El Tribunal de Cuentas cada vez sanciona menos a funcionarios

Hasta 2015 aplicó varias multas millonarias pero, desde entonces, bajaron: por el ejercicio 2018 sólo ha habido una sola por $ 13 mil.

El Tribunal de Cuentas cada vez sanciona menos a funcionarios
El Tribunal de Cuentas cada vez sanciona menos a funcionarios

El próximo lunes, por primera vez en 32 años, la silla de presidente del Tribunal de Cuentas será ocupada por otra persona. Néstor Parés juró ayer el cargo en lugar de Carlos Salvador Farruggia, el contador que manejó el organismo desde 1987.

En el Tribunal, que fiscaliza y audita las cuentas de unas 150 áreas del Estado provincial (entre ellas el Ejecutivo, el Poder Judicial y los 18 municipios), venían preparándose durante el año para la salida de su histórico presidente, quien en febrero anunció al gobernador Alfredo Cornejo que se iba a jubilar.

Parés, como Farruggia, llega al Tribunal de Cuentas desde la Legislatura (renunció a su banca de diputado para asumir este cargo). En las oficinas de calle Catamarca -más otras que funcionan en Rioja- encontrará a unos 300 empleados, a decenas de expedientes (o "cuentas") esperando ser auditados, la mayoría de ellos del ejercicio 2018, y a un organismo que cada vez sanciona menos a los funcionarios, según la estadística que elaboró Los Andes a partir de las memorias anuales que publica el Tribunal en su página web.

En concreto, en los últimos 7 ejercicios (entre 2012 y 2018) se aplicaron 151 multas y 33 cargos, aunque 70% fueron hasta 2015, ya que en los últimos tres años evaluados bajaron notoriamente, sobre todo los cargos, es decir las sanciones económicas cuando se comprueba que hay un perjuicio o daño patrimonial al Estado.

Para comparar esta situación las cifras son elocuentes: 27 de los 33 cargos se fallaron hasta 2015. Desde entonces, período que coincide con la gestión de Cornejo en el Ejecutivo, sólo hubo seis fallos de este tipo. Cinco son del ejercicio 2016 y fueron contra funcionarios de Santa Rosa (entre ellos el ex intendente Sergio Salgado) por $ 72.340; contra la Dirección Provincial de Vialidad por $ 5.832; contra el Casino provincial por sólo $ 1.067; uno en conjunto contra la Contaduría de la Provincia y la Dirección de Ganadería por otros $ 1.798; el último, contra la Dirección de Adultos Mayores por $ 3.961.

En total, sumando las multas, las sanciones que impuso el Tribunal por irregularidades cometidas en 2016 sumaron $ 390.500. En cambio, un año antes -ejercicio 2015- ese montó llegó a $ 1.888.545 y en 2014 había trepado a casi $ 14 millones, ya que ese año se dictaron fallos "pesados" contra -otra vez- el Casino y la Municipalidad de Santa Rosa.

También hubo graves sanciones económicas en 2012 contra la Municipalidad de Malargüe y la Contaduría General de la Provincia por casi $ 5 millones.

El último ejercicio fiscalizado en forma completa por el Tribunal es el de 2017 y muestra el contraste: aparecen 18 multas por poco más de $ 500 mil y un solo cargo -contra Vialidad- por $ 3.252.

En cuanto al año fiscal en curso -2018, cuyas presentaciones cerraron en abril de este año-, el organismo ha avanzado -según se informó- con más de la mitad de las cuentas que debe auditar y hasta el momento hay sólo una multa aplicada y ningún cargo.

Según aducen fuentes del Tribunal, la baja en la cantidad de sanciones no se debe a que se controle menos o a que sean más benévolos con los funcionarios actuales -como podrían sospechar algunos-, sino a que en los últimos años "se apostó a que el Tribunal dejara de ser un órgano sancionatorio y empezara a ser más corregidor". 

Esto quiere decir que se privilegian las observaciones o instrucciones en los fallos antes de llegar a la sanción, como una forma de buscar que el organismo auditado corrija el procedimiento donde se detecta la irregularidad. Por eso, "la mayoría de los fallos salen hoy sin multas y cargos", explicaron.

También reconocen que el Casino y Santa Rosa, los organismos más multados, han mejorado sus gestiones después de las sanciones.

Parés asume el lunes en lugar de Farruggia

Ayer, en la Casa de Gobierno, el hasta hace días diputado Néstor Parés juró como nuevo presidente del Tribunal de Cuentas. Lo hizo ante el gobernador Alfredo Cornejo y rodeado de la plana mayor de funcionarios del Ejecutivo, además de intendentes oficialistas y los supremos José Valerio y Dalmiro Garay.

En su discurso, Cornejo destacó que "esta provincia no es un descalabro gracias al trabajo que hace el Tribunal de Cuentas en las arcas del Estado. Confiamos en que esta área va a seguir prestando excelentes servicios, modernizando su trabajo cada día".

Defendió la designación de Parés -quien pasó la audiencia pública y fue votado por la gran mayoría de los senadores- porque "venir de la actividad política no es una carga negativa. Néstor ha dedicado buena parte de su vida al servicio público, tiene idoneidad, vocación de servicio y capacidad para ocupar este cargo".

Luego aseguró que "el trabajo del Tribunal durante mi gestión ha sido absolutamente independiente. Le quiero agradecer a todo el personal. Ahora les queda el desafío de esta nueva gestión. Néstor estará a la altura de las circunstancias y su equipo también".

"Me siento muy honrado de que el gobernador haya pensado en mí para presidir un órgano extra poder y constitucional tan importante como el Tribunal de Cuentas", dijo el ex presidente de la Cámara de Diputados, tras el acto.

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