El único futbolista que admitió ser gay: "Cuando me gritan 'puto', me doy vuelta y me río"

Nicolás Fernández, jugador en la Liga Cultural de La Pampa, es actualmente el único en actividad del país en haber salido del clóset.

El único futbolista que admitió ser gay: "Cuando me gritan 'puto', me doy vuelta y me río"
El único futbolista que admitió ser gay: "Cuando me gritan 'puto', me doy vuelta y me río"

Hace poco menos de un año, Nicolás Fernández sintió la necesidad de exponer ante el mundo que es gay. Aunque parezca algo insignificante, su declaración lo convirtió en el único futbolista argentino en actividad en decir abiertamente que le gustan los hombres. 

El jugador de Club General Belgrano, que milita en la Liga Cultural de La Pampa, cuyo premio es un lugar en el Regional Amateur, cuarta categoría del fútbol argentino, confesó que su elección sexual lo condicionó en su carrera como futbolista.

"Arranqué en Huracán de Pellegrini, de la Liga Trenquelauquense. En un momento, cuando fue el inicio de todo esto, dejé, porque estaba en pareja con un chico. Estuve dos años alejado del fútbol", reconoció en una entrevista con Tiempo Argentino.

El 28 de junio de 2019, Día Internacional del Orgullo LGBT, a sus 24 años, Nicolás publicó por primera vez un posteo en el que exponía su homosexualidad. "En verdad, nunca supe qué día era. Había salido, estaba con mi pareja y tiré ese estado en Facebook. Después se hizo una revolución, se hicieron eco todos los medios de La Pampa. Muchos se sorprendieron en el fútbol. Otros ya me conocen en Santa Rosa. No ando con un megáfono diciendo qué soy ni nada. Pero ahí me salió", dijo sobre el momento elegido.

Sobre cómo lo tomaron en su casa y en su equipo, Fernández sostuvo: "Con mi familia fue sencillo. A mis viejos no les di opción. Les dije que si no les gustaba me iba de casa, que no había problema. Tenía 17 años. Pero lo entendieron. Y en el vestuario, fue en Deportivo Rivera. Estaba jodiendo con el capitán. Y me sorprendió, adelante de todo el plantel: '¿Y vos qué onda? ¿Te gustan los chicos o las chicas?'. Se ve que había estado averiguando. Se hizo un silencio. Y les dije que había estado en pareja tres años con un chico, y que si alguno tenía un problema, me lo dijera. Y si no, que acá no había pasado nada. Fue simple, y los muchachos aceptaron sin ningún problema. Me sentí aliviado".

"No tomo mal que hagan un comentario, un chiste. De hecho, mis compañeros lo hacen. Terminamos de entrenar, nos ponemos a estirar, y por ahí sale algún chiste. Me río. No lo tomo a pecho. Tengo claro quién soy, qué hago y qué dejo de hacer. Lo que diga el resto no me interesa", afirmó.

Para el arquero, la homosexualidad "en el fútbol es un tema tabú. Se comentan muchas cosas. Hay gente gay que por ahí con un chiste se siente mal. A mí, no me pasa. Me pueden decir cualquier cosa, y me puedo enojar pero lo resuelvo sin ponerme mal. Cuando atajaba en Huracán de Pellegrini vino a jugar Ferro de Trenque Lauquen. Y una persona se puso atrás del arco, arriba de una camioneta, y me insultó todo el partido. Ya sabía. Ahí me calenté. Le decía que cuando terminara el partido lo iba a buscar. Cuando termina, salgo corriendo, la policía me frena. Mi viejo y la hinchada fueron a buscarlo. Tuvo que intervenir la policía para que pudiera irse. Siempre sentí apoyo. Ahora me gritan 'puto' en la cancha y yo me doy vuelta y me río. El año pasado atajé con un conjunto de ropa rosa en Atlético Santa Rosa. Me dijeron tantas cosas para hacerme calentar y sacar del partido, que yo me agachaba, le hacía cualquier gesto, me reía. Les gané. No lograron hacerme enojar".

Comparando el futbol femenino con el masculino en cuestiones de sexualidad, el futbolista reconoció que el practicado por las chicas "es mucho más abierto. En ese sentido el fútbol femenino está un paso adelante. El fútbol masculino va camino a ser más abierto. Un amigo, Jonathan Fensel, juega en All Boys de Santa Rosa. Y tengo un enojo con un jugador que lo cargaba a él conmigo. 'Ay, tu novio, tu novio'. Eso sí me molesta. Son mis amigos y no mezclo una cosa con la otra. Ya me voy a desquitar. La única forma de hacerme enojar es cuando molestan a mis amigos conmigo. El resto, me río. A veces otros jugadores me ven, me saludan y agachan la cabeza. No sé por qué será".

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