Pasó el primer examen y los jugadores del Tomba respondieron con creces. Falta gol (lleva cinco partidos sin convertir), pero el equipo se paró en el campo de juego y respetó una idea de juego, defendió con criterio y no se mostró vulnerable. Un gran paso. Con respecto a las individuales, los mejores jugadores del Tomba fueron: Viera, Cardona, Henríquez y Bullaude.
A continuación, Más Deportes, pone la lupa sobre la actuación de cada uno:
Roberto Ramírez (5). Si bien no tuvo ninguna tapada clave, terminó otra vez con la valla invicta y eso es importante. Sobre el final del partido salió lejos a cortar un centro y casi termina en gol de Olimpia.
Jalil Elías (5). Después de muchísimo tiempo, jugó de lateral derecho (Bernardi lo hizo debutar ahí en Newell's). Cumplió en la marca y prácticamente no se proyecto. Contuvo bien las subidas de Mendieta.
Diego Viera (6). Impasable, le ganó casi todos los balones a Roque Santa Cruz. Su mayor mérito fue borrar de la cancha a un delantero de muchísima jerarquía.
Tomás Cardona (6). Otro que se mostró muy sólido en las jugadas de balón aéreo. En el segundo tiempo, casi abre el marcador con un cabezazo que se fue por arriba del travesaño.
Luciano Abecasis (5). Le costó jugar con la cancha cambiada, razón por la cual nunca llegó hasta el fondo para meter sus típicos centros. Suplió la falta de ritmo con una gran actitud.
Fabián Henriquez (6). Es una máquina de recuperar balones, aunque no siempre son entregados con precisión. Así y todo, asistió a González en una de las jugadas más claras del partido, que Angelito resolvió mal.
Juan Andrada (5). El puntano alternó buenas y malas. Mostró el sacrificio de siempre para recuperar, relevar e intentar tapar todos los huecos, pero le faltó justeza en los envíos de balón detenido
Ezequiel Bullaude (6). Buen debut copero del maipucino. Alternó la posición de volante interno con la de enganche e intentó darle fútbol al equipo. Guapeó y asistió al Morro en la situación más clara del partido: el cabezazo del uruguayo que todos gritaron y no entró.
Ángel González (5). El sacrificio y la voluntad de siempre para correr todas las pelotas y ser el auxilio de los volantes. Asistió bien a Lucero en la primera situación clara del partido, pero resolvió mal otra más clara que lo tenía con pelota dominada y tres compañeros ingresando por el medio.
Santiago García (5). Se fajó toda la tarde-noche con los duros centrales paraguayos. No optó por tirarse atrás para asistir como lo hace habitualmente. Tuvo la situación más clara, pero su cabezazo pegó en la parte exterior de la red.
Juan Martín Lucero (5). Bien abierto por izquierda, se desgastó como extremo y perdió poder de fuego en la zona caliente. Contó con una situación clarísima al minuto de juego, pero su palomita se fue apenas desviada. Salió reemplazado.
Kevin Gutiérrez (-). Entró por Bullaude y se paró como interno al lado de Andrada. Así, Henriquez se adelantó unos metros. Intentó darle equilibrio.
Victorio Ramis (-). Volvió a jugar tras casi tres meses de inactividad por lesión. Se paró como extremo, en lugar de Lucero. Es evidente que le falta ritmo de juego.
Hernán Bernardello (-). El cabezón ingresó por un extenuado Henriquez para darle aire y experiencia al mediocampo en los últimos cinco minutos.
DT: Lucas Bernardi (6). Aprobado. Con tan poco tiempo de trabajo (apenas dos prácticas) y ante un rival de extrema jerarquía, planteo un partido inteligente. Le cerró los caminos a Olimpia e intentó que su equipo prevaleciera trabajando el desarrollo, por desgaste y agresividad. El Tomba se mostró más equilibrado y sólido. Y hasta pudo ganar el partido.