El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia informó ayer que se repetirá la votación presidencial en cinco mesas de la región amazónica del Beni por irregularidades, lo que demoraría aún más el resultado final de los comicios presidenciales. Sin embargo, según el organismo, la tendencia actual no cambiará por lo que proclamó vencedor al actual presidente Evo Morales.
La votación en las cinco mesas impugnadas, que representan un 0.01% del total, se hará el 3 de noviembre, dijo el TSE.
Con el 99,98% de las actas escrutadas, el presidente Evo Morales obtenía 47,08% de los votos mientras que su principal rival, el expresidente Carlos Mesa, alcanzaba el 36,51%. Este jueves Morales se declaró ganador de los comicios mientras el país vive jornadas de protestas que incluyeron la quema de dos tribunales electorales regionales.
Para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener 50% más uno de los votos o lograr 40% y tener una diferencia de, al menos, 10 puntos porcentuales sobre el segundo postulante más votado. Con el resultado publicado por el TSE, Morales, en el poder desde 2006, evita la segunda vuelta.
Protestas y enfrentamientos
En el cuarto día de protestas, oficialistas y opositores se enfrentaron en una barriada en la región oriental de Santa Cruz y en el centro de la ciudad de Cochabamba, dejando algunos heridos. En La Paz, manifestantes asediaron el TSE, pero fueron reprimidos por la Policía. En las regiones sureñas de Potosí y Tarija, los grupos antigubernamentales mantenían cortadas varias rutas.
Europa pidió celebrar una segunda vuelta electoral entre Morales y Mesa. A la presión internacional se sumaron Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia, que en un comunicado difundido por la cancillería colombiana anticiparon que "sólo reconocerán resultados que reflejen la voluntad del pueblo boliviano".
“Llamamos al Gobierno de Bolivia a restaurar la credibilidad de su sistema electoral a través de la convocatoria a una segunda vuelta, que sea libre, justa y transparente”, se agregó.
Ayer por la noche, el TSE volvió a ser asediado por opositores y personas que reclaman "respeto al voto". También los oficialistas salieron en marcha después de que Morales llamara a defender su voto.
Llamado de Mesa
El ex presidente Carlos Mesa, quien gobernó desde 2003 hasta su renuncia en 2005 en medio de una grave convulsión social, habló escoltado por otros varios líderes opositores y dirigentes de movimientos cívicos, para reiterar su llamado a la movilización pacífica hasta que se reconozca una segunda vuelta.
Todos los opositores bolivianos se unieron para desconocer el triunfo de Morales y sumarse al pedido del balotaje, poco después de que el mandatario declarara su triunfo en los comicios.
Los líderes opositores habían permanecido desunidos en la campaña, pero ayer se reunieron y emitieron una declaración para "exigir la convocatoria inmediata a segunda vuelta electoral, administrada de forma imparcial". Además convocaron a la "ciudadanía y a organizaciones sociales a mantenerse movilizada pacíficamente hasta lograr el respeto de la voluntad popular".
Mesa, quien obtuvo el segundo lugar al frente de su alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC), leyó el comunicado flanqueado por líderes de otros partidos opositores que participaron en los comicios.
“Hemos ganado otra vez”
"Ya ganamos en la primera vuelta y ganamos con el voto rural", dijo Morales en conferencia de prensa poco después de que el TSE divulgara resultados que podrían favorecerlo de manera definitiva en su sitio en internet.
Más tarde celebró ante miles de sus partidarios, la mayoría cocaleros.
Después de ser un pastor de llamas, y antes de saltar a la política, Morales fue un líder de ese gremio. "Nunca me abandonaron, por eso hemos ganado otra vez", dijo el mandatario en la ciudad de Cochabamba, al centro del país.
"Estamos en el inicio de una crisis que afectará la estabilidad social, política y económica, que de prolongarse podría asfixiar al país", dijo Jorge Dulón, analista político de la Universidad Católica en La Paz.
Las protestas estallaron el lunes tras la interrupción por más de 20 horas de la transmisión de conteos rápidos del Tribunal Supremo Electoral. El domingo, horas después del cierre de votación, los datos preliminares proyectaban una segunda vuelta.
Mesa la dio por hecho, pero Morales se declaró ganador sin aludir a la posibilidad del balotaje.
El lunes, sin embargo, la proyección de los conteos cambió y hacía ver que Morales se encaminaba a ganar en primera vuelta.
En medio del lento conteo de votos, ayer renunció un juez electoral regional. Antes dimitió el vicepresidente del TSE, Antonio Costas, por discrepancias internas.
Desde el estallido de las protestas, grupos opositores han quemado oficinas del TSE en tres ciudades.
En el poder casi 14 años, Morales condujo al país por la estabilidad económica y política gracias a una racha de buenos precios de las materias primas hasta 2014, pero escándalos de corrupción y su afán de reelegirse pasando por alto un referendo que rechazó esa posibilidad, mermaron su popularidad.
En sintonía con la OEA, la UE pide una segunda vuelta
La Unión Europea abogó por la celebración de una segunda vuelta en las presidenciales en Bolivia, horas después de que el mandatario del país, Evo Morales, se declarara vencedor en los comicios. "La UE comparte totalmente la valoración de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de que las autoridades bolivianas de
berían finalizar el recuento y de que la mejor opción sería celebrar una segunda vuelta para restaurar la confianza y garantizar el respeto total a la elección democrática del pueblo boliviano", dijo el bloque.
La UE recordó que la misión de observación de la OEA indicó en su informe preliminar que había detectado "defectos sustanciales en el proceso electoral, principalmente la inesperada interrupción de la publicación de los resultados de la votación, lo que socava la necesaria credibilidad y la transparencia".