Con un altísimo acatamiento debutó ayer en Mendoza el uso obligatorio de tapabocas, otra de las medidas decretadas por el Gobierno provincial para combatir la pandemia de coronavirus.
Las calles del Centro, en mayor medida, y los barrios con un poco menos de movimiento, se poblaron de mendocinos con diferentes protectores faciales que sirvieron para estar en regla y acorde a la situación. Desde los barbijos profesionales o caseros, pasando por bufandas o cuellos polares, y hasta pañuelos fueron utilizados para reducir la posibilidad de algún contagio de Covid-19.
Los Andes realizó una recorrida por zonas céntricas y del Gran Mendoza, en donde la rareza era ver a alguien que no llevara parte de su rostro cubierto; quizás algún desprevenido o inconsciente y también ese conductor, creyendo que al ir en el auto nadie lo notaría. Casos aislados, por supuesto.
"Me parece una medida perfecta. Se suman dos barreras más de protección: la mía y la de otra persona. Quizás puede ser un poco incómodo y hay que acostumbrarse, pero bienvenido sea para cuidarnos un poco más", opinó Micaela Reitano antes de ingresar a un supermercado.
Hubo varios que también se lucieron y hasta confeccionaron con pocos elementos una máscara de plástico. "Yo hace varios días que vengo usando tapabocas y me pone contenta que ahora toda la gente haya tomado dimensión de esto. No hay que subestimar lo que pasa", expresó Nélida Rojas, en la fila de un banco durante la mañana de este miércoles.
Satisfacción del Gobierno y pedido de consciencia
A través de sus voceros, los funcionarios provinciales manifestaron su conformidad tras el primer día de uso ciudadano del barbijo, el que definieron como de "muy alto acatamiento".
Con la respuesta positiva de la gente a la implementación de este nuevo insumo, las autoridades creen que no será necesario salir a la caza de infractores para hacer multas y que, ante un desobediente, se "trabajará más en la toma de consciencia y en la recomendación de lo importante de estos recaudos", explicaron.
De todas maneras, aclaran que las sanciones están vigentes: la persona que esté en la calle sin protector será multada con $5.000. Y si está en un negocio o en un supermercado, el monto asciende de $10.000 a $50.000 para los propietarios del local.
Cada municipio dispondrá sus medios de control, ya sea a través de policías, inspectores -de tránsito o comercio- o preventores.
Ayer, prácticamente en ninguna parte de la provincia hubo situaciones irregulares, en un día en el que, por ejemplo, en el Centro el movimiento fue casi tan intenso como era antes de la cuarentena.
Entrega gratis en Ciudad
La Municipalidad de la ciudad de Mendoza ha dispuesto puntos de entrega de tapabocas gratuitos para quienes no lo tengan, además de informarles sobre la importancia de su uso y las posibles sanciones.
"Estamos realizando acciones constantes para preservar la salud de nuestros vecinos y combatir al virus. El uso de este dispositivo es una obligación, así como el aislamiento, que sirve para cuidarnos entre todos. Hemos notado que hay un importante acatamiento a la disposición. Esto demuestra el compromiso de quienes circulan por la Ciudad para cumplir con las reglamentaciones", sostuvo el intendente de Capital, Ulpiano Suárez.
Estos elementos que se obsequian fueron producidos por un grupo de profesores y estudiantes de los talleres sociales del municipio, junto a voluntarias que se sumaron a esta iniciativa.
Más allá de que la gran mayoría de los mendocinos ya tiene su protector o improvisó alguno, no faltó tampoco aquel vendedor ambulante que salió por las calles a ofrecer "barbijos, baratitos los barbijos".