“Como parte de la labor encaminada a hacer efectiva la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, podemos adoptar medidas audaces para hacer frente a la desigualdad en materia de agua”. (Secretario General Ban Ki-moon, 22 de marzo de 2016).
En 1993, la Asamblea General de la ONU designó el 22 de marzo como Día Mundial del Agua. Se han cumplido ya 23 años. Nadie puede discutir el papel que juega el agua desde que el planeta Tierra comenzó a tener vida vegetal y animal. Tal es su importancia, que lo primero que el hombre busca en planetas que nos rodean es si tienen o han tenido agua. Porque imaginando la posibilidad de conquista y su habitabilidad por el ser humano es fundamental el líquido elemento. Esto no es nada nuevo pero ¿tomamos conciencia del abanico de usos que tiene?
Lo que nos parece normal tener en la vida diaria -para asearnos, preparar la comida, etc- es un recurso natural limitado, por lo que podría terminarse. “En América Latina, no obstante los avances socio- económicos logrados, 106 millones de personas no cuentan en su vivienda con un sanitario digno y 34 millones no tienen acceso a agua potable de forma sostenible. (...) Actualmente, el 91% de nuestro planeta cuenta con agua potable y sólo tienen acceso a un sanitario 68%. Con el crecimiento de la población, la necesidad del volumen de agua que se necesitará será cada vez mayor y la dependencia a fuentes adicionales de agua también aumentará, sin mencionar su impacto en los presupuestos (...) Es América Latina la región con mayor desarrollo urbano en el mundo; se destacan Brasil, Colombia y Perú. Estos países cuentan con más agua dulce a nivel global, pero aún no concretan servicios adecuados de agua potable y saneamiento”.
Hoy en día, la mitad de los trabajadores del mundo (1.500 millones de personas) trabajan en sectores relacionados con el agua. El líquido elemento sustenta (defiende, favorece y cuida) el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo. “Su impacto es positivo en la vida de millones de habitantes al incidir en cuestiones que afectan la seguridad alimentaria, energía, salud humana y medio ambiente”.
Mendoza es considerada como una de las provincias con mayor dedicación a la problemática del agua. Lógicamente, dadas las características ambientales de la provincia: un espacio árido en el que los recursos hídricos condicionan el asentamiento humano y las actividades económicas. Esto nos ha llevado a priorizar y regular el uso del agua.
Objetivo inmediato, entre otros: debiera priorizarse el reciclado de las aguas usadas, lo que significa tener un tratamiento para ser nuevamente utilizada. En América Latina el 70% de estas aguas sin tratamiento son arrojadas al medio ambiente.
El legado del agua: hace 120 años
“El 11 de noviembre de 1896, el arquitecto paisajista Carlos Thays (contratado) presenta su diseño del Parque del Oeste (hoy parque General San Martín), cuya planificación comprende 329 has (forestadas) y 70 has (tipo lote-quinta) (...) Estas fotos muestran el inicio de los trabajos de parquización.
El clima y la aridez propia del suelo fue un reto para la implantación y conformación de las masas forestales diseñadas por Thays. En estas vistas se puede observar la preparación del suelo y plantación de especies. Las montañas al fondo dan una idea de escala y superficie. La primera plantación fracasó.
La segunda, mérito de la tenacidad del hombre, dio sus frutos. El vital elemento, el agua para riego, se transportaba y distribuía en forma manual mediante carros tirados por caballos. La magnitud del trabajo realizado se lo puede medir a partir de este dato: cada planta se regaba individualmente, toda una odisea”. (Extraído del Libro: “Huellas de la Ciudad Universitaria de la UNCuyo” -Año 2011-Ediunc-Arq. R.M.Romano).
Sitios de Referencias: “ONU”, “El PAÍS” Edición Nacional 23 de marzo, “J.C.Casma-Banco Mundial”, “Práctica Global de Agua del Banco Mundial”. Ejemplo http://www.bioingepro.com.ar/tratamiento-potabilizacion-agua/.