En el verano de 1966, hace exactamente 50 años, nuestros padres y abuelos vieron por última vez circular los últimos tranvías por las calles principales de la ciudad. Unos de los últimos tranvías dejó de transitar el 28 de enero de ese año.
El 6 de abril de 1885 llegó a la ciudad de Mendoza el primer tranvía o tranway. Este novedoso medio de transporte urbano, era impulsado por caballos y su recorrido se iniciaba en estación de ferrocarril por la avenida Las Heras, luego empalmaba con la avenida San Martín hasta llegar a la calle Colón, en donde finalizaba el recorrido. En los primeros meses -según la estadística de aquella época-viajaron más de 70.000 pasajeros.
Hasta principios del siglo XX, la compañía de tranway mendocina estuvo activa con sus coches y caballos, pero en noviembre de 1900, la Honorable Corporación Municipal concedió a José Orfila y Cía. permiso para la colocación de conductores eléctricos en varias calles de la ciudad.
La empresa efectuó el servicio de alumbrado público con lámparas de arco voltaico y en las casas particulares con focos de filamento de carbón. Dos años después, Luz y Fuerza se hizo cargo del activo activo y pasivo de aquella firma.
El 1 de octubre de 1912, cuando la usina de Luján llegaba a los 1.600 HP, la empresa -que ya tenía 3.000 clientes- inauguró el servicio de tranvías eléctricos de Mendoza con cuatro líneas. Cuando se inició el servicio, el recorrido de la 1, por ejemplo, comenzaba en la plaza de Godoy Cruz, circulaba por calle Rivadavia, Av. San Martín, Ayacucho, Salta, Tucumán, San Martín, Rivadavia, y nuevamente la plaza.
A fines de 1926 se inauguró la línea línea 5 a Guaymallén y se amplió el tramo de Coronel Díaz al Cementerio; y a principios de 1927 se añadió otro de calle Colón a plaza Italia.
La muerte sobre rieles
Como acostumbraba hacer todas las mañanas, en la madrugada de aquel verano, el motorman del coche de tranvía número 50 se acomodó en el asiento y partió desde la terminal ubicada en la calle San Martín.
Era la línea 1, que tenía el trayecto Godoy Cruz-Las Heras. El hombre al frente de la máquina comenzó su trabajo con una profunda tristeza. Sería la última vez que condujera ese medio de transporte.
El viejo tranvía tomó por la calle San Martín hacia el sur y comenzaron a subir algunos pasajeros.
Un anciano reflejaba su pena comentándole al ocasional acompañante los años que utilizó el servicio.
Recordaba, entre asientos vacíos, cómo durante años los coches se llenaban y muchos viajaban colgados en los estribos.
Se hizo la tarde de aquel recordado día de 1966; el último tranvía de la línea 1 tenía las horas contadas. A las 20.30, el interno 50 llegó a su terminal y puso así el broche final a aquel medio de transporte.
La tristeza invadió a los pocos operarios que allí quedaban.
Como estocada final, en julio de 1968 el Ministerio de Obras Públicas inició el levantamiento de 31 kilómetros de vías en zonas asfaltadas de la Capital. Estas obras se desarrollaron bajo la dirección del ingeniero Washington Murúa y se ocuparon uno 60 operarios, quienes levantaron por día unos 3 kilómetros de vías.
Después de esos oficios, no quedaría rastro alguno del tranvía.