Dolientes, gobernantes de Uruguay y Argentina y admiradores despidieron ayer al uruguayo Eduardo Galeano, un escritor que revolucionó la literatura de un continente con “Las venas abiertas de América Latina”' y dejó una treintena de otras obras literarias.
“Galeano fue un gran inspirador. Yo pertenezco a una generación que se inspiró en Galeano'', dijo Teresa Parodi.
“Él, y otros escritores de América Latina nos dieron argumentos convincentes para ponernos en la vereda de la transformación de América Latina, a soñar esa transformación. A Galeano lo frecuentábamos por eso, porque nos confirmaba quiénes somos y quiénes queremos seguir siendo”, añadió.
Los restos de Galeano, quien falleció el lunes a los 74 años, eran velados en la tarde del martes en sede del Parlamento, a donde comenzaron a llegar cientos de personas, uruguayas y de otros países de América, para decirle adiós.
Olga Contreras, una traductora y terapeuta guatemalteca, lucía emocionada. Hace un par de días compró un libro de Galeano en Buenos Aires y viajó a Montevideo con la esperanza de cruzárselo en la calle. Pero llegó y se enteró de su muerte.
“Vine a presentarle mi respeto y mi gratitud”, dijo. “Era un escritor que llamaba las cosas por su nombre. El libro que escribió sobre Guatemala ('Guatemala, país ocupado') es excelente”.
Cubierto con una bandera uruguaya y dos ramos de rosas, unas rojas y otras blancas, el féretro de Galeano fue ubicado en el centro del Salón de los Pasos Perdidos, una sala amplia totalmente revestida de mármol y granito, que separa las cámaras de senadores y diputados y lleva ese nombre porque allí cavilan los legisladores sus decisiones más difíciles.
El vicepresidente uruguayo Raúl Sendic, el ministro del Interior Eduardo Bonomi y otros dirigentes políticos, artistas y ciudadanos acudieron para despedir al escritor, mientras se esperaba la llegada del presidente Tabaré Vázquez, quien convocó a todos los integrantes de su gobierno a participar en el velatorio y ser solidarios en “este momento de pérdida y tristeza”.
A la entrada, los concurrentes firmaban dos libros de condolencias. “Eras y sos un referente en mi vida. Seguiré tus pasos desde donde te encuentres. Te amo”, escribió alguien que firmó Cristina.
Galeano nació en Montevideo el 3 de setiembre de 1940 en una familia acomodada de la cual se fue distanciando. Se ganó la vida como operario en una fábrica, dibujante, mecanógrafo y empleado bancario, entre otros trabajos, antes de comenzar a descollarse como periodista y escritor.
El escritor deja una treintena de libros que fueron traducidos a más de veinte idiomas. Entre ellos se encuentra “Las venas abiertas de América Latina”, que denuncia la expoliación y el saqueo del continente por parte de las potencias europeas y luego por Estados Unidos.
Sobre el final de su vida, Galeano dijo que no volvería a leer “Las venas abiertas de América Latina”, ya que le aburriría. Admitió que cuando la escribió no tenía suficientes conocimientos de política y economía.
Su confesión alimentó la polémica sobre la obra del escritor, a la cual sus detractores consideran que, más allá de las virtudes de su estilo literario, adolece de falta de rigor y es esquemática en exceso.
Justamente el coraje de admitir su cambio de parecer respecto a su obra principal fue uno de los puntos que destacó el senador socialista uruguayo Daniel Martínez. “Fue muy crítico, incluso consigo mismo. Buscaba siempre mejorar”, señaló.