Fue el tema más caliente de las dos últimas semanas y era imposible no preguntarle al Presidente por la fuga de los tres culpables del triple crimen de General Rodríguez.
El viernes, cuando Mauricio Macri conversó con este diario, el operativo que reunió a cinco fuerzas de seguridad no tenía ningún resultado aún. Ayer cayó Martín Lanatta, pero su hermano Cristian y Víctor Schillaci lograron escapar una vez más en estas largas dos semanas.
-¿Lo que ocurrió implicará una purga en las fuerzas policiales y penitenciarias?
-Quedarse solamente en la purga es lo que hizo sistemáticamente el gobierno anterior. Hay que hacer un esfuerzo mucho más importante. Hay que invertir de vuelta, hay que capacitar, hay que devolverle prestigio, hay que generar una mística. Una institución no se rehace con echar tres tipos.
-¿Qué cree que hay detrás de la fuga de los Lanatta y Schillaci?
-Un sistema que está podrido. Lamentablemente esta destrucción del Estado que se ha hecho, y la provincia (de Buenos Aires) es tal vez uno de los peores escenarios, la decadencia institucional en términos de no funcionamiento de ninguno de los poderes, ha generado que el narcotráfico avanzara como nunca en la historia de la Argentina.
Como ustedes lo saben, el narcotráfico tiene muchos recursos. Le es muy fácil ante la ausencia absoluta del Estado, a la no carrera, el no prestigio, el no compromiso de cada agente público con la comunidad, hacer una grieta profunda. María Eugenia (Vidal) vino a la Provincia, como nosotros a la Nación, a empezar a construir de vuelta. Previsibilidad, certidumbre, calidad institucional.
Esto recién comienza. Esto lo vamos a poder evaluar en años. Armar de cero la Policía Metropolitana nos llevó tres o cuatro años de llegar a una entidad. Mucho más difícil es trabajar sobre algo preexistente contaminado.
-¿La fuga tiene que ver con el desembarco de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires?
-No. Independientemente de que están muy preocupados todos los sectores mafiosos de la provincia porque la gobernadora ha ido cortando sistemáticamente todos los sectores de corrupción, las ´cajas´ que había, diciendo 'esto no existe más'. Claramente eso es un mensaje que los ha puesto a todos muy intranquilos.
Pero la dinámica de estos tres prófugos tiene que ver con la historia y no con el presente o el futuro. Tiene que ver con tipos que se sintieron que estaban más inseguros adentro que afuera, que gatillando poca plata -seguramente para ellos- lograron salir.
-A la luz de lo que pasó en la provincia de Buenos Aires, no se puede decir que el narcotráfico esté sólo en Rosario, como decía el gobierno anterior.
-Es un problema nacional. Lo que claramente es preocupante -y por eso nos comprometimos en la campaña a dar esta pelea- es que la tendencia ha sido ir empeorando. Rosario tiene la mala suerte geográfica de que es el puerto, entonces todo se aceleró allí. La buena noticia es que, al haber retomado relaciones con el mundo, vamos a integrarnos de nuevo con una matriz de mayor inteligencia y capacidad para combatir este fenómeno.
Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) está avanzando con todo su equipo en una propuesta que arranca de reforzar el control de la frontera terrestre.
Durante la entrevista, el Presidente se mostró especialmente preocupado por los acontecimientos que han golpeado a Vidal en la provincia de Buenos Aires. Por ello, admitió que estos conflictos lo llevaron a tomar más distancia de Daniel Scioli, el ex gobernador y su rival en las pasadas elecciones nacionales.
-¿Por qué Sergio Massa y no Daniel Scioli a la próxima cumbre de Davos?
-Este es un primer viaje. Mi compromiso es integrar a dirigentes opositores en el contacto con el mundo, en el diálogo, demostrar que la Argentina comparte las reformas básicas que hay que hacer.
-¿A Scioli no lo invitó?
-No a este viaje, igualmente más adelante puede ser. De todas formas, la situación de la provincia de Buenos Aires no ameritaba mucho la invitación, no era oportuno. La verdad es que María Eugenia se ha encontrado un nivel de desorden muy grande en la Provincia. Además, Scioli sigue asumiendo una posición más bien ultra-kirchnerista.
-Parece desilusionado, como si Scioli le hubiera contado que las cosas eran diferentes a Vidal…
-No es que le contó mal cómo son las cosas. Scioli le contó la misma historia a todo el mundo. La verdad es que no estaba el dinero para pagar sueldos ni el aguinaldo. Es como muy poco coherente con haber intentado basar la campaña presidencial en la calidad de la gestión provincial.