La ruta nacional 40, denominada "Libertador General Don José de San Martín", es una carretera de nuestro país cuyo recorrido se extiende desde el Cabo Vírgenes (Santa Cruz) hasta el límite con Bolivia en la ciudad de La Quiaca (Jujuy).
Este camino turístico y comercial corre paralelo a la cordillera de los Andes, incluyendo tramos cercanos o a través de varios parques nacionales.
Su longitud total es de 5.211 km y recorre once provincias argentinas, atravesando estepas, lagos y ríos, glaciares, bosques andinos, desiertos, valles fértiles, puna, cañones, cornisas y montañas.
De esa extensión de más de 5.000 km, 3.980 km están pavimentados (76,3% del total).
El tramo mendocino de la pintoresca ruta, con un parangón con la famosa 66 de Estados Unidos, es de 601,14 km, desde el límite con Neuquén hasta el linde con San Juan, en el departamento de Lavalle.
La buena noticia para quienes la recorren es que en la actualidad y dentro de la jurisdicción provincial, faltan solamente 47 kms para que el segmento mendocino esté totalmente asfaltado.
Entre los viajeros que se desplazan habitualmente hacia Neuquén o los que regresan en sentido inverso, muchos están usando desde hace un tiempo la 40, pese al tramo de enripiado que tiene en jurisdicción de Malargüe, ya que se ahorran muchos kilómetros para ir a las localidades del oeste neuquino y sus lagos con respecto a la opción de circular por el tradicional circuito de la ruta 143.
Hay en este momento dos obras en concreción en el sur provincial: la ejecución de una traza nueva de 71,90 km, entre Pareditas y El Sosneado, a cargo de la UTE empresarial Chediak-Ceosa, y la pavimentación del segmento de 63 km entre La Pasarela y la intersección con la ruta provincial 181.
El primer emprendimiento incluye la construcción de tres puentes (uno sobre el río Diamante) y el segundo son cinco los puentes a realizarse (uno sobre el río Grande).
El "ripio puro" se extiende por los señalados 47 km, desde Ranquil Norte (Malargüe) hasta el cañón del río Grande (La Pasarela).
En este trecho el viajero se encuentra con la presencia de serrucho, sobre todo en las curvas y subidas. La marcha entonces debe hacerse con prudencia si el usuario viaja en de un rodado de calle, y naturalmente es más fácil para vehículos todo terreno.
Actualmente se está trabajando en el proyecto ejecutivo para pavimentar ese tramo y, según voceros de Vialidad nacional, podría estimarse el llamado a licitación hacia 2019.
Entonces, cuando esa ejecución se concrete, la circulación por la extensa vía de comunicación será plena y sin la molestia del estado actual del tramo comentado, donde la circulación debe ser más lenta y con mucha precaución.
Otra aspiración mendocina, largamente esperada, es la realización de la doble vía entre las ciudades de Tunuyán y San Rafael, para cubrir 152 km con una autopista segura y confortable.
Para cerrar el círculo también habrá que esperar la materialización de la autopista San Juan-Mendoza, especialmente el subtramo desde el aeropuerto internacional El Plumerillo hasta el cruce con la provincial 34, que prevé calzadas separadas de doble trocha por sentido de marcha y cruces a desnivel en las intersecciones actuales.
El futuro entonces en la ruta nacional 40, sobre suelo mendocino, es muy auspicioso y ampliará considerablemente la comunicación terrestre con el sur provincial y las provincias patagónicas.
