El tránsito en Mendoza

El tránsito en Mendoza
El tránsito en Mendoza

Media mañana en Mendoza. Intersección de avenida España y San Lorenzo. Un automovilista detiene su vehículo en doble fila, se baja y compra en un quiosco, un paquete de cigarrillos. Detrás de ese automóvil detenido, varios otros comienzan a tocar bocina. Finalmente el conductor, se acerca a su auto, hace un gesto hacia los que tocaban bocina, sube y continúa su marcha interrumpida para comprar cigarrillos.

Mas adelante, en Rioja y Garibaldi, un colectivo pretende cruzar en amarillo, cuando una fila de vehículos delante de él, no le permite continuar. Se queda detenido en mitad de la calle, interrumpiendo el paso de los que quieren avanzar por Garibaldi.

Y si sigo hasta casi el infinito, puedo describir cientos de casos iguales. ¿Por qué los mendocinos no respetamos las reglas de tránsito? ¿Por qué ignoramos a sabiendas las normas que indican cómo se debe circular en la ciudad? ¿Por qué cuando vemos que el semáforo ya está en color amarillo, tratamos de pasar antes que la luz pase a rojo, cuando la mayoría de las veces no lo conseguimos?

Todos los días se producen accidentes de tránsito, en los que mueren peatones, motociclistas y aun conductores de vehículos. Y cuando el accidente no cobra alguna vida, se registran heridas de personas que muchas veces quedan discapacitadas. A su vez, los costos de reparación de vehículos dañados, asciende a cifras siderales.

Y todo porque no respetamos las normas de tránsito. Todo porque no manejamos bien. Pareciera que nos gusta despreciar las leyes, que fueron dictadas para convivir en paz y en orden en una sociedad organizada. Las normas no sólo se dictaron para ser respetadas sino para que nuestra ciudad nos contenga, nos permita vivir en orden, no en el caos ciudadano en lo que la hemos convertido.

No basta con las fuertes multas que aplican los encargados de cuidar el orden. Somos nosotros, los ciudadanos, los que debemos respetarlas por nuestro propio bien. Su cumplimiento significa cuidarnos a nosotros mismos, a no despreciar nuestra vida, a poder vivir organizadamente. Pero ese orden, debemos construirlo entre todos.

No basta la existencia de una autoridad, ni son suficientes todos los castigos que se nos pueda infligir por su parte. Somos nosotros los que debemos cuidarnos respetando las normas de tránsito. Si todos fuéramos conscientes de que manejando bien, cuidándonos de conducir acorde a las estrictas normas de tránsito existentes y manejando a la defensiva y no queriendo llevar a todos por delante, Mendoza sería una mejor ciudad para vivir, más segura, más amable, donde todos nos sentiríamos seguros y no como ahora, que muchas veces salimos, sin tener la certeza de que volveremos a nuestros hogares sanos y salvos..

Osvaldo Enrique Arriaga
DNI 6.800.735

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