cómo se establecen los vínculos a esa edad.

“Es una novela de crecimiento. Sus padres se separan, entonces él quiere crear ciertas estrategias para juntarlos. Y entre esas estrategias va aprendiendo cosas y va creciendo”, explica.

Es el caso de la curiosa estrategia de “alquilar abuelos”, que fue además la idea original del libro. Nació en un principio en un taller con Fabián Sevilla, “pero después fue tomando más fuerza la idea de los padres y las relaciones familiares”.

“Es ‘El plan salmón’ porque Ausonio ve que los salmones hacen todo lo posible para volver a la casa. Él quiere que el padre vuelva nuevamente al hogar”, explica.

-Reivindicás una literatura infantil y juvenil pegada a la realidad, no ajena de ella.

-Es que la literatura nunca permanece ajena a las cosas que pasan. Y más la literatura infantil, que debe movilizar. Porque sino nos metemos en una literatura aleccionadora y moralista, que es lo que por mucho tiempo se dio y gracias a María Elena Walsh y muchos de los que vinieron después se dieron cuenta que la literatura es más que eso. A la literatura infantil juvenil la llamamos así pero es literatura: debe conmover.

-¿Y cómo te imaginás al lector, cuando el rótulo "infantil-juvenil" parece tan amplio?

-El lector modelo de la literatura infantil y juvenil debiera ser un niño más o menos de esa edad, pero no necesariamente: pensémoslo por ejemplo con “El Principito”, que lo categorizamos en este tipo de literatura, pero uno lo lee, se emociona y ve otras cosas que antes no veía.

No necesariamente debe ser un niño. En la escuela, podría ser un adulto mayor que está haciendo un CEBJA, por ejemplo. La literatura infantil y juvenil es la que más lectores debiera tener, porque puede llegar tanto a los primeros lectores como a los más adultos.

Marcos Martínez y su “triple corona”

"No voy a caer en lugares comunes, como que 'estoy sorprendido'", responde por su parte Marcos Martínez, quien acaba de ser anunciado ganador en Dramaturgia por la pieza teatral "Gaslighting".

Y es la tercera vez que el Certamen lo distingue: lo hizo también con "Liniers, el traidor" (Dramaturgia, 2012) y con "Geografía de la villa para principiantes y cuentos prescindibles" (Cuento, 2015).

"Yo creo que cuando uno se presenta a un premio es porque por lo menos vislumbra una remota posibilidad de ganarlo –explica–. Me parecía que la obra tenía posibilidades, digamos. Por otro lado, pienso que ganar o no un concurso es una cuestión estadística. Yo me presento a varios concursos por año y son más los que pierdo que los que gano. Esto está bueno porque permite mantener el ego relativamente equilibrado", confiesa el escritor sanrafaelino. 

Para rastrear los orígenes de "Gaslighting" hay que ir hasta el taller anual de escritura que organiza Argentores. Él asistió al que dio María Rosa Pfeiffer: "Un taller que estuvo buenísimo y que dejó varias obras en los que lo hicimos", destaca.

"A partir de eso, la empecé a presentar en varios concursos con otro nombre y en algún momento quedó relegada". Explica que la pieza quedó quieta un par de años y que después, a medida que fue interiorizándose en el concepto de "Gaslighting" (literalmente: "Hacer luz de gas") decidió reescribirla.

"Yo escribí una obra sobre esto sin saber que esto existía. Entonces, a partir de ahí hice una reescritura. Y a partir de ver la película original, que es también de donde nace el término", comenta sobre el filme de George Cukor, que protagoniza Ingrid Bergman.

Evitar la historia

¿Y qué se puede anticipar sobre la obra? "Argumentalmente, no podría decir de qué se trata –explica–, porque no se trata de una historia. Es una obra que trata de un vínculo entre dos personajes: un escritor y una mujer. El vínculo entre ellos es un interrogante, por lo que tampoco quisiera develarlo.

El espectador podrá hacerse dos hipótesis y las dos son válidas e interesantes. Y cuenta también de un vínculo con el teatro, porque hace explícita en algunos momentos la teatralidad de lo que se está viendo”.

Por el momento, sabemos que el jurado ha destacado lo siguiente: “El autor provoca un juego virtuoso y oscuro donde envuelve en un ‘crescendo’ dramático al espectador y logra poetizar el cuerpo de los personajes”.

Respecto a esta tercera vez que es premiado, Martínez dice que cree “que son fotos distintas de distintos momentos”.

Lo explica: "En 2012, 'Liniers, el traidor' fue el momento de una primera dramaturgia, con algunos rasgos cercanos al plagio del realismo mágico. En el 2015, 'Geografía...' es expresión de una marginalidad, de un territorio que siempre me interesó caminar, estar y escribir sobre él. Ahora, esta obra me encuentra en la búsqueda de mi propia identidad como escritor y director".

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