Recibió Matías Persia por izquierda, dominó el balón, eludió a dos rivales y metió un zurdazo con destino de ángulo, Martínez Gullota, con mano cambiada mandó al córner. Fue la primera acción después del descanso.
Minutos después, lo tuvo en el Negro Amaya. Gran jugada colectiva del Cruzado, el volante quedó sólo en el punto del penal, derechazo, y otra vez Martínez Gullota mandó al córner. Impresionante. Cabezazo de Masoero, vuela Martínez Gullota y contiene con una seguridad admirable. Gutiérrez estaba para el cachetazo. Entraba una más y podía ser goleada.
Pero el portero ex Racing Club, mantenía con vida a su equipo. Había tiempo para otra más. Asociación perfecta de los volantes y delanteros cruzados, Ojeda apareció sólo en el área, reventó el arco pero Martínez Gullota voló hacia su ángulo izquierdo y mandó el balón al córner.
Magistral. Los plateístas del Botellero se miraban entre ellos. Otros, observaban el cielo y pedían una explicación. La actuación de José Luis Martínez Gullota fue excepcional. Y sus innumerables tapadas tomaron real dimensión cuando Nicolás Gatto, logró el empate sobre el final del encuentro.
Como sucedió la temporada pasada en cancha de Montecaseros, cuando el número 1 Celeste se visitó de figura y le contuvo el penal a Agustín Sanfilippo (en ese momento en la vereda de enfrente) y Gutiérrez cantó victoria por 1-0, en un partido que duró varias semanas, ya que fue suspendido en el entretiempo. Una vez más, Martínez Gullota, se convirtió en la figura y el “héroe de este lío barrial”.
Finalizado el encuentro fue el hombre más buscados por todos. Abrazos por doquier. En el peor momento del Celeste, la muralla Martínez Gullota le brindó oxígeno. Llegó el empate y su trabajo tomó real dimensión. Fiel a su estilo y con una humildad admirable, la gran figura del encuentro, afirmó: “Con la mano en el corazón, me voy feliz. Aporté lo mío para llevarnos algo de este clásico. Son partidos que no se pueden perder. Sin dudas, que jugar en Gutiérrez hace que las cosas siempre cuesten un poco más. Sabíamos que íbamos a tener una oportunidad para lastimar.
Por suerte, le quedó una a Nicolás Gatto y como buen goleador, convirtió. Estos partidos son lindos. Son clásicos. No importa qué jugadores lo juegan. Es un partido diferente. En el segundo tiempo, mostramos nuestra actitud. Para destacar, la excelente atención por parte de la gente Maipú”.